Un
pastor canadiense quien cumple cadena perpetua en Corea del Norte, le
dijo a CNN que no pierde su esperanza de volver algún día a su hogar y a
su iglesia.
"Espero poder volver algún día a casa ", dijo a CNN.
"Nadie sabe si alguna vez voy a poder ir a casa, pero esa es mi
esperanza. Echo de menos a mi familia. Me muero de ganas de verlos de
nuevo, y a mi congregación", dijo.
Hyeon Soo Lim, es un canadiense
nacido en Corea del Sur, quien era el pastor principal de la Iglesia
Presbiteriana Light Corean, una de las iglesias más grandes de Canadá.
Lim
entrevistado por CNN en un hotel de Pyongyang, dijo que él trabaja ocho
horas al día, seis días a la semana y no tiene contacto con el mundo
exterior. Inclusive no ha visto a ningún otro preso desde su celda.
El
predicador canadiense contó que recibe tres comidas al día y atención
médica regular. Su iglesia ha dicho que Lim sufre de "... la presión
arterial muy alta".
También indicó que está desesperado por saber de su familia y ha solicitado una Biblia.
Detalles de la condena
El
pastor viajó a Corea del Norte desde China el 30 de enero de 2015 en un
viaje humanitario de rutina, según dijo un portavoz de su familia. Fue
detenido el mes siguiente.
Diez meses más tarde, Lim, de 60 años
de edad, fue condenado a trabajos forzados a perpetuidad y fue acusado
de intentar derrocar al Gobierno de Corea del Norte el mes pasado.
En
su viaje, sus planes eran ayudar a través de proyectos establecidos por
su iglesia en la ciudad nororiental de Rajin, incluyendo un orfanato,
una guardería y una residencia de ancianos.
Pero Corea del Norte tiene una imagen diferente de sus motivos para viajar.
En
julio, Lim fue llevado a una rueda de prensa donde él leyó un
comunicado en el que confesaba actividades para ayudar a derrocar el
gobierno de Corea del Norte, según la agencia estatal de ese país, KCNA.
“El
propósito por el que he viajado a varias partes del país con el
pretexto de ‘ayudar’ fue el de construir una base para derrocar el
sistema del país y crear un estado religioso, aprovechándome de las
políticas de las autoridades de Estados Unidos y Corea del Sur”, dijo
Lim, según la agencia AP, que estaba presente en la conferencia de
prensa. AP reportó que esta fue presentada en una sala llena de
periodista con sede en Pyongyang.
Los occidentales en Corea del Norte sostuvieron previamente que sus confesiones fueron dadas por presión del Estado.
En
Corea del Norte simplemente dejar una Biblia en un lugar público puede
conducir a la detención y castigo severo porque el país tiene reglas
estrictas contra las misiones y actividades religiosas que serían vistas
como una amenaza a la supremacía del régimen.
Lim había visitado Corea del Norte más de 100 veces desde 1997 y ayudó a iniciar un orfanato y un hogar de ancianos.
“Fue
su tremendo amor por la gente de Corea del Norte el que motivó al señor
Lim a viajar a esa nación más de 100 veces”, dijo la portavoz de la
familia del pastor, Lisa Pak.
Fuente: MundoCristiano.tv
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