Lico Louis, de 43 años, predicador de la Iglesia Evangélica Reformada, explicó que el grupo de hombres quemó un barracón donde vivían 19 familias y las viviendas alrededor del templo de madera.
Más de 20 haitianos fueron sacados a machetazos y a palos de la Iglesia Evangélica Reformada en medio de un culto, por un grupo de hombres armados la madrugada del sábado cuando incendiaban 27 viviendas luego de rociarlas con gasolina en el batey El Fao, en Guerra. También trataron de quemar vivo a un bebé de tres meses, que fue rociado con gasolina, cuyo padre sufrió cuatro machetazos, uno en la nuca y tres en el brazo izquierdo.
Durante los incidentes ocurridos la noche del viernes y la madrugada del sábado, murió el sargento de la Fuerza Aérea, Daniel Antonio Lara Mañón, quien había sostenido un pleito con un grupo de personas que lo perseguía.
Según el diario EL NACIONAL el predicador Louis tiene una herida en la parte posterior de la cabeza en la que le dieron cuatro puntos en el hospital militar Ramón de Lara, de la base aérea de San Isidro. Relató que la turba de hombres no respetó mujeres, niños ni ancianos y a todos los golpearon con palos y machetes, mientras buscaban a tres jóvenes a los que culpaban por la muerte de Lara Mañón.
La señora Mónica Marlen, una haitiana evangélica que lleva 35 años residiendo en el país, manifestó que nunca pensó que algo así podía sucederles a personas que han dedicado su vida al Señor sin cometer delito alguno. Otro de los cristianos agredidos es Charles Finel, de 27 años, quien presenta golpes y heridas.
Juanito Brazobán, de 21 años, presenta un machetazo en la nuca y heridas en el brazo izquierdo, las cuales sufrió, según dijo, a manos del grupo que acompañaba a Chicho, un hermano del sargento muerto a balazos por el raso Familia. Brazobán dijo que el grupo de hombres quemó su vivienda mientras su mujer y su recién nacido dormían. Mostró al bebé con erupciones en la piel a causa de los efectos de la gasolina que le rociaron.
Lamentó que las autoridades sólo han apresado a uno de los participantes en los incidentes, mientras los demás andan sueltos alardeando de que están “pegados”.
Fuente: El Nacional
Más de 20 haitianos fueron sacados a machetazos y a palos de la Iglesia Evangélica Reformada en medio de un culto, por un grupo de hombres armados la madrugada del sábado cuando incendiaban 27 viviendas luego de rociarlas con gasolina en el batey El Fao, en Guerra. También trataron de quemar vivo a un bebé de tres meses, que fue rociado con gasolina, cuyo padre sufrió cuatro machetazos, uno en la nuca y tres en el brazo izquierdo.
Durante los incidentes ocurridos la noche del viernes y la madrugada del sábado, murió el sargento de la Fuerza Aérea, Daniel Antonio Lara Mañón, quien había sostenido un pleito con un grupo de personas que lo perseguía.
Según el diario EL NACIONAL el predicador Louis tiene una herida en la parte posterior de la cabeza en la que le dieron cuatro puntos en el hospital militar Ramón de Lara, de la base aérea de San Isidro. Relató que la turba de hombres no respetó mujeres, niños ni ancianos y a todos los golpearon con palos y machetes, mientras buscaban a tres jóvenes a los que culpaban por la muerte de Lara Mañón.
La señora Mónica Marlen, una haitiana evangélica que lleva 35 años residiendo en el país, manifestó que nunca pensó que algo así podía sucederles a personas que han dedicado su vida al Señor sin cometer delito alguno. Otro de los cristianos agredidos es Charles Finel, de 27 años, quien presenta golpes y heridas.
Juanito Brazobán, de 21 años, presenta un machetazo en la nuca y heridas en el brazo izquierdo, las cuales sufrió, según dijo, a manos del grupo que acompañaba a Chicho, un hermano del sargento muerto a balazos por el raso Familia. Brazobán dijo que el grupo de hombres quemó su vivienda mientras su mujer y su recién nacido dormían. Mostró al bebé con erupciones en la piel a causa de los efectos de la gasolina que le rociaron.
Lamentó que las autoridades sólo han apresado a uno de los participantes en los incidentes, mientras los demás andan sueltos alardeando de que están “pegados”.
Fuente: El Nacional
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