Zika
marzo 29, 2016
Vínculo del zika con microcefalia y Gillain-Barré centra la agenda científica
WASHINGTON.- El posible vínculo del zika con la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré son los temas más urgentes en la investigación científica sobre el actual brote del virus y se espera que en los próximos tres o cuatro meses los primeros estudios comiencen a arrojar luz.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), con sede en Washington, concluyó hoy una reunión extraordinaria de dos días en la que 70 científicos de todo el mundo han abordado una agenda común para dar respuesta a las preguntas más acuciantes sobre el zika.
"La idea es unir a la comunidad internacional en una agenda de investigación común, haremos público el informe y las conclusiones para toda la comunidad. No se trata de ver qué institución hace qué", explicó hoy en rueda de prensa Marcos Espinal, director de enfermedades contagiosas de la OPS.
Preguntado cuándo podrán conocerse los primeros resultados de ese esfuerzo investigador, Espinal recordó que "la ciencia tiene que seguir su curso", pero se mostró confiado en que las primeras respuestas llegarán en los próximos tres o cuatro meses.
El actual brote de zika, que afecta sobre todo a América Latina y al Caribe, ha obligado a los organismos y agencias de salud a reconocer lo mucho que se desconoce sobre un virus que fue descubierto en los años cincuenta en el bosque Zika de Uganda.
Los problemas comienzan desde el diagnóstico. Por un lado, el 80% de los infectados no tienen síntomas y algunos que sí los presentan no van al médico porque son tan leves como los de un resfriado.
Por otro lado, las pruebas de laboratorio para detectar el zika "aún no están muy desarrolladas", como admitió Espinal, de manera que se carece de una herramienta clave tanto para identificar casos como para conocer más el virus a través de estudios.
Dos hospitales de Texas crearon hace dos semanas una prueba rápida que detecta el virus a partir de su material genético en solo unas horas, la primera disponible en centros médicos de Estados Unidos.
El director de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Lyle Petersen, aseguró hoy que distribuirán esas pruebas en todo el país y buscarán "la mejor manera" para que estén disponibles también en otras naciones más afectadas por el virus.
Espinal, la voz de la OPS en todos los foros sobre zika, acostumbra a decir "que no estaríamos aquí hablando del virus si no fuera por la microcefalia". Su vinculación cada vez más fuerte con esta y otras malformaciones congénitas es lo que ha causado la mayor alarma.
Solo Brasil y la Polinesia Francesa han reportado casos de microcefalia vinculados al zika, pero la OPS prevé que en los próximos meses se identifiquen los primeros casos en Colombia, donde el brote se detectó en octubre.
En seis países o territorios se ha detectado un incremento de casos del síndrome de Guillain-Barré (trastorno neurológico) posiblemente asociado al virus: Brasil, Polinesia Francesa, El Salvador, Colombia, Venezuela y Surinam.
"El vínculo entre el zika y la microcefalia es extremadamente fuerte, si miras su patología, hay numerosas evidencias de este vínculo", consideró Petersen, a pesar de que aún no se ha comprobado una relación de causa-efecto entre el virus y la enfermedad.
"En cuanto al Guillén-Barré, vemos un incremento muy consistente en los casos en varios países donde hay zika, lo que sugiere ese vínculo, pero aún no es tan fuerte como el de la microcefalia, porque no tenemos información patológica", agregó el experto.
Petersen prevé que se establezca un "fuerte vínculo" entre el virus y estas dolencias en los resultados de los casos de control que se conocerán en las próximas semanas.
Por su parte, Paulo Buss, el director de relaciones internacionales de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, señaló que "todavía no se conocen las consecuencias del virus del Zika", no sólo para las embarazadas, sino también para el resto de la población, ya que no se sabe "su extensión en los adultos".
En este contexto, y con más preguntas que respuestas, Petersen consideró que la comunidad científica y las agencias de salud deben moverse "extraordinariamente rápido".
"Este brote nos recuerda que hemos dejado deteriorar en los últimos diez años nuestra capacidad de responder a las enfermedades cuyo vector es un mosquito, tenemos que tener en cuenta siempre que nuevas cosas pueden pasar", apuntó.
Ante la preocupación que han despertado los primeros casos de trasmisión sexual del virus en este brote, el experto estadounidense recordó que, en los países donde hay contagio por el mosquito, es muy difícil determinar si las infecciones son por sexo o por el vector.
Poder identificar la vía de contagio es "una prioridad urgente", consideró.
La transmisión local del virus (por picadura del mosquito "Aedes aegypti") se ha confirmado en un total de 31 países y territorios del continente, la gran mayoría en América Latina y el Caribe, mientras que en Estados Unidos solo ha habido casos importados (de viajeros infectados en el extranjero).
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), con sede en Washington, concluyó hoy una reunión extraordinaria de dos días en la que 70 científicos de todo el mundo han abordado una agenda común para dar respuesta a las preguntas más acuciantes sobre el zika.
"La idea es unir a la comunidad internacional en una agenda de investigación común, haremos público el informe y las conclusiones para toda la comunidad. No se trata de ver qué institución hace qué", explicó hoy en rueda de prensa Marcos Espinal, director de enfermedades contagiosas de la OPS.
Preguntado cuándo podrán conocerse los primeros resultados de ese esfuerzo investigador, Espinal recordó que "la ciencia tiene que seguir su curso", pero se mostró confiado en que las primeras respuestas llegarán en los próximos tres o cuatro meses.
El actual brote de zika, que afecta sobre todo a América Latina y al Caribe, ha obligado a los organismos y agencias de salud a reconocer lo mucho que se desconoce sobre un virus que fue descubierto en los años cincuenta en el bosque Zika de Uganda.
Los problemas comienzan desde el diagnóstico. Por un lado, el 80% de los infectados no tienen síntomas y algunos que sí los presentan no van al médico porque son tan leves como los de un resfriado.
Por otro lado, las pruebas de laboratorio para detectar el zika "aún no están muy desarrolladas", como admitió Espinal, de manera que se carece de una herramienta clave tanto para identificar casos como para conocer más el virus a través de estudios.
Dos hospitales de Texas crearon hace dos semanas una prueba rápida que detecta el virus a partir de su material genético en solo unas horas, la primera disponible en centros médicos de Estados Unidos.
El director de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, Lyle Petersen, aseguró hoy que distribuirán esas pruebas en todo el país y buscarán "la mejor manera" para que estén disponibles también en otras naciones más afectadas por el virus.
Espinal, la voz de la OPS en todos los foros sobre zika, acostumbra a decir "que no estaríamos aquí hablando del virus si no fuera por la microcefalia". Su vinculación cada vez más fuerte con esta y otras malformaciones congénitas es lo que ha causado la mayor alarma.
Solo Brasil y la Polinesia Francesa han reportado casos de microcefalia vinculados al zika, pero la OPS prevé que en los próximos meses se identifiquen los primeros casos en Colombia, donde el brote se detectó en octubre.
En seis países o territorios se ha detectado un incremento de casos del síndrome de Guillain-Barré (trastorno neurológico) posiblemente asociado al virus: Brasil, Polinesia Francesa, El Salvador, Colombia, Venezuela y Surinam.
"El vínculo entre el zika y la microcefalia es extremadamente fuerte, si miras su patología, hay numerosas evidencias de este vínculo", consideró Petersen, a pesar de que aún no se ha comprobado una relación de causa-efecto entre el virus y la enfermedad.
"En cuanto al Guillén-Barré, vemos un incremento muy consistente en los casos en varios países donde hay zika, lo que sugiere ese vínculo, pero aún no es tan fuerte como el de la microcefalia, porque no tenemos información patológica", agregó el experto.
Petersen prevé que se establezca un "fuerte vínculo" entre el virus y estas dolencias en los resultados de los casos de control que se conocerán en las próximas semanas.
Por su parte, Paulo Buss, el director de relaciones internacionales de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, señaló que "todavía no se conocen las consecuencias del virus del Zika", no sólo para las embarazadas, sino también para el resto de la población, ya que no se sabe "su extensión en los adultos".
En este contexto, y con más preguntas que respuestas, Petersen consideró que la comunidad científica y las agencias de salud deben moverse "extraordinariamente rápido".
"Este brote nos recuerda que hemos dejado deteriorar en los últimos diez años nuestra capacidad de responder a las enfermedades cuyo vector es un mosquito, tenemos que tener en cuenta siempre que nuevas cosas pueden pasar", apuntó.
Ante la preocupación que han despertado los primeros casos de trasmisión sexual del virus en este brote, el experto estadounidense recordó que, en los países donde hay contagio por el mosquito, es muy difícil determinar si las infecciones son por sexo o por el vector.
Poder identificar la vía de contagio es "una prioridad urgente", consideró.
La transmisión local del virus (por picadura del mosquito "Aedes aegypti") se ha confirmado en un total de 31 países y territorios del continente, la gran mayoría en América Latina y el Caribe, mientras que en Estados Unidos solo ha habido casos importados (de viajeros infectados en el extranjero).
Fuente: 7dias.com.do