robar
octubre 13, 2017
Atajo hacia el cielo
El Vaticano divulgó un decreto concediendo indulgencias a quien acompañe la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), inclusive por internet, mientras que sea en vivo y “con la debida devoción”. Vi un chiste, (¡porque una cosa así solo se puede tomar en chiste!) en televisión: “Participar de la JMJ valdrá el perdón automático del pecado” y abajo el comentario: “¿Quiere decir que puedo matar, robar y codiciar a la mujer del prójimo hasta el lunes? ¡Fantástico!” Fácil, ¿no? Hablando en serio, quien acompañe la Jornada online “con la debida devoción” garantiza la impunidad… Asesinos, mentirosos, adúlteros y pedófilos deben estar muy felices con la noticia. Pero siento decepcionarlos…ustedes están siendo engañados.
En la tradición católica (sin base bíblica alguna) los méritos de los santos pueden ser distribuidos por el papa a través de indulgencias, para que las personas sean salvas por los méritos ajenos. La confesión eliminaría la culpa pero solamente una indulgencia sería capaz de eliminar el castigo por un pecado cometido. Incluso arrepentido y perdonado, el ciudadano todavía podría ir al “purgatorio” o al infierno, pues le fue perdonada la culpa, pero sigue teniendo que pagar la pena, ¡¡sea aquí en la Tierra o en el más allá!!
Esa fue la forma que el Papa León X encontró para convencer a los fieles a contribuir económicamente para construir la Basílica de San Pedro en el Vaticano en 1517. A fin de cuentas, ¿quién no quiere un atajito hacia el cielo? El camino largo, sin gran esfuerzo… media docena de rituales religiosos y una contribución para los cofres del Vaticano eran suficientes para alcanzar la salvación. En esa época, los “perdonadores” profesionales de la iglesia inmortalizaron la indignante frase: “Ni bien la moneda tintinea en el cofre, el alma sale del purgatorio”.
Esa práctica llevó a Lutero a comenzar la reforma protestante, después, la práctica de la venta de indulgencias fue prohibida. Sin embargo, ahora ella está de vuelta, con una nueva cara, ¡en sintonía con la modernidad! En el mundo en el que tener seguidores en el Twitter y estar entre los Trending Topics es importantísimo para cualquier empresa o evento, la nueva moneda es la popularidad. Las empresas invierten pesado en eso, hacen promociones y ofrecen de todo lo que pueden ofrecer a cambio de seguidores, retuítes y audiencia.
¡Más divulgación significa mayor participación y más gente hablando al respecto! De esa manera, intercambiando tickets rápidos para la salvación por participación online en la Jornada, la iglesia católica garantiza que el evento tendrá el éxito que la propaganda en los medios promete. Es el tipo de promesa que no puede ser contestada en el Procon, pues la persona solo percibe la propaganda engañosa después de que muere, o descubre que no existe el purgatorio, que aquella indulgencia no le garantizó el cielo. Demasiado tarde.
¿Cómo un hombre o una institución pueden darme derecho a cometer la injusticia que yo quiera cometer y liberarme de las consecuencias por acompañar un evento? Tal vez por eso los padres pedófilos no acostumbran ser castigados por la iglesia (solo transferidos a otras parroquias, donde pueden cobrarse nuevas víctimas) Ahora es todavía más fácil, ¡pueden acompañar por internet los eventos que dan una indulgencia de regalo!
Sé que voy a contramano del mundo al posicionarme en contra de esa práctica, pero no puedo quedarme callada. Ninguna iglesia tiene poder para perdonar pecados o incluso para negociar un lugarcito en el cielo. Lo gracioso es que de eso nos acusan ellos hace 36 años: “vender un lugarcito en el cielo” (¿será que nos miden por lo que hacen ellos?) Estoy en la Universal hace trece años y nunca vi a nadie comercializar la salvación o el perdón de los pecados, por lo contrario, siempre quedó bien claro que la salvación depende única y exclusivamente de la entrega total al Señor Jesús, ya que Él es el único capaz de perdonar pecados.
Pero la religión es así, distorsiona la verdad, inventa reglas que le convienen… si la indulgencia solo es válida con la confesión y si para confesarse la persona necesita ir a la iglesia, ¿no sería esa una forma de traer de vuelta a aquellos que no han ido más a las misas? Es importante que los sinceros sean alertados, solo existe un camino para evitar la muerte eterna:
“Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? Porque no quiero la muerte del que muere, dice el SEÑOR; convertíos, pues, y viviréis.” Ezequiel 18:31-32.
Alguien puede argumentar que la libertad religiosa garantiza a la iglesia católica el derecho a decir la mentira anti bíblica que quiera a sus seguidores. Sin embargo, en ese caso, como ciudadana brasileña, yo me siento 100% autorizada a emitir opinión al respecto, al final de cuentas, ¡la Jornada está siendo financiada con el dinero público! ¡Eso mismo! Con mi dinero, sin mi consentimiento, contra mi interés. En un estado que se dice laico, serán gastados más de trescientos millones en el evento.
Recientemente las personas salieron a la calle para protestar por el mal uso del dinero público y el Vaticano no ve problema alguno en dejar que Brasil cargue con la mayor parte de los gastos del viaje del papa… al final de cuentas, el Vaticano es tan pobrecito…
El Ministerio Público de Río de Janeiro intentó impedir que la Prefectura de Río gastase R$ 7.840.636,54 (monto que sería usado sólo en la asistencia médica del evento), lo que obligaría a los organizadores de la JMJ a responsabilizarse por los gastos. No lo consiguió, y el dinero del contribuyente, que podría ser invertido en la salud de la población, en realidad, va a beneficiar el evento del papa.
El portavoz del Vaticano se hizo a un costado, diciendo que la decisión de usar dinero público es de los organizadores y del gobierno (como si el Vaticano no pudiera ofrecerse para pagar los gastos, ¡conociendo la situación de Brasil!)… según él, la llegada de un papa a un país es “siempre muy importante y agradable para gran parte de la población” (para mí no es ni importante ni agradable, en el caso que le interese saberlo). Hasta donde sé, el gobierno no está hecho para “gran parte”, sino para todos. No puede privilegiar a un grupo religioso (él está llegando como líder religioso, pero ni que venga como jefe de Estado… ¿320 millones por una visita?). Imagine si el gobierno financiase la venida de un pastor a Brasil… ¡Todo el mundo estaría indignado! (Inclusive yo)
Un aviso de Dios a quien realmente quiere acercarse a Él: no sirve participar de rituales religiosos, de fiestas solemnes, ni personalmente, ni vía internet. No sirve hacer muchas oraciones, ni confesarse, ni esperar de algún hombre o institución el perdón o el cielo. No es eso lo que nos purifica. El recado es para absolutamente todos los religiosos:
“¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de Mí para hollar Mis atrios? No Me traigáis más vana ofrenda; el incienso Me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas Mi alma; Me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, Yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de Mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice el SEÑOR, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:12-19
Permitir que se saque dinero del tesoro público de un país con tantos problemas como Brasil ¿Es buscar el juicio? ¿Es hacer justicia al huérfano? ¿Es amparar a las viudas? Uno de los pre-requisitos para obtener tal indulgencia es rezar determinadas “plegarias” por el papa… y yo me pregunto: si el papa tuviera realmente poder para perdonar mis pecados, ¿por qué necesitaría mis oraciones?
Fuente. blogs.universal.org