trágica
junio 03, 2016
Marilyn Monroe, un mito de 90 años
Este 1 de junio hubiese cumplido 90 años, pero la trágica muerte de la que era uno de los grandes mitos del cine la convirtió en un icono. Marilyn Monroe fue hallada muerta el 5 de agosto de 1962, oficialmente a causa de una sobredosis de barbitúricos. Tenía sólo 36 años. Aunque el forense dictaminó que se había suicidado, las circunstancias de su muerte no han sido aún esclarecidas, no descartándose razones políticas (e incluso de índole mafiosa) derivadas de su relación con el clan de los Kennedy.
Como James Dean, Marilyn representa la imagen de una joven varada en la plenitud de la vida, sin apenas haber sufrido los estragos del paso del tiempo. Tuvo también una infancia y una adolescencia desgraciadas, lo que no fue óbice para llegar a ser una estrella cinematográfica de rango internacional.
Les recomendamos el análisis de José de Segovia: "La torturada belleza de Marilyn", donde analiza su figura a partir de la película que "descubre la vulnerabilidad y tristeza que vemos en sus Fragmentos de poemas, notas personales y cartas –que ha publicado Seix-Barral en Barcelona–. Su timidez e incertidumbre nos presenta alguien lejos de `la ambición rubia´, que la ha convertido en una estrella frívola, alegre y radiante".
LA MARILYN ARTISTA
El mito e imagen que la envuelven no bastan para valorar el alcance y el significado de sus méritos profesionales. Sobre sus cualidades artísticas, al margen de que haya directores que la tilden de indisciplinada, superficial, caprichosa, ególatra, también se ensalzan su fotogenia, encanto personal y espontaneidad delante de las cámaras. Y su afán por mejorar sus dotes artísticas: por ejemplo acudiendo a las clases del Actors Studio. Se suele presentar a Marilyn como una muchacha ingenua y manipulable, utilizada sin escrúpulos por «insaciables empresarios y ejecutivos».
Pero no es menos cierto que ella manipuló y utilizó sus propias armas en igual medida para conseguir muchos de sus propósitos: era consciente de que le sobraban encantos para ello. Aunque luego le abrumara la fama y se moviera en la constante contradicción de intentar huir de una forma de vida que ella misma había buscado.
LOS ROMANCES Y BODAS
Cuando ya era una actriz consagrada, destacan sus relaciones sentimentales con encumbrados personajes, como tratando de compensar sus complejos y necesidades.
Así estuvo casada con Joe DiMaggio, uno de los mejores jugadores de la historia del béisbol y uno de los pocos hombres que la ha amado. Su último matrimonio, también fallido, fue con Arthur Miller, Premio Príncipe de Asturias de la Letras, considerado como uno de los más influyentes dramaturgos del siglo XX, y en el que no llegó a encontrar la estabilidad y seguridad que estuvo buscando durante gran parte de su vida. Asimismo, fue amante del hombre más poderoso de la tierra de su tiempo: el presidente Kennedy, para el que no pasó de ser una efímera aventura amorosa.
Marilyn moría pocas semanas después de haber cantado aquel famoso «Feliz cumpleaños, presidente» (Happy Birthday Mr. President ) en un abarrotado Madison Square Garden.
MISTERIO, MITO Y NEGOCIO
Transcurrido medio siglo desde su muerte, el misterio y el mito de Marilyn fueron adquiriendo una gran fuerza de difusión. Por eso su icono es muy apreciado en un creciente mercado mundial, favorecido asimismo por la fuerza expansiva del imperio estadounidense. En tal sentido, dos nuevas empresas se encargan ahora de difundir y promocionar su imagen, un negocio que produce multimillonarios ingresos con la venta de unos 26.000 artículos: unos personales y la mayoría solo con la imagen de la actriz. Sin contar sus películas y otros diversas creaciones. ...
Y LA TRAGEDIA PERSONAL
Marilyn Monroe ha dicho lo maravillosa que era su carrera, pero que eso no era suficiente «para acurrucarse en una noche fría». Y reconoció también que estaba siempre intentando encontrarse como persona. Sin duda la aureola del personaje ha desbordado a la persona real. Al mismo tiempo que el ser humano y la artista fueron eclipsados por la potencia del mito. Un mito que ha perdurado hasta nuestros días.
Fuente: protestantedigital.com
