Con el caso que os traemos hoy
podemos sacar una conclusión muy clara: si el oficio en el que te encuentras
actualmente no te hace feliz, siempre hay tiempo para un cambio de aires que
realmente te sirva para cumplir tus sueños. Una mujer que estuvo trabajando
como actriz de cine para adultos, con salarios de seis cifras, automóviles de
lujo, y todo tipo de caprichos, decidió dejarlo todo para convertirse en
pastora de su iglesia. Crystal Bassette, oriunda de Clay, Nueva York, ganaba
más de 300.000 dólares al año cuando ejercía como Nadia Hilton, protagonizando
más de 100 películas X durante 10 largos años.
Sin embargo, decidió poner fin
a su estilo de vida hedonista después de encontrar a Dios y comenzar a asistir
a la iglesia, donde conoció a su actual esposo, David, de 26 años, también
pastor. Crystal, que tiene 33 años de edad, se graduó en la universidad y
estuvo estudiando para convertirse, junto a su marido, en un miembro
autoritario de su propia iglesia de Nueva York. “Definitivamente era el cambio
que más necesitaba. He ido de un extremo a otro. Tenía que alejarme como fuera
de toda esa vida”, dijo.
Crystal se quedó embarazada de
su hijo mayor, Justin, a los 16 años de edad. Decidida a darle el mejor
comienza posible en la vida, se marchó de su hogar en Carolina del Norte a
Hollywood, California, con el objetivo de comenzar a modelar y bailar para
poder pagar el alquiler. No obstante, unos años después de trasladarse, tomó la
decisión de presentarse a un agencia de cine para adultos, hecho que le ayudó a
poder entrar en el casting de su primera película subida de tono mientras era
seducida por la promesa de ganar 30.000 dólares al mes. Lejos de ser lo que
esperaba, el rodaje, que se llevó a cabo en una casa de Malibú, la dejó algo
traumatizada.
“Recuerdo que después de las
primeras escenas, me senté en la ducha llorando durante aproximadamente dos
horas”, dijo Crystal. “Entonces dejé de acudir a las grabaciones y no fui
durante un mes. Al final, terminé volviendo a ese mundo, pero traté de
insensibilizarme tomando medicamentos para el dolor y bebiendo alcohol con tal
de superarlo”. La actriz pronto cayó en la rutina diaria de dejar a su hijo en
la escuela y dirigirse a un set de grabación. “Era como un trabajo normal, de 9
de la mañana a 5 de la tarde”. Crystal también dijo que su familia siempre la
estuvo apoyando, pero que aun así, tuvo problemas para lidiar con su carrera.
Fuente: paraloscuriosos.com
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