Consternación causó en su localidad al ser hallados sus cuerpos mutilados y degollados, cuando la policía anunció el lunes último que los responsables serían dos adolescentes de 17 y 11 años;
Las iglesias evangélicas y católica del municipio de Nueva Guinea, a 300 kilómetros de Managua, demandaron justicia a las autoridades policiales y judiciales, después que fueron identificados los supuestos autores del crimen de tres hermanitos de 5, 7 y 10 años, ocurrido el pasado 14 de febrero.
El hecho que conmocionó a la localidad desde que se supo de la desaparición de los tres menores, causó aún mayor consternación dos días después, al ser hallados sus cuerpos mutilados y degollados y cuando la policía anunció el lunes último que los responsables serían dos adolescentes de 17 y 11 años; tío y sobrino de las víctimas.
Los menores asesinados, hijos de un matrimonio campesino evangélico, fueron enviados por sus padres, Daniel Pravia y Carmen Rodríguez, a buscar tubérculos en la parcela familiar la mañana del martes 14 de febrero.
Al no regresar a su hogar, cundió la alarma en la comunidad de San José, a 40 kilómetros de Nueva Guinea, una localidad agrícola y ganadera de 130 mil pobladores, fieles evangélicos en su mayoría. Dos días después los cadáveres aparecieron en las riberas del río Cedro Macho.
Según el testimonio de la abuela de las víctimas, ese mismo día fueron atacados y ultimados con arma blanca por los dos adolescentes, que se encontrarían bajo los efectos del alcohol.
El lunes 20, la policía identificó como autores del horrendo crimen a R. A. de 17 años y otro menor de 11 años, ambos familiares de las víctimas, pero adelantó que detuvo a tres personas más, tras explicar que la causa del ataque fue el consumo de licor y drogas, y que éste se produjo mientras se bañaban los cinco en el río.
Pastores miembros del Consejo de Iglesias Evangélicas Pro Alianza Denominacional (CEPAD) y otras iglesias y miembros de las Comisiones de Paz condenaron el crimen y demandaron castigo ejemplar contra los responsables.
Los índices de criminalidad se han incrementado en el país en forma paralela con el incremento del consumo de licor sin control en la zona rural, de otro lado la migración de las familias campesinas por la falta de trabajo, viene desintegrando a las familias, sostuvo un líder de la pastoral juvenil evangélica de la zona.
Fuente: alc
Las iglesias evangélicas y católica del municipio de Nueva Guinea, a 300 kilómetros de Managua, demandaron justicia a las autoridades policiales y judiciales, después que fueron identificados los supuestos autores del crimen de tres hermanitos de 5, 7 y 10 años, ocurrido el pasado 14 de febrero.
El hecho que conmocionó a la localidad desde que se supo de la desaparición de los tres menores, causó aún mayor consternación dos días después, al ser hallados sus cuerpos mutilados y degollados y cuando la policía anunció el lunes último que los responsables serían dos adolescentes de 17 y 11 años; tío y sobrino de las víctimas.
Los menores asesinados, hijos de un matrimonio campesino evangélico, fueron enviados por sus padres, Daniel Pravia y Carmen Rodríguez, a buscar tubérculos en la parcela familiar la mañana del martes 14 de febrero.
Al no regresar a su hogar, cundió la alarma en la comunidad de San José, a 40 kilómetros de Nueva Guinea, una localidad agrícola y ganadera de 130 mil pobladores, fieles evangélicos en su mayoría. Dos días después los cadáveres aparecieron en las riberas del río Cedro Macho.
Según el testimonio de la abuela de las víctimas, ese mismo día fueron atacados y ultimados con arma blanca por los dos adolescentes, que se encontrarían bajo los efectos del alcohol.
El lunes 20, la policía identificó como autores del horrendo crimen a R. A. de 17 años y otro menor de 11 años, ambos familiares de las víctimas, pero adelantó que detuvo a tres personas más, tras explicar que la causa del ataque fue el consumo de licor y drogas, y que éste se produjo mientras se bañaban los cinco en el río.
Pastores miembros del Consejo de Iglesias Evangélicas Pro Alianza Denominacional (CEPAD) y otras iglesias y miembros de las Comisiones de Paz condenaron el crimen y demandaron castigo ejemplar contra los responsables.
Los índices de criminalidad se han incrementado en el país en forma paralela con el incremento del consumo de licor sin control en la zona rural, de otro lado la migración de las familias campesinas por la falta de trabajo, viene desintegrando a las familias, sostuvo un líder de la pastoral juvenil evangélica de la zona.
Fuente: alc
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