teólogos
marzo 10, 2019
Mayoría de iglesias en EEUU están en declive o estancadas
Diferentes teólogos apuntan a la idea bastante común en el llamado “Evangelio de la Prosperidad” de que muchas promesas para los pobres y los enfermos acaban no cumpliéndose, lo que genera frustración en los oyentes.
Una encuesta publicada este mes en Estados Unidos concluyó que los fieles con salud física precaria y bajo nivel socio económico cada vez más están leyendo la Biblia sólo para alcanzar “salud y riqueza”, aunque eso muchas veces esto los haga sentirse peor.
“A primera vista, puede parecer obvio que las personas con mayores privaciones en algún aspecto de la vida tienen más probabilidades de recurrir a las Escrituras para buscar orientación”, destacan los sociólogos Reed De Angelis, John Bartowski y Xiahe Xu. Los resultados de su estudio se publicaron en Journal for the Scientific Study of Religion.
Con base en las respuestas de 1.500 encuestados, los investigadores descubrieron que las personas con problemas de salud eran “28% más propensas” a buscar promesas sobre salud en las Escrituras, mientras que aquellas que pasan por privaciones económicas tenían un 62,5% más probabilidades de buscar ” dictar “sobre cómo obtener riqueza. Ellos demostraban que no recurrían a la Biblia por otras razones, como devoción personal o estudio individual.
“Nuestros análisis indican que ciertos segmentos desfavorecidos de la población cada vez más están mirando las Escrituras estrictamente como una búsqueda personalizada para la autoayuda y la exclusión de otras formas de estudio religioso”, relataron los investigadores en su estudio.
De acuerdo con su análisis, cerca del 20% de las personas que declaran leer la Biblia a menudo recurrieron a las Escrituras para revelaciones sobre la salud y el 30% para saber lo que dice sobre la riqueza. Este es un resultado directo de los sermones que escuchan sobre estos temas en las iglesias o en la televisión.
Depresión
Aunque es una cuestión compleja, que depende de diferentes contextos, los investigadores descubrieron que este tipo de enfoque de las Escrituras puede hacer que las personas se sienten frustradas y hasta deprimidas.
“Nuestros análisis sugieren que la lectura de las Escrituras enfocadas sólo en salud y curación exacerbó los efectos adversos, generando síntomas depresivos. Nuestra conclusión es consistente con la literatura ya existente sobre el ‘lado negro’ de ese enfrentamiento espiritual”, escribieron.
Los recientes descubrimientos sobre estos lectores de la Biblia enfocados en “salud y riqueza” corroboran con la teoría hermenéutica que apunta a conceptos preestablecidos sobre vivencias que afectan la interpretación de las Escrituras. En este caso, las personas que enfrentan problemas de salud o dificultades financieras leen extractos bíblicos buscando respuestas con expectativas y suposiciones específicas, que no se sostienen teológicamente.
Los autores del estudio concluyen: “Las ideas preconcebidas, comúnmente enraizadas en experiencias personales, son necesarias para que se inicie el proceso de comprensión más amplio”.
Una búsqueda de LifeWay Research Institute, Nashville (EE.UU.) publicado en agosto, indica que el 69% de los evangélicos creen que Dios desea la prosperidad económica de los fieles.
Al mismo tiempo, el 16% dice que “hay que hacer algo para Dios si quiere recibir bendiciones materiales a cambio” y el 38% aprendió en su congregación que “si dona más dinero a la Iglesia, Dios me recompensará”.
Como se ha señalado por Scott McConnell, director ejecutivo de LifeWay, “un grupo significativo de iglesias enseñan que las donaciones desencadenan una respuesta financiera de Dios”. Y eso influye en la manera en que las personas ven su relación con Dios.
El estudioso cree que todavía hay una diferencia entre el púlpito y los bancos. “Varios líderes evangélicos influyentes ya condenaron la teología de la prosperidad”, recuerda, “pero la mayoría de los creyentes todavía piensa que existe esa relación directa entre dar dinero y recibir bendiciones”.
Fuente: On Line Library