Aldi Novel Adilang, de 19 años, había estado trabajando como encargado de la lámpara en una trampa flotante para peces , conocida localmente como rompong, situada a 125 kilómetros de la costa norte de Manado en la provincia de North Sulawesi, Indonesia. (1)
Los Rompongs, que parecen pequeñas chozas, son dispositivos agregadores de peces que se asientan sobre boyas y flotadores y están anclados a bloques de concreto por cuerdas en el fondo marino.
El 14 de julio, cuando fuertes vientos rompieron los amarres que lo mantenían en su lugar. Sin motor, ni palas, el adolescente se alejó miles de millas de la costa de Indonesia hacia Guam.
Muchas personas de todo el mundo han escuchado la historia de éste joven indonesio. Él sobrevivió siente semanas a la deriva en el mar con nada más que su pequeño bote de pesca y su Biblia.
Esta insólita historia, da testimonio real a la palabra de la biblia en donde nuestro Señor Jesús fue tentado, y Él le respondió al tentador con la escritura: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino … Mateo 4:4. (RV).
Newsweek informa que Fajar Firdaus, un diplomático indonesio del consulado en Osaka, le dijo a The Jakarta Post: “Aldi dijo que había estado asustado y que a menudo lloraba mientras estaba a la deriva. Cada vez que veía un barco grande, decía, tenía esperanzas, pero más de 10 barcos habían pasado a su lado. Ninguno de ellos se detuvo o vio a Aldi” (2)
En una entrevista con TribunManado, Aldi dijo que creía que “iba a morir allí”.
El adolescente dijo que su salud mental había sufrido; en un momento consideró saltar al océano para suicidarse. En esos momentos, dijo, recordó el consejo de sus padres: cuando estén desesperados, oren. (3)
A medida que su confianza disminuía en su propia capacidad para sobrevivir y la depresión comenzó a abrumarlo, recordó la Biblia que tenía a bordo. (4)
Leyó los libros de Génesis, Salmos, Isaías, Mateo y Juan, donde se le recordó que su ancla y su brújula son, en última instancia, Jesús. Y él oró.
Finalmente, después de 49 días, Aldi logró enviar una señal de radio a un barco petrolero panameño que pasaba por las aguas de Guam, a cientos de millas de Sulawesi. (La radio fue un regalo de un amigo, quien se la dio en caso de que alguna vez se perdiera en el mar). Incluso su rescate fue difícil. Las grandes olas le dificultaron el salto de su cabaña de pesca al bote. Según el Telegraph, tuvo que saltar al agua y agarrarse a una línea del barco. (5)
Adilang no tenía mucho que hacer, más que clamar a Dios.
“El adolescente dijo que ofreció muchas oraciones llorosas a Dios para que lo rescataran y así pudiera ver a su madre y a su padre otra vez”, explica Western Journal. “También leyó cantó canciones cristianas”. (6)
El adolescente voló a su casa en Manado el 8 de septiembre, acompañado por funcionarios del consulado, y, según informes, goza de buena salud. (7)
¡Qué increíble historia de la asombrosa capacidad de Dios para consolarnos incluso en los momentos más angustiosos! Alabadle que este joven fue salvo y traído junto con su familia.
Para el futuro previsible, Aldi planea seguir confiando en el Señor y permanecer en la tierra. El domingo, 30 de septiembre, cumplirá 19 años.
Al igual que los discípulos en el furioso Mar de Galilea, Aldi confió en que el Señor lo libraría a través de la tormenta.
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