Solo éxitos cristianos anunciando la venida de Jesucristo

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noviembre 15, 2018

Un pastor cristiano realiza una curiosa propuesta a unas trabajadoras sexuales en Colombia

El pastor cristiano puertorriqueño Javier Donate, especializado "en el arte de la comunicación creativa", desconcertó a unas trabajadoras sexuales en Bogotá (Colombia) debido a su inusual propuesta: hablar del amor de Jesucristo.

Mientras se dirigía en automóvil a un burdel, este religioso registró imágenes de la llamada 'zona de tolerancia' de la capital colombiana con mujeres apostadas en distintos lugares de la vía y explicó que los establecimientos de comercio carnal no son ilegales en Colombia, aunque ningún marco legal protege a quienes ejercen esa profesión.

"Contratamos a unas chicas"
En el video que grabó con cámara oculta y publicó en su muro de Facebook —un documento gráfico compartido más de 100.000 veces—, Donate y otro religioso ingresaron a una "casa de prostitución" y 'contrataron' a unas chicas por 10 dólares cada una.

"En lugar de tener sexo con ellas, les hablamos del amor de Jesucristo", aseveró un hombre que tiene 53.000 seguidores en Facebook.

Javier Donate explicó que emplearon cámaras ocultas en bolígrafos y 'gafas espía'. Al llegar, un varón recibió a la pareja e indicó que escogieran a un par de mujeres de un grupo de 15 "como si fueran mercancía para la venta", en lo que consideró "un atentado contra la dignidad humana".

Tras solicitar a Dios que les permitiera seleccionar a la "persona correcta, la que más necesitara escuchar el mensaje" que llevaban, acudió una joven de 22 años que, según la versión del pastor, creía que los dos clientes tendrían un encuentro sexual con ella.

Reacciones de las mujeres
En lugar de suceder eso, le obsequiaron con una flor y una Biblia en la que habían introducido una hoja con los datos de un centro de atención para mujeres en situación difícil, donde le darían comida y refugio y la ayudarían a conseguir un empleo. La muchacha, cuyo rostro está protegido, contó entre lágrimas que sufría maltratos de los hombres que la contrataban.

Una segunda trabajadora sexual que llegó a la habitación soltó una risa incrédula cuando uno de los pastores le dijo: "Vinimos para pedirte que hagas algo que usualmente no te piden". Esa fémina relató que era venezolana y profesaba la fe cristiana, pero ahora se encontraba en ese lugar: "La respuesta de esta joven nos dejó aturdidos", concluyó el pastor.

Reacciones de los usuarios
Los seguidores de Donate ofrecieron opiniones encontradas sobre esta iniciativa.

Así, una usuaria que era "una sobreviviente de la prostitución" y que no había escogido ejercerla, indicó que "El Estado nos tiene en total abandono" y añadió que no es un trabajo, sino una "violación de los derechos humanos".

Fuente: actualidad.rt.com
septiembre 30, 2016

Mary Toft, la mujer que hace 290 años confundió a los médicos al dar a luz conejos

Una mujer pobre que paría conejos a principios del siglo XVIII en Inglaterra.

No es un cuento fantasioso, sino una historia aparentemente real que llenó las portadas de las publicaciones de la época.

“Desde que les escribí, la pobre mujer ha dado a luz tres nuevos conejos, todos ellos a medio crecer; el último duró 23 horas dentro del útero antes de morir. Si usted tiene alguna persona curiosa que quiera venir a verlo con sus propios ojos, parece que tiene otro en su útero, así que puede venir a sacárselo cuando quiera. No sé cuántos conejos le quedan adentro“.

Esa carta se la escribió John Howard, un “prominente cirujano” de Guilford, Inglaterra, a Nathaniel St Andre, médico de la corte del rey Jorge I en 1763.

La “pobre mujer” era Mary Toft, de 23 años. Ante la suculenta historia, St Andre no dudó en ir a examinarla.

“El 23 de abril pasado, mientras orinaba en el campo, vio un conejo saltando cerca de ella,corriendo. Por eso desarrolló una fijación por los conejos“, escribió el médico real.

“Desde entonces y por más de tres meses, siente un deseo constante de comer conejos, pero como es muy pobre, no ha podido procurar ninguno“.

Cuando vio el conejo que la sorprendió, Toft estaba embarazada y aparentemente tuvo un aborto espontáneo poco antes de que naciera el bebé.

Madre de conejos

“Hoy nos parece descabellado, pero tenemos que entender que en esa época existían muchas dudas sobre la concepción. Incluso gente educada creía que las mujeres podían afectar el desarrollo de los huesos del feto con su pensamiento“, explica Karen Harvey, profesora de la Universidad de Sheffield y autora de un libro sobre Mary Toft que será publicado próximamente.

Fue después de esta dramática experiencia que Mary, apoyada por su marido y por el doctor Howard, comenzó a decir que estaba dando a luz conejos.

A pesar de que salían muertos de su vientre, parecían estar saltando dentro de ella, en su estómago, según observó Richard Manningham, quien la examinó.

“Efectivamente había un movimiento en alguna parte del lado derecho de su estómago“, escribió.
 
El doctor St Andre vio “nacer” el décimo quinto conejo y volvió el caso público. Pero otro de los doctores reales, Cyriacus Ahlers, no estaba muy convencido.

“Le pregunté a la paciente algunas preguntas que no fue capaz de responder. La observé con atención, caminaba por la habitación presionando sus rodillas, como si tuviera miedo de que algo se cayera“.

Con Ahlers en la pieza, Mary Toft dio a luz otro conejo, asistida por John Howard.

“Para ese entonces yo tenía serias sospechas, pero fingí una gran compasión por el cuidado de la mujer, lo que le dio la oportunidad a Howard de contarme todo lo que la pobre mujer había sufrido, y que él esperaba que su majestad le otorgara la gracia, cuando todo esto acabara, de una pensión, dado que había tantos otros a los que se les había otorgado una pensión sin merecerla…“.
El principio del fin

Ahlers investigó las partes de conejo y encontró algunos detalles bastante sospechosos: tenían bolitas en sus estómagos que indicaban que habían comido heno y algunas de sus partes parecían haber sido cortadas con cuchillo.

“Técnicamente, Mary Toft sí dio a luz conejos. Durante meses partes disecadas fueron introducidas a su cuerpo, ella las mantuvo y horas más tarde su cuerpo las expulsó. Este fue un proceso incómodo y muy real”, señala Harvey.
 
La paciente fue llevada a Londres donde esperó el nacimiento de su décimo octavo conejo. El caso ya acaparaba las portadas de todos los periódicos y el artista William Hogarth hizo una caricatura del examen de los conejos, saltando en el piso.

“Nadie, hasta que la mentira terminó, comió conejo“, decía un reporte de la época.

“Me parece increíble que hayan creído que podían seguir con la estafa en Londres, observados tan de cerca. Obviamente los iban a pillar”, comenta Harvey.

Uno de los porteros de la casa donde se estaba quedando la supuesta madre reportó que ella le había pedido que le trajera “el conejo más pequeño que encontrara”. Richard Manningham estaba furioso.

“Le insistí que confesara la verdad. Le dije que creía que era una impostora y que por lo mismo había decidido hacerle un experimento bastante doloroso“.

Fue entonces cuando la mujer confesó.

“No seguiré más con esto. Prefiero colgarme“.

En una serie de confesiones llenas de contradicciones y frases cortadas, la mujer dio su versión de los hechos.

“Tuve un parto horroroso. Una cosa monstruosa salió de mí seguido por una inundación justo después de que vi conejos“.

Lo que describe Toft es un aborto y lo que vino después.

“Mi cuerpo estaba tan abierto como si un niño hubiese salido de él. Sentí dolor como que me picotearan los huesos por dentro durante una hora o más“.

Pero el resto de la historia tiene tres finales distintos en cada confesión.

En una, niega el fraude.

En la siguiente, dice que la ayudó la esposa de un afilador de cuchillos que había pasado por el pueblo.

Y en la última, involucró a su suegra.

El doctor St Andre, quien en un principio había creído en la historia, se retractó.

“Estoy completamente convencido de que esto es un abominable fraude“.

Como técnicamente fingir un embarazo de conejos no era delito, Toft fue puesta en libertad sin cargos.

Murió 40 años después y en su certificado de defunción en la iglesia quedó registrada como: “Mary Toft, viuda y la impostora del conejo“.

Fuente: aldeaviral.com