En
Guatemala cada vez son más populares las bici máquinas. Están
realizadas con bicicletas viejas y se transformaron en una vía barata y
ecológica para producir desde comida hasta shampoos o jabones.
Por
el momento, cada aparato es únicamente hecho en forma manual por la
empresa Mayal Pedal, una organización sin fines de lucro ubicada en San
Andrés Itzapa, se fundó en 1997 como una colaboración entre un grupo
canadiense, “Pedal”, y un mecánico del lugar, Carlos Marroquín.
Actualmente, la institución es reconocida por varios de los aparatos que
ha creado utilizando partes de bicicletas pero que tienen la fuerza de
la energía humana.
Cada
ejemplar está realizado a base de materiales de rodados viejos,
concreto, madera y metal. Los diseños son 100% originales y son
funcionales y económicos, porque se pueden conseguir desde los 40
dólares. Además, hay varios modelos para alcanzar diferentes objetivos.
Este
molino de bicicleta se opera a través del pedaleo y tiene la capacidad
de moler hasta un poco más de un kilo por minuto de cualquier tipo de
grano como de maíz, café, o soja.
Por
otra parte, luce como una bici fija con un batidora colocada arriba de
la rueda delantera. Sin embargo, en vez de tener un motor eléctrico para
hacer girar el filo, utiliza unas cuchillas sujetas a la rueda. Cuanto
más rápido se pedalee, más rápido girarán y puede alcanzar una gran
velocidad.
No
obstante, otros diseños tienen una bomba de agua, un lavarropas o un
generador. La mayoría de los dispositivos fue construido para atender a
las necesidades de las mujeres indígenas de con el propósito de
ayudarlas en sus actividades. Gracias a estos beneficios, pueden llevar
más productos al mercado, por lo tanto también traer más comida a su
mesa.
“Cada
bici máquina tiene su propio diseño, que provienen de la experiencia,
de hacer, fallar, e intentar otra vez. Su corazón es el pedal, pero cada
una usa sus propias herramientas y funciona diferente”, explicó el
director de Maya Pedal, Mario Juárez.
Su
invención en las comunidades mejoró los procesos productivos. Por
ejemplo, una comunidad de mujeres que hacen mantequilla de maní y tenían
un arduo proceso al pelarlos, a partir de la bici máquina sólo
necesitan cargarla y gastan la cuarta parte del tiempo.
La
mejor parte de este producto es que son baratas, fáciles de mantener y
ecológicas porque no consume energía ni producen desechos. Si la gente
no son capaces de comprarla al contado, puede abonarla en cuotas y si se
rompe, hay piezas de repuesto disponibles. Asimismo, se calcula que en
la zona ya hay alrededor de 4.500 máquinas.
Si
bien el staff de quienes los construyen sólo está integrado por Carlos
Marroquín y su hijo de 16 años, reciben ayuda de voluntarios
internacionales, principalmente desde Europa. Curiosamente, esta idea
también fue implementada por comunidades de América del Norte, del Sur y
África.
Fuente: http://www.periodismo.com/2015/04/21/las-bici-maquinas-que-son-furor-en-guatemala/
No hay comentarios:
Publicar un comentario