Solo éxitos cristianos anunciando la venida de Jesucristo

Post Top Ad

Mostrando entradas con la etiqueta huir. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta huir. Mostrar todas las entradas
febrero 20, 2021

PASTOR ABANDONA IGLESIA PARA HUIR CON UNA MIEMBRO MENOR DE EDAD

 


La Policía busca al pastor Francisco Mercado de 39 años de edad, después que huyera, de la iglesia que dirigía, junto a una miembro de nombre Yurielka Marisol Cárcamo Najar de 15 años, a quien aparentemente tomó como mujer.

 El religioso estaba el frente de la iglesia Escala del Cielo en la comunidad el Jiñocuao, sector El Arenal, en el municipio de Somotillo, departamento de Chinandega.

Antes de marcharse la pareja escribió una carta el sábado 13 de febrero. El pastor se disculpa con los miembros de su iglesia y les dice: "hermanos ustedes son testigo de mi problema, he hecho lo que he podido. No puedo más".

En la carta el religioso sostiene que mientras se marchaba de la congregación la menor le pidió que la llevara con él ya que son compañeros de trabajo en "la obra del señor" y descarta la posibilidad de tener algún vinculo amoroso con la chavala.

Aunque la familia difiere de esta versión y sostiene que el pastor le tiene como cónyuge, por ende reportaron el caso a las autoridades y piden ayuda a la población para localizarlos. Cualquier información puede suministrarla al número de WhatsApp 85669048.

Agustín Cárcamo Isaguirrez, padre de la adolescente, se encuentra en Panamá y hoy mismo regresará a Nicaragua para buscarla. El pastor podría ser procesado ya sea por secuestro o por estupro.

Fuente informativa Bismarck Lebron de canal 10.

diciembre 14, 2017

Sólo podíamos hablar de Dios en las letrinas

“Un hombre de cuarenta años intentó huir de la cárcel, pero los guardias lo descubrieron y le metieron una bala en cada rodilla. Luego hicieron que el resto de presos diéramos vueltas a su alrededor para ver cómo se desangraba. A los dos días murió”.

Cuando eres cristiano y estás en la cárcel por serlo y ves escenas como ésta, te deben dar ganas de morirte. Y hasta de renegar de tu fe. Pero Hea Woo (nombre ficticio), evangélica norcoreana, menudita y pausada, de 75 años, aguantó el tirón viviendo durante años en diez cárceles.

Y no sólo eso, sino que hizo proselitismo, hablando de Dios a otros presos en el único lugar donde los guardianes comunistas apenas se atrevían a entrar, por razones obvias: las letrinas.

La suya es una historia de sacrificio y supervivencia, de desolación pero también de fe. Ahora está al frente de la Lista Mundial de Persecución de la fundación Puertas Abiertas y recorre Occidente contando su odisea y pidiendo a los cristianos que recen y se acuerden de sus hermanos en la fe que sufren persecución en Corea del Norte.

Cuando Woo recuerda su infancia, no puede olvidarse del colgante con una cruz que siempre llevaba su madre, pero no supo que era cristiana hasta que murió.

Corea había sido a principios del siglo XX un país muy cristiano. Llamaban a Pyongyang, la capital, la Jerusalen de Extremo Oriente. Había misiones católicas y pastores evangélicos. Pero todo eso se terminó con la llegada del comunismo, después de la II Guerra Mundial y la división del país en dos, que se enfrentaron en una guerra (1950-53) que oficialmente no ha terminado: se firmó el armisticio, pero no la paz.

“Por miedo, mi madre no nos pudo decir nada de Jesús”

Corea del Norte -bajo influencia de la China de Mao- se convirtió en un feroz régimen marxista donde se persigue a los cristianos. Y también en una dictadura dinástica (primero Kim Il-sung, al que sucedió en 1994, Kim Jong-il, y cuando éste falleció, en 2011, ocupó el “trono” su hijo Kim Jong-Un).

Tan sanguinario el régimen que los cristianos han ocultado la fe incluso a sus propios hijos. “Mi madre era cristiana, pero yo no lo sabía” cuenta Woo.

Y añade: “En Corea del Norte no sólo mataban a las personas que creían en Dios, sino también a sus familiares. Nos enseñan que los misioneros y religiosos son lobos con piel de cordero. Por miedo, mi madre no nos pudo decir nada de Jesús”.

Eso sí, su madre llevaba un colgante con una pequeña cruz. Woo lo recuerda vagamente -ella tendría 5 años- y también que le preguntó qué era aquello, pero la madre se asustó y lo escondió.

“Una noche me desperté -cuenta- y ví a mi madre cogiendo entre sus manos la cruz. Yo pensaba que era un poco rara, pero luego, pasados los años, até cabos y comprendí muchas cosas”.

Unos años después Woo se casó, pero su marido fue encarcelado al ser considerado un espía.

“Mi marido -cuenta- presenció cómo su abuelo moría por ser pastor evangélico a manos de unos soldados. Esta imagen le acompañó toda su vida. Por eso, él huyó a China y se convirtió en un líder en una iglesia de este país”.

Y añade: “Pero le denunciaron, fue capturado y acusado de ser un espía. Le torturaban todos los días y a pesar de que volvía a su celda destrozado, siempre andaba a gatas para hablarles al resto de los presos de Dios”.

Woo no puede ocultar la emoción al hablar de su marido. Por la gesta que realizó entre rejas:  “levantó una iglesia en la cárcel”.

En una de las visitas que los guardianes le dejaron a hacer a dos de sus hijos, el marido de Woo  “cogió la mano de mi hijo mayor y le escribió en la palma: Tenéis que creer en Jesús. Y añadió: es la única manera de sobrevivir. A Jesus no podrás ver con tus ojos, pero te aseguro que existe. Cada vez que quieras llorar, orar a Dios y Jesus te responderá. Y si muero antes de salir de la cárcel, tenéis que huir a China. Eso fue lo que les dijo. Se les quedó grabado para siempre.”

Unos meses después su esposo falleció y Woo decidió seguir su estela proclamando su fe.

Pero le perseguía la adversidad. “El año en que perdí a mi marido, también murió mi hija de 20 años, por hambre. En esos momentos, yo no sabía bien qué hacer, pero tenía claro que debía luchar por lo que había hecho mi marido. Por eso, huí a un pequeño pueblo de China. Allí podía oír un programa de radio que hablaba sobre los cristianos, aunque no podía ir a la iglesia”.

Durante su estancia en China, Woo fue capturada dos veces y vivió en más de 10 cárceles.

Su voz entrecortada muestra el dolor vivido durante este tiempo. “Éramos más de 200 personas en la cárcel. Hacíamos trabajos forzados durante todo el día. Y no teníamos esperanza de escapar”.

Huir equivalía a la muerte. En una de las cárceles por las que pasó había un cartel con esta inscripción: “No escapes. Si escapas morirás”.

La vida en los penales comunistas era extremadamente dura. Trabajos forzados, malos tratos y horrible comida. “Nos daban de comer un puñado de maíz cocido”.

“A pesar del hambre daba parte de mi comida a otros presos”

De hecho, algunos reclusos perecían por la suma de agotamiento físico y desnutrición. En eso, los campos chinos o coreanos no diferían en nada de los gulags soviéticos, de los que eran copias.

A pesar del fantasma del hambre, tomó más de una vez decisiones heroicas. Como darle parte de su exigua comida a otros presos. “Yo decidí dárselo al resto de presos. No soportaba ver como se desnutrían”. La mejor recompensa para Woo era ver su cara: “cuando les veía comer, mi corazón se alegraba”

Fue entonces cuando comenzó a hablar de Dios a otros reclusos“En las letrinas… porque era un lugar seguro donde los guardias no sospecharían por el mal olor”, detalla.

Pero no era sencillo burlar al desánimo, cada vez que veía morir a un recluso. Y las muertes eran frecuentes.

Por ejemplo:

“Nos daban de beber agua sucia. De hecho, enfermé durante unas semanas y estuve a punto de morir”.

Por no hablar del hambre  o del extenuamiento por los trabajos forzados. O de la falta de higiene, que se revelaba letal.

“Nos obligaban a machacar los cadáveres de los presos antes de incinerarlos”

Y lo peor no era ver morir a compañeros, sino hacer desaparecer a los cadáveres, que se acumulaban diariamente. Porque el método era especialmente cruel.

Woo se estremece al recordarlo: “Al haber tantas muertes, los guardias nos obligaban a los presos cargar con los fallecidos, en unas carretillas. hasta un monte donde los quemaban. Pero para quemarlos era preciso machacar previamente sus cuerpos. Y éramos nosotros, los presos, los que teníamos que machacarlos. Después de incinerarlos, las cenizas servían de abono para el campo”.

¿No se enfadó con Dios? Le preguntamos.

Woo asegura que no. “Sabía que podía morir en cualquier momento, pero Dios estaba conmigo pasara lo que pasara”.

Después de pasar por diez penales, Woo intentó la fuga. Sabía que le esperaban dos balazos en las rodillas, si la descubrían, pero se lo jugó el todo por el todo.

Tuvo una suerte enorme. Esperó “a que la salida, que era una puerta eléctrica, estuviera completamente abierta. Ese día, corrí hacia la puerta y me metí por la estrecha abertura. Cuando llegué a la carretera, no pare de correr. Tampoco quise mirar atrás. Estaba feliz de abandonar ese lugar tan espantoso”, cuenta.

De ese día ya han pasado más de siete años. Ahora vive en Corea del Sur junto a otros 25.000 refugiados norcoreanos.

Después de todo lo que ha visto y vivido, sorprende la tranquilidad que irradia esta mujer menuda. Parece que nunca hubiera salido de su casa y de una existencia rutinaria y tranquila.

Pero no pierde ocasión de pedir a los cristianos occidentales que recen por quienes viven atormentados en el Gulag coreano, sin esperanza de recuperar la libertad.

“Acordaros de aquella gente, perseguida por su fe” nos dice. Y añade “el dinero que ahorréis destinarlo a las personas que lo necesiten”.

Y una cosa más: “No tiréis comida”.  

fUENTE: ACTUALL.COM
diciembre 03, 2016

Angie Vu, disc jockey y ex modelo playboy de Asia ha encontrado a Dios detrás de las rejas

La ex modelo de Playboy, de 32 años, considerada la DJ más sexy de Asia ha encontrado a Dios detrás de las rejas, mientras lucha por su extradición a Francia. Angie Vu ha estado en prisión desde noviembre, cuando trató de huir de los EE.UU. con su hija de 9 años.El padre de la niña que está en Francia tiene la custodia y había accedido a dejarla pasar algún tiempo con su madre, pero el plan era que ella volviera a París el 29 de agosto. Vu fue detenida mientras intentaba evadir el acuerdo abordando un avión con su hija en el aeropuerto JFK con destino a China, el 4 de noviembre. Vu le dijo a su hija que viajarían a Vietnam.En una entrevista con New York Daily News, Vu dijo que ha pasado los últimos tres meses tras las rejas luchando contra las tentaciones y tratando de pasar el tiempo de manera productiva.

"Una gran cantidad de lesbianas aquí y algunas rubias me están coqueteando, pero prefiero leer mi Biblia por ahora", dijo Vu a Daily News.

La disc jockey vietnamita dijo que el poder de la oración es lo que la ha ayudado a sobrevivir a su terrible experiencia detrás de las rejas.

"Me he dado cuenta de lo fuerte que soy. Pensaba que no podría durar dos días y ya hace tres meses de esto" , dijo. "Vine a Dios y fui salva por lo que uso mi tiempo para orar y leer la Biblia, también."

Su próxima audiencia está programada para el miércoles. Francia está en este momento en una disputa legal para que sea extraditada para así afrontar cargos por secuestro parental en ese país.

Oremos por esta joven señora, el Señor tiene planes para su vida.

Fuentes: New York Daily News, Daily Mail
septiembre 29, 2016

¡Sálvese quien pueda! Stephen Hawking llama a la humanidad a huir de la Tierra

Según el físico británico los días de la humanidad en la Tierra están contados y pronto tendremos que colonizar otros planetas, un consejo que contradice anteriores declaraciones suyas.

El famoso físico británico Stephen Hawking ha llamado a la humanidad a abandonar la Tierra y colonizar otros planetas, según 'Time'.

Hawking había lanzado anteriormente advertencias de que los robots podrían acabar con la humanidad y que abandonar la Tierra es nuestra única esperanza.

Ahora, en el libro 'How To Make a Spaceship' ('Cómo hacer una nave espacial'), de la periodista Julian Guthrie, el físico ha advertido de que nuestro planeta se está convirtiendo en un lugar peligroso debido a la amenaza de las guerras o enfermedades letales como "un virus genéticamente modificado".
Hawking, que actualmente tiene 74 años, calcula que la humanidad podría ser víctima de una catástrofe tecnológica dentro de entre 1.000 y 10.000 años. Los factores que según él encierran un peligro mortal para nosotros incluyen también el rápido desarrollo de la inteligencia artificial y el calentamiento global.

La alarma de Hawking contrasta con sus anteriores declaraciones, en las que había advertido a la humanidad de la amenaza extraterrestre e instó a no responder a posibles señales de otros planetas.

Fuente: actualidad.rt.com
julio 31, 2016

“O dejas de ser gay o te mato”

El nigeriano Osmond Ayo, quien tras huir de su país por su orientación sexual ha rehecho su vida en Madrid./JAIME VILLANUEVA


España se ha convertido, con una de las legislaciones más avanzadas, en receptor de homosexuales perseguidos en Oriente Próximo y al otro lado del Mediterráneo.

Fady, un sirio de 34 años con estrés postraumático, tardó dos meses en recuperarse de la paliza que dos sicarios contratados por su familia le dieron por ser homosexual. “Todavía estaba ingresado en el hospital cuando recibí una llamada de mi padre. Me dijo que lo que había pasado era un aviso. ‘O cambias o a la próxima te mato”, cuenta Fady, que huyó de su país hace casi cuatro años y rehizo su vida en Madrid. El Gobierno le acaba de conceder asilo político.

“España, y dentro de ella Madrid, se ha convertido en centro receptor de personas LGTB [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales] de todas partes del mundo, quienes debido a la situación en la que viven en sus países, en los que existe persecución legal y social, sobre todo en África y Oriente Próximo, se han visto obligadas a desplazarse y, en ocasiones, a huir”, explica Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. En 13 años, este centro ha atendido a 10.852 personas, el 17% extranjeros. Muchos, solicitantes de asilo.

La legalización hace diez años del matrimonio entre personas del mismo sexo ha convertido, sobre todo a la capital y a otras grandes ciudades como Barcelona, en una especie de paraíso terrenal de los homosexuales oprimidos del otro lado del Mediterráneo, pero también de América Latina. Chueca es la utopía posible para los perseguidos en aquellas sociedades donde ser gay, lesbiana o transexual es una enfermedad, un pecado o una abominación del diablo.






                                   La familia de Ejid Yetene, del Congo, le torturó por ser gay. /JAIME VILLANUEVA 

Ejid Yetene, un congoleño de 26 años, continúa a la espera de ser reconocido como refugiado político, y eso que lleva siete años en Madrid. “Mi padre me torturaba: primero me pegaba con el cinturón mientras me decía que iba contra la ley de Dios, que era un seguidor de Satanás porque me gustaban otros chicos... Yo he tenido suerte. Muchos de los que conocí no lo pueden contar, como Denzu y Allain, dos amigos que desaparecieron. ¡Sin más! ¿Quién va a investigar el envenenamiento o crimen de un gay en África?”, plantea mientras toma una naranjada en la plaza de Chueca, epicentro del movimiento LGTB de España. “¡Flipé la primera vez que vi el Orgullo! ¿En África? ¡Impensable, olvídate!”, ríe.

A lo largo de la conversación, Yetene intercala la pasión que todos los africanos sienten por el fútbol y, también en su caso, por la música, del rap al hip hop. Es así, relajado, cuando se atreve a enfrentarse a las pesadillas que aún le atormentan. “Lo peor era cuando mi padre me untaba con un picante rojo por todo el cuerpo. Lo machacaba y me lo extendía por todos lados: por el pene, por el ano... Me decía que era un remedio tradicional para curarme, mientras yo me retorcía de lo que picaba. ¡Dolía! Me lo hizo entre ocho y diez veces, sin que los policías y militares que lo veían dijeran nada”, relata Yetene.

 Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. /JAIME VILLANUEVA

Pese a sentirse “libre” y como en casa en Madrid, pide que le fotografíen de espaldas. Que no le reconozcan. “La comunidad africana en España sigue siendo muy conservadora. El mensaje de las iglesias evangélicas no tiene que ver con la actitud del nuevo Papa. Por no hablar del wahabismo, la visión rigorista del Islam. Un gay es la encarnación del mal. El pecado hecho carne”, advierte Ródenas. Con un añadido: si los gais lo tienen mal para salir del armario, ser mujer y lesbiana en África u Oriente Próximo es anatema.

Osmond Ayo, nigeriano de 38 años, fue activista en su país, que aplica la sharía en el norte, donde ser gay se paga con la muerte. Por llevar una pulsera arcoíris, el símbolo universal LGTB, Ayo estuvo siete meses en la cárcel. Una turba estuvo a punto de lincharlo cuando la mujer que su familia eligió como esposa le pilló en la cama con su novio. Ayo pagó 500 dólares en 2008 a un amigo de la infancia, “de una mafia”, para que le colase de polizón en un carguero. “Me engañó. Creía que iría a Canadá y aparecí en Barcelona, sin hablar palabra de español”, cuenta, mientras narra cómo, por azares del destino, se terminó instalando en Leganés.

Ayo tuvo un papel destacado en la fiesta del Orgullo de 2014 de Madrid. “Me manifesté por la gente que no se puede manifestar en sus países. Por ejemplo, en Nigeria, donde en la zona cristiana te pueden caer 14 años porque te guste la gente de tu mismo sexo, y diez si formas parte de una organización o si no delatas a alguien por su condición sexual... En mi país casi me mataron y en España me han aceptado. Estoy orgulloso de ser lo que soy”, expone. “Madrid es una ciudad abierta, nada que ver con mi tierra”, dice Karim, marroquí de Tetuán de 40 años. Ser homosexual también es un delito en su país. “No tengo pluma, y lo he llevado tan en secreto que mi familia no lo sabe. Mejor. No lo entenderían”, añade. Karim culpa a la religión y a la cultura.

La felicidad de Ayo no es plena. Sigue aguardando a que España le dé asilo. El sirio Fady, cuya vida cambió cuando se negó al matrimonio concertado que su familia había decidido —“intenté que me gustaran las mujeres, pero no”—, ha tenido más suerte. Pero sigue necesitando pastillas para dormir “cinco horas si se da bien la noche”. Cuando no, repasa las veces que sus padres le daban de comer aparte para que no se acercara a sus hermanos. “Comía solo, cenaba solo... No fuera a ser que los contagiara”, lamenta.

Mapa mundial de la homofobia

    Pena de muerte: Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Sudán, Yemen, los estados del norte de Nigeria, de mayoría musulmana, que aplican la sharía, y el sur de Somalia.

    De 14 años de prisión a cadena perpetua: Antigua y Barbuda, Bangladesh, Barbados, Guayana, Malasia, Pakistán, Sierra Leona, Sri Lanka, Tanzania, Trinidad y Tobago, Uganda y Zambia.

    Hasta 14 años de prisión: Angola, Argelia, Belice, Botswana, Bután, Camerún, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Etiopía, Gambia, Gaza, Ghana, Guinea Conakry, India, Jamaica, Kenia, Kuwait, Líbano, Liberia, Malawi, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Nigeria, Omán, Papúa Nueva Guinea, Qatar, República Central Africana, Senegal, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Togo, Túnez, Turkmenistán, Uzbekistán y Zimbabue. Además hay una docena de estados isleños del Caribe y del Pacífico.

    Limbo legal: Las legislaciones de Afganistán, Lesotho, Namibia y Swazilanda no especifican el tiempo en prisión. En Egipto, Libia y Rusia la legislación no es “específicamente homófoba” según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (ILGA, en su acrónimo en inglés). En el caso de Rusia, se restringe la libertad de expresión y de asociación.

Fuente: http://politica.elpais.com