Indígenas católicos queman cinco hogares evangélicos en Chiapas
Los evangélicos fueron a la cárcel de la comunidad. Desde 1982 han sido destruidas 180 casas de evangélicos de Mitzitón.
Autoridades y pobladores católicos tradicionalistas de la comunidad de Mitzitón, municipio de San Cristóbal de Las Casas, destruyeron y quemaron cinco casas propiedad de indígenas evangélicos, denunció el pastor Esdras Alonso González, de la organización Alas de Águila.
Explicó que las viviendas eran propiedad del pastor Alejandro Jiménez Jiménez, y de sus hijos, expulsados de la comunidad el 10 de enero pasado, acusado del “delito” de tratar de construir un templo evangélico.
Desde entonces Alejandro y su familia han estado viviendo en el albergue que Alas de Aguila tiene en San Cristóbal, ya que, a pesar de la denuncia correspondiente, la Fiscalía “nada ha hecho”.
Además, Alejandro Jiménez y algunos de sus hijos fueron encarcelados durante horas este pasado jueves en la cárcel de la comunidad, pero “al salir se fue a casa de sus padres, pues sus hermanos le dijeron que no se fuera” ante la grave situación médica de su madre.
El desencadenante de la actual (y de momento última) agresión fue que Jiménez Jiménez regresó este jueves a Mitzitón, comunidad ubicada sobre la carretera a Comitán, para visitar a su madre porque “está muy grave”.
“Los tradicionalistas le dijeron que se tiene que ir, pero él les dijo que ahí tiene su terreno y sus derechos agrarios y que por lo tanto no lo pueden correr. Aparte, tiene muchos hermanos y le dijeron que no se vaya que su mamá está enferma”, expresó.
Desde 1982 a la fecha han sido destruidas 180 casas de evangélicos de Mitzitón, durante cinco agresiones de parte de los católicos. Las 180 familias desde entonces han tenido que salir de la comunidad para ubicarse en otros lugares.
Perseguidos desde el pasado mes de enero
Alonso González explicó que cuando Jiménez fue expulsado en enero, en realidad estaba construyendo su primera casa de cemento y bloques, pero los tradicionalistas pensaron que se trataba de un templo y sin investigar destruyeron la construcción.
Agregó que ya en enero los tradicionalistas católicos, a la vez que destruían lo que creían un templo, “le quitaron las láminas y la madera a las construcciones y amontonaron sus pertenencias; pero este jueves además derribaron los cimientos y las paredes con marro, además de que quemaron todo lo que había”.
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