La pequeña puso una mesa delante de la casa para vender limonada y juntar así dinero que será destinado a la investigación del llamado síndrome de Angelman, la rara enfermedad genética que sufre su hermano.
Na'ama Uzan, una niña de Toronto, en Canadá, comenzó a vender golosinas fuera de la casa familiar en 2014, después de que su hermano fuera diagnosticado con este trastorno genético, que afecta el habla y las capacidades motoras.
Desde entonces, lleva el puesto con ayuda de su madre y ha sido invitada a Chicago, a la Conferencia sobre Síndrome de Angelman, en la ciudad estadounidense, donde vendió pasteles hasta reunir 350.000 dólares más destinados a investigar una cura para esta enfermedad que no muestra signos de desaceleración.
La gestión de la niña ha sido tan buena que ha ayudado a la Fundación Síndrome de Angelman Terapéutica a contratar a un investigador doctorado, cuyo salario lo paga las magdalenas y las limonadas que vende Na'ama Uzan.
Na'ama explicó al canal CTV News que quiere su hermano Nadav sea capaz de "patinar, hablar y de hacer un montón de cosas."
Na'ama Uzan, una niña de Toronto, en Canadá, comenzó a vender golosinas fuera de la casa familiar en 2014, después de que su hermano fuera diagnosticado con este trastorno genético, que afecta el habla y las capacidades motoras.
Desde entonces, lleva el puesto con ayuda de su madre y ha sido invitada a Chicago, a la Conferencia sobre Síndrome de Angelman, en la ciudad estadounidense, donde vendió pasteles hasta reunir 350.000 dólares más destinados a investigar una cura para esta enfermedad que no muestra signos de desaceleración.
La gestión de la niña ha sido tan buena que ha ayudado a la Fundación Síndrome de Angelman Terapéutica a contratar a un investigador doctorado, cuyo salario lo paga las magdalenas y las limonadas que vende Na'ama Uzan.
Na'ama explicó al canal CTV News que quiere su hermano Nadav sea capaz de "patinar, hablar y de hacer un montón de cosas."
Fuente: primeraedicion.com.ar
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