zombis
abril 18, 2018
Cómo las empresas se enriquecen gracias al apocalipsis
Maratones de zombis, búnkeres y lanzallamas son algunos de los ejemplos de cómo algunos emprendedores hacen negocio con el miedo o la fascinación que genera la idea del fin del mundo.
El reconocido inventor y empresario estadounidense Elon Musk ha ganado más de cinco millones de dólares gracias a las ventas de un lanzallamas para el 'apocalipsis zombi', producido por The Boring Company, una de sus compañías, que se especializa en proyectos de excavación e infraestructura.
"Cuando llegue el apocalipsis zombi se alegrará de haber comprado un lanzallamas. ¡Funciona contra hordas de zombis; si no, le devolvemos el dinero!", reza la promoción con la que Musk publicitó el arma.
Pero el fundador de SpaceX no es el único que ha visto un filón en el 'inminente' fin del mundo, ya que otros empresarios de todo el planeta han intentado beneficiarse de la fascinación o el miedo que genera en los humanos la idea del día final.
Maratones de zombis
En 2011, Ryan Hogan y Derrick Smith fundaron en Baltimore (EE.UU.) una compañía especializada en la organización de maratones de zombis, un evento que, por específico que parezca, despertó el interés de muchas personas. Los participantes pagan 80 dólares en concepto de inscripción, más una suma adicional si quieren correr caracterizados como muertos vivientes. Durante el primer año de funcionamiento, la compañía organizó maratones en 13 ciudades e ingresó 15 millones de dólares.
En 2013, a la compañía le salieron los primeros competidores, y casi 30 ciudades de EE.UU. celebraron este particular evento. Actualmente hay varias compañía que organizan maratones zombi en todo el país.
El reconocido inventor y empresario estadounidense Elon Musk ha ganado más de cinco millones de dólares gracias a las ventas de un lanzallamas para el 'apocalipsis zombi', producido por The Boring Company, una de sus compañías, que se especializa en proyectos de excavación e infraestructura.
"Cuando llegue el apocalipsis zombi se alegrará de haber comprado un lanzallamas. ¡Funciona contra hordas de zombis; si no, le devolvemos el dinero!", reza la promoción con la que Musk publicitó el arma.
Pero el fundador de SpaceX no es el único que ha visto un filón en el 'inminente' fin del mundo, ya que otros empresarios de todo el planeta han intentado beneficiarse de la fascinación o el miedo que genera en los humanos la idea del día final.
Maratones de zombis
En 2011, Ryan Hogan y Derrick Smith fundaron en Baltimore (EE.UU.) una compañía especializada en la organización de maratones de zombis, un evento que, por específico que parezca, despertó el interés de muchas personas. Los participantes pagan 80 dólares en concepto de inscripción, más una suma adicional si quieren correr caracterizados como muertos vivientes. Durante el primer año de funcionamiento, la compañía organizó maratones en 13 ciudades e ingresó 15 millones de dólares.
En 2013, a la compañía le salieron los primeros competidores, y casi 30 ciudades de EE.UU. celebraron este particular evento. Actualmente hay varias compañía que organizan maratones zombi en todo el país.
Conferencias apocalípticas y kits de supervivencia
Otros dos empresarios, inspirados en la serie 'Walking Dead', en 2012 comenzaron a producir un podcast de radio dedicado a los zombis que llegó a ser muy popular. En 2016, Eric Nordhoff y James Frazier tuvieron la idea de organizar conferencias y festivales para los amantes de los zombis, que llegaban a pagar hasta 1.400 dólares para participar en ellas.
En un tono menos jocoso, a finales de 2017 la compañía estadounidense Costco lanzó al mercado por 999,99 dólares un kit de supervivencia con alimentos enlatados suficientes para sobrevivir durante un año tras un hipotético apocalipsis.
Iniciativas de este tipo ya aparecieron en 2012, a la espera del fin del mundo según el calendario maya. Entonces en México salió a la venta un conjunto de productos de primera necesidad 'para el fin del mundo', llamado 'Just in case' ('Por si acaso'), que incluía, entre otros elementos, un cuchillo para defenderse de los zombis y una botella de licor de anís. También contenía un bloc de notas para apuntar recuerdos, chocolate, cerillas y una botella de un litro de agua.
En Siberia (Rusia), también se comercializaron productos de primera necesidad para el apocalipsis. Además, algunos emprendedores rusos se dedicaron a construir búnkeres donde refugiarse en caso de desastres naturales o ataques terroristas.
Fuente: actualidad.rt.com