La muerte del cardenal estadounidense Bernard Law, quien lideró la Arquidiócesis de Boston durante 19 años en los que encubrió una serie de casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes, cayó como un alivio para los familiares de los afectados por el tema y para las propias personas que vivieron en carne propia la pederastia del clero.
"No puedo darle la espalda a mi fe, pero no puedo encontrar el perdón en mi corazón", declaró Barbara Sidorowicz, madre de tres víctimas de abuso. "Lloro por lo que le pasó a mis hijos, pero no puedo llorar por él. Ni siquiera puedo orar por él. Debió estar en la cárcel", añadió en declaraciones a AP.
Por su parte, Alexa MacPherson, de 42 años, quien fue víctima de los abusos de los sacerdotes cuando solo tenía 6, aseguró que no dejaría correr ni una lágrima por su fallecimiento. "Espero que las puertas del infierno estén abiertas para recibirlo", sentenció. Sobre el accionar de Law, agregó: "Él solo quería cubrir y proteger la imagen de la Iglesia. Buen viaje a una mala basura".
En tanto, Phil Saviano, abusado por un sacerdote en Worcester, indicó que la muerte de Law, a los 86 años, debería ser un alivio para todas las víctimas, ya que es "una persona menos que les recuerde aquellas experiencias".
Además, Saviano consideró que fue un "desperdicio" que el poder que tenía el cardenal haya sido utilizado para el encubrimiento y no para acciones positivas. "Para mí es una consternación y un misterio. ¿Qué estaba pensando?", se preguntó. También dijo sentir curiosidad por saber qué pasó por su mente en las últimas semanas de vida, y "cómo respondería las preguntas al enfrentarse a su Creador".
La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes también se manifestó sobre la noticia y emitió un comunicado:
"Estamos seguros de que mucha gente tendrá sentimientos encontrados por la muerte del cardenal Bernard Law.
Los sobrevivientes del abuso infantil en Boston, que fueron traicionados por el encubrimiento de Law a los crímenes y luego traicionados por su traslado a Roma, fueron los más heridos. No hay palabras para aliviar su dolor y el de sus seres queridos.
Nuestra única esperanza es que el Vaticano tenga a los sobrevivientes en mente cuando llegue el momento del funeral del cardenal. Dudamos de que haya alguna víctima de abuso que alguna vez reciba la misma atención, pompa y circunstancia por parte del papa Francisco. Cada católico debe preguntarle al Papa y al Vaticano por qué. ¿Por qué la vida de Law fue tan celebrada cuando los sobrevivientes de los abusos del clero de Boston sufrieron tanto? ¿Por qué Law fue ascendido cuando los niños católicos de Boston fueron abusados, ignorados y aislados una y otra vez?
El enfoque celebratorio en los encubridores de los abusos como Law debe terminar. Es tiempo de que el Vaticano se reenfoque en el cambio: proteger a los niños y a aquellos que han sido heridos".
Fuente: infobae.com
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