vestigio
julio 19, 2016
Las mujeres podrán orar como los hombres ante el Muro de las Lamentaciones
El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado del judaísmo, pues es el último vestigio del segundo de los templos de Jerusalén.
Según los cánones de la ortodoxia judía, mujeres y hombres no pueden rezar juntos ante los enormes bloques de piedra de unos 2.000 años de antigüedad; donde según dicta la tradición, los fieles suelen introducir papeles con plegarias, pues la creencia popular dice que es el lugar más cercano a Dios.
Las mujeres tendrán en breve el mismo espacio para la oración que los hombres ante el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, el lugar más sagrado del judaísmo, según una disposición del alcalde de la ciudad, el ultra-ortodoxo Uri Lupolianski.
Por primera vez desde que Israel ocupó Jerusalén en 1967 y los judíos pueden rezar con asiduidad ante su vestigio más sagrado, se llevarán a cabo obras de expansión en la zona de oración dedicada a las mujeres, bastante reducida en comparación con la de los hombres.
El intendente de la cuidad ha aceptado una petición hecha por una asociación de mujeres devotas, quienes se quejaron de que la superficie destinada a las mujeres era muy limitada y que debía ser igualada a la de los hombres.
Y es que según los cánones de la ortodoxia judía, mujeres y hombres no pueden rezar juntos ante los enormes bloques de piedra de unos 2.000 años de antigüedad, donde según dicta la tradición, los fieles suelen introducir papeles con plegarias, pues la creencia popular dice que es el lugar más cercano a Dios.
El alcalde Lupolianski se dirigió a la Oficina del Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, con la petición de realizar un proyecto que permita aumentar la parte destinada a las mujeres, expandiendo el muro hacia la derecha.
Esta medida obligaría a cambiar una rampa que conduce a la “Puerta de Mugrabi”, por la que se accede al Monte del Templo para el judaísmo, o Explanada de las Mezquitas para los musulmanes, ya que en ella se ubican las mezquitas de Omar y de Al-Aksa, esta última tercera en la jerarquía del Islam. Hace pocos años, parte de un muro que soportaba la rampa se desmoronó, y desde entonces fue fijada con andamios, lo que despierta los recelos de muchos fieles, que consideran que la zona -que justo se encuentra junto al área de culto de las mujeres frente al Muro de los Lamentos-, es insegura.
El intendente de Jerusalén ha pedido al Gobierno su aprobación para cambiar el trazado de la rampa que conduce a las mezquitas y moverlo hacia la derecha lo máximo posible, para ampliar así de forma significativa la longitud de muro destinada a las mujeres. Lupolianski afirmó que “no existe razón para que en el lugar más sagrado para el pueblo judío, los hombres gocen de un espacio confortable y amplio mientras que las mujeres tienen que estar hacinadas”.
El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado del judaísmo, pues es el último vestigio del segundo de los templos de Jerusalén. El primer Templo, levantado por el rey Salomón, fue destruido por el rey asirio Nabucodonosor en el año 586 a.C. El segundo -erróneamente llamado el de Herodes-, fue incendiado en el año 70 d.C. y tomado por las tropas del general romano Tito. Las piedras de grandes dimensiones que lo componen conforman el último trozo del muro occidental que rodeaba el Templo, de ahí su nombre en hebreo,”Hakótel Hama”araví” o “Muro Occidental”.
Se cree que el Muro de las Lamentaciones también es el lugar más cercano al “Sancta Sanctorum” (1 Reyes 8:6-8), lugar al que sólo tenía acceso el Sumo Sacerdote y sólo una vez al año, el día de “Yom Kipur”.
Fuente: ACPress.net
Según los cánones de la ortodoxia judía, mujeres y hombres no pueden rezar juntos ante los enormes bloques de piedra de unos 2.000 años de antigüedad; donde según dicta la tradición, los fieles suelen introducir papeles con plegarias, pues la creencia popular dice que es el lugar más cercano a Dios.
Las mujeres tendrán en breve el mismo espacio para la oración que los hombres ante el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, el lugar más sagrado del judaísmo, según una disposición del alcalde de la ciudad, el ultra-ortodoxo Uri Lupolianski.
Por primera vez desde que Israel ocupó Jerusalén en 1967 y los judíos pueden rezar con asiduidad ante su vestigio más sagrado, se llevarán a cabo obras de expansión en la zona de oración dedicada a las mujeres, bastante reducida en comparación con la de los hombres.
El intendente de la cuidad ha aceptado una petición hecha por una asociación de mujeres devotas, quienes se quejaron de que la superficie destinada a las mujeres era muy limitada y que debía ser igualada a la de los hombres.
Y es que según los cánones de la ortodoxia judía, mujeres y hombres no pueden rezar juntos ante los enormes bloques de piedra de unos 2.000 años de antigüedad, donde según dicta la tradición, los fieles suelen introducir papeles con plegarias, pues la creencia popular dice que es el lugar más cercano a Dios.
El alcalde Lupolianski se dirigió a la Oficina del Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, con la petición de realizar un proyecto que permita aumentar la parte destinada a las mujeres, expandiendo el muro hacia la derecha.
Esta medida obligaría a cambiar una rampa que conduce a la “Puerta de Mugrabi”, por la que se accede al Monte del Templo para el judaísmo, o Explanada de las Mezquitas para los musulmanes, ya que en ella se ubican las mezquitas de Omar y de Al-Aksa, esta última tercera en la jerarquía del Islam. Hace pocos años, parte de un muro que soportaba la rampa se desmoronó, y desde entonces fue fijada con andamios, lo que despierta los recelos de muchos fieles, que consideran que la zona -que justo se encuentra junto al área de culto de las mujeres frente al Muro de los Lamentos-, es insegura.
El intendente de Jerusalén ha pedido al Gobierno su aprobación para cambiar el trazado de la rampa que conduce a las mezquitas y moverlo hacia la derecha lo máximo posible, para ampliar así de forma significativa la longitud de muro destinada a las mujeres. Lupolianski afirmó que “no existe razón para que en el lugar más sagrado para el pueblo judío, los hombres gocen de un espacio confortable y amplio mientras que las mujeres tienen que estar hacinadas”.
El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado del judaísmo, pues es el último vestigio del segundo de los templos de Jerusalén. El primer Templo, levantado por el rey Salomón, fue destruido por el rey asirio Nabucodonosor en el año 586 a.C. El segundo -erróneamente llamado el de Herodes-, fue incendiado en el año 70 d.C. y tomado por las tropas del general romano Tito. Las piedras de grandes dimensiones que lo componen conforman el último trozo del muro occidental que rodeaba el Templo, de ahí su nombre en hebreo,”Hakótel Hama”araví” o “Muro Occidental”.
Se cree que el Muro de las Lamentaciones también es el lugar más cercano al “Sancta Sanctorum” (1 Reyes 8:6-8), lugar al que sólo tenía acceso el Sumo Sacerdote y sólo una vez al año, el día de “Yom Kipur”.
Fuente: ACPress.net