Israel ha incrementado su presencia militar a lo largo de la frontera con Gaza, como parte de los llamados de los principales políticos a una campaña militar a gran escala, para poner fin a la violencia y los ataques con cohetes que vincula a Hamas.
Las autoridades israelíes, estacionaron alrededor de 60 tanques y vehículos blindados de transporte de personal, en un área de despliegue cerca de la frontera palestina. Según Reuters, en la que podría ser la mayor maniobra militar de Israel desde la Operación Borde Protector de 2014.
En el último intercambio de esta semana, un cohete de Gaza golpeó la ciudad de Be’er Sheva, en el sur de Israel, y dañó una casa, mientras que otro cayó al mar. En una serie de ataques aéreos de represalia el martes por la noche, las Fuerzas israelíes mataron a un palestino e hirieron a varios más, apuntando a ocho “lugares terroristas”.
Al tratar de justificar su rápida escalada militar, los funcionarios israelíes afirmaron que el cohete que aterrizó en el mar llegó “peligrosamente cerca” a Tel Aviv. Sin embargo, Hamas no asumió ninguna responsabilidad por el ataque con cohetes y prometió una investigación.
Además de la respuesta militar, Israel cerró dos puestos de control fronterizos e instituyó un límite de tres millas para los barcos pesqueros palestinos. Los funcionarios palestinos ya han descrito a Gaza como un “punto de ruptura”, citando “el bloqueo israelí que estranguló la vida y los negocios en Gaza”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió “una acción muy fuerte” en caso de futuros ataques con cohetes, convocando a su gabinete de seguridad tan pronto como los proyectiles cayeran al suelo.
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