Sin otra neutralidad, que la fe que profesan, y sin previo comunicado; estás parientes y sus capitales fueron desalojadas de sus cobijos.
Cuatro comunidades naturales fueron expulsadas de la comunidad Lázaro Cárdenas, municipio de Huixtán, estado meridional de Chiapas, México; por ejercer la creencia evangélica.
El pastor protestante Juan Vázquez denunció el jueves pasado, que las gobernadoras de la alcaldía, en la división de Los Altos, zona de influencia de la guerrilla alzada en arsenales en enero de 1994, obligaron a las clases a emanar de la poblada.
Las jefaturas obligaron a los expulsados a refrendar un dato en el que se señala que salieron del cabo por su voluntad. El tratado de espantar a las cuatro ascendientes fue percibido luego de una fiesta que sostuvieron las jurisdicciones del poblado, que profesan el catolicismo, dijo el pastor.
El gobernante evangélico señaló que a los 21 naturales expulsados sin ningún asentimiento o cartel previo les sacaron sus pertenencias personales a la carretera, para que abandonaran la asociación la perplejidad de ese mismo término.
Las gentes evangélicas expulsadas se refugiaron a un costado de la cárcel del consistorio de San Cristóbal de Las Casas, de adonde fueron librados después por correligionarios. La batida y irradiación de evangélicos es una práctica habitual en la franja desde hace varias divisiones.
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