tigueraje
noviembre 05, 2016
“Antes de ser cristiano tenía mucho dinero, pero mi corazón estaba vacío”, dice Jossie Esteban
Durante muchos años, el cantante Jossie Esteban, quien fuera líder de la Patrulla 15 junto a Ringo Martínez desde 1979, era un artista normal, como cualquier otro. Les cantaba a las mujeres, a la jerga, el tigueraje, la Navidad y a las bebidas alcohólicas.
Se le recuerda por canciones como Noche de copas, Vivirás, El Cantinero, Llegó Navidad, La Negra, El tiguerón, Pegando el pecho, Si tú me dices, Agua de coco, Que me vengo cayendo, Chupa que chupa, Bebo de noche y bebo de día, Pirulo, Se me murió mi canario y otros de corte romántico, navideñas, de bebidas y mujeres.
Pero un día eso cambió. Según contó Jossie Esteban para el libro Merengueros, del periodista Fausto Polanco, a partir de 2004 se transformó en otra persona al convertirse en evangélico y dedicar toda su música a alabar a Dios.
Contó que andando por el mundo durante más de 30 años, al llegar a los hoteles donde se hospedaba se quedaba mirando el techo, muy solitario, y se daba cuenta que no tenía nada, aunque pensaba que lo tenía todo, ya que nunca podía estar con su familia.
Cuando llegaba a su casa, luego de meses de gira por países lejanos de Europa, Estados Unidos, Centro y Sur América, contaba el dinero que se ganaba, pagaba sus deudas, pero sentía un gran vacío.
Volvía a tocar en otras giras, con mucha gente a su lado, amigos por dondequiera, fama, mujeres que lo aclamaban, pero a pesar de todo seguía con una fuerte sensación de vacío en su alma.
“Tenía mucho dinero en el bolsillo, pero mi corazón estaba vacío y lo único que hacía era preguntarle al Señor el porqué me sentía de esa forma”, dijo Esteban para el libro Merengueros del periodista Fausto Polanco.
De retirada a RD
Jossie Esteban residía en Puerto Rico desde 1979 y en 2002 se fue de retirada a Santo Domingo, procedente de Puerto Rico, pues tenía la intención de administrar su carrera artística desde su país, así como otros negocios que poseía.
Sin embargo, a raíz de la crisis bancaria que asoló el país en 2003, casi perdió sus empresas. Entre ellas las emisoras Manía y Latidos.
“Los cobros se pusieron difíciles para esa época. Tenía en las calles más de cinco millones de pesos, ya que nadie quería pagar porque no había flujo de dinero; y si a uno no le pagan es difícil que uno pague a sus deudores”, dijo.
Su esposa, Mildred Villanueva Rodríguez, cristiana antes que él, que tenía 10 años en el evangelio, lo ayudó a seguir hacia delante y con ella y su hijo más joven se fue a Puerto Rico de nuevo.
Al llegar a su casa una noche se hincó frente a su cama y le pidió al Señor: “No permita que mis negocios se caigan y si es verdad que tú eres Dios, por favor ayúdame con esto. Cuando estaba hincado Dios me mostró todo lo que me había dado, que es mucho”.
Cuando el milagro de Dios llegó
Jossie cuenta que como a los 10 días de haberle pedido con fe a Dios, la gente empezó a pagarle de dos, tres y cuatro mil pesos. Poco a poco le empezaron a llegar cheques de 10 y 15 mil pesos. A los pocos días de 30, 40 y 50 mil pesos y desde entonces pudo pagar la nómina de empleados sin atrasos.
Recuerda que llegó a Puerto Rico un viernes por la noche y el domingo de esa misma semana decidió visitar una iglesia evangélica. Allí oró, le dio gracias a Dios por haberlo escuchado y de ahí en adelante empezó a sentir la gracia del Señor y no ha pasado más calamidades.
“Estamos llevando la palabra de Dios mediante prédicas y mis canciones. Donde canté música mundana ahora llevo palabras que edifican a las personas”. Y aquella gente que bailaba sus merengues y se enamoraba en las fiestas, ahora va con sus hijos a verlo cantar nuevas canciones, muy diferentes.
Algunos merengueros se han acercado a él, con mucho respeto, y se sonríen al verlo transformado. Jossie no puede contenerse y les pregunta si creen que él está loco, por la forma en cómo lo miran.
Sin embargo ellos le responden que no es así. Entonces le manifiestan su admiración por la nueva persona que es, y que les gustaría estar también como él, tan feliz y gozoso.
Era acomplejado
Tenía complejo por su pelo, ya que no encontraba cómo arreglarse, debido a que como quiera que se peinara dejaba ver su calva, y ahora eso no le importa.
Su emisora Manía, que era de música tropical (salsa y merengue), en 2009 cambió su programación a música cristiana y también de nombre. Ahora es “Pura vida”, en los 92.9 de la frecuencia modulada.
Para la época hasta trabajó como locutor de su propia emisora Tope, en el 93.7 del dial, en horas de la tarde. Salía al aire identificado como Steven, lo que según sus propias palabras lo hacía como un ‘hobby’.
A finales de 2006 grabó la producción “En victoria estoy” y en 2007 lanzó el álbum “Lo que se ve no es”. A ese siguió, en 2008, “Soy bendecido”; y en 2009, “Pruebas”, todos compuestos por canciones cristinas, pero que no llegaron a la radio comercial.
Desde que empezó su nueva vida con Dios y el cristianismo, Jossie Esteban dejó de cantar sus merengues que hablaban de alcohol y parranda, a los cuales hasta les cambiaba las letras en las fiestas que hacía, cuando cantaba.
Extraído del libro Merengueros, de Fausto Polanco
Se le recuerda por canciones como Noche de copas, Vivirás, El Cantinero, Llegó Navidad, La Negra, El tiguerón, Pegando el pecho, Si tú me dices, Agua de coco, Que me vengo cayendo, Chupa que chupa, Bebo de noche y bebo de día, Pirulo, Se me murió mi canario y otros de corte romántico, navideñas, de bebidas y mujeres.
Pero un día eso cambió. Según contó Jossie Esteban para el libro Merengueros, del periodista Fausto Polanco, a partir de 2004 se transformó en otra persona al convertirse en evangélico y dedicar toda su música a alabar a Dios.
Contó que andando por el mundo durante más de 30 años, al llegar a los hoteles donde se hospedaba se quedaba mirando el techo, muy solitario, y se daba cuenta que no tenía nada, aunque pensaba que lo tenía todo, ya que nunca podía estar con su familia.
Cuando llegaba a su casa, luego de meses de gira por países lejanos de Europa, Estados Unidos, Centro y Sur América, contaba el dinero que se ganaba, pagaba sus deudas, pero sentía un gran vacío.
Volvía a tocar en otras giras, con mucha gente a su lado, amigos por dondequiera, fama, mujeres que lo aclamaban, pero a pesar de todo seguía con una fuerte sensación de vacío en su alma.
“Tenía mucho dinero en el bolsillo, pero mi corazón estaba vacío y lo único que hacía era preguntarle al Señor el porqué me sentía de esa forma”, dijo Esteban para el libro Merengueros del periodista Fausto Polanco.
De retirada a RD
Jossie Esteban residía en Puerto Rico desde 1979 y en 2002 se fue de retirada a Santo Domingo, procedente de Puerto Rico, pues tenía la intención de administrar su carrera artística desde su país, así como otros negocios que poseía.
Sin embargo, a raíz de la crisis bancaria que asoló el país en 2003, casi perdió sus empresas. Entre ellas las emisoras Manía y Latidos.
“Los cobros se pusieron difíciles para esa época. Tenía en las calles más de cinco millones de pesos, ya que nadie quería pagar porque no había flujo de dinero; y si a uno no le pagan es difícil que uno pague a sus deudores”, dijo.
Su esposa, Mildred Villanueva Rodríguez, cristiana antes que él, que tenía 10 años en el evangelio, lo ayudó a seguir hacia delante y con ella y su hijo más joven se fue a Puerto Rico de nuevo.
Al llegar a su casa una noche se hincó frente a su cama y le pidió al Señor: “No permita que mis negocios se caigan y si es verdad que tú eres Dios, por favor ayúdame con esto. Cuando estaba hincado Dios me mostró todo lo que me había dado, que es mucho”.
Cuando el milagro de Dios llegó
Jossie cuenta que como a los 10 días de haberle pedido con fe a Dios, la gente empezó a pagarle de dos, tres y cuatro mil pesos. Poco a poco le empezaron a llegar cheques de 10 y 15 mil pesos. A los pocos días de 30, 40 y 50 mil pesos y desde entonces pudo pagar la nómina de empleados sin atrasos.
Recuerda que llegó a Puerto Rico un viernes por la noche y el domingo de esa misma semana decidió visitar una iglesia evangélica. Allí oró, le dio gracias a Dios por haberlo escuchado y de ahí en adelante empezó a sentir la gracia del Señor y no ha pasado más calamidades.
“Estamos llevando la palabra de Dios mediante prédicas y mis canciones. Donde canté música mundana ahora llevo palabras que edifican a las personas”. Y aquella gente que bailaba sus merengues y se enamoraba en las fiestas, ahora va con sus hijos a verlo cantar nuevas canciones, muy diferentes.
Algunos merengueros se han acercado a él, con mucho respeto, y se sonríen al verlo transformado. Jossie no puede contenerse y les pregunta si creen que él está loco, por la forma en cómo lo miran.
Sin embargo ellos le responden que no es así. Entonces le manifiestan su admiración por la nueva persona que es, y que les gustaría estar también como él, tan feliz y gozoso.
Era acomplejado
Tenía complejo por su pelo, ya que no encontraba cómo arreglarse, debido a que como quiera que se peinara dejaba ver su calva, y ahora eso no le importa.
Su emisora Manía, que era de música tropical (salsa y merengue), en 2009 cambió su programación a música cristiana y también de nombre. Ahora es “Pura vida”, en los 92.9 de la frecuencia modulada.
Para la época hasta trabajó como locutor de su propia emisora Tope, en el 93.7 del dial, en horas de la tarde. Salía al aire identificado como Steven, lo que según sus propias palabras lo hacía como un ‘hobby’.
A finales de 2006 grabó la producción “En victoria estoy” y en 2007 lanzó el álbum “Lo que se ve no es”. A ese siguió, en 2008, “Soy bendecido”; y en 2009, “Pruebas”, todos compuestos por canciones cristinas, pero que no llegaron a la radio comercial.
Desde que empezó su nueva vida con Dios y el cristianismo, Jossie Esteban dejó de cantar sus merengues que hablaban de alcohol y parranda, a los cuales hasta les cambiaba las letras en las fiestas que hacía, cuando cantaba.
Extraído del libro Merengueros, de Fausto Polanco