Richard Nixon
junio 29, 2016
Elvis Presley se convirtió en agente encubierto de DEA por orden de Nixon
El insólito encuentro de mutua conveniencia entre el rey de rock y el impopular presidente estadounidense es retratado en un film de inminente estreno
En 1970, el rey del rock Elvis Presley y el presidente Richard Nixon tuvieron un insólito encuentro en el que el cantante le pidió una placa de la agencia antidrogas DEA para convertirse en agente encubierto.
Nixon consideró el pedido para obtener una foto con el gran Elvis en la casa Blanca, justo en momentos en que si popularidad comenzaba a caer en picada, el preámbulo de la debacle de Watergate cinco años más tarde.
La anecdota es recogida por una nueva película de esreno "Elvis & Nixon" y las fotos de ambos juntos por primera vez es el documento más pedido en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.
En la Oficina Oval se encontraba un tercer hombre, el funcionario gubernamental Bud Krogh, que luego fue encarcelado por su papel en el escándalo de Watergate.
Según Reuters, Krogh ahora se encuentra en la Escuela de Ética Global y Liderazgo, en Washington, y habló con la BBC sobre la inusitada visita del roquero a la Casa Blanca.
"Cuando recibí la carta escrita a mano por Elvis en un avión con destino a Washington DC, sonaba muy sincera pero tenía que verificar esa sinceridad reuniéndome con dos de los acompañantes de Elvis para confirmar que se trataba de una solicitud seria", expresó Krogh.
Para entender cómo dos hombres aparentemente tan diferentes sostuvieron una reunión tan disparatada hay que conocer un poco del contexto.
En ese entonces, eran dos de los individuos más famosos del mundo. Nixon, el presidente del país más poderoso, Elvis un cantante con una popularidad que atraía a millones.
Nixon enfrentaba violentas protestas universitarias contra la guerra en Vietnam.
Elvis Presley, por su parte, llevaba unos cuantos años sin un éxito de cartelera y su imagen de ídolo rebelde había sido rebasada por una juventud atraída por las corrientes del hipismo, el amor libre, el pacifismo y las drogas psicodélicas
Según Jerry Schilling, uno de los amigos más cercanos del cantante, a Elvis le encantaba la ley y el orden. Estaba fascinado con la policía y tenía una gran colección de armas.
Elvis quería convetirse en agente encubierto, una fantasía que tenia desde mucho antes.
Con las cartas a la vista su intención resultaba más disparatada todavía, porque en lo años posteriores presley se convirtió él mismo en una victima -insostenible- de los fármacos.
Esta situación le costó la vida a los 42 años, aunque paradójicvamente no consideraba su abuso de sustancias un problema de drogas.
A Elvis no le gustaba la música que promovía las drogas, tipo los Rollings, The Beatles o Los Doors, bandas que no escondían su posición favorable a la experimentación.
Nixon también consideraba el flagelo de las drogas como uno de los más graves problemas de la juventud estadounidense.
Bud Krogh recomendó al presidente que sería importante que el público lo viera con una figura tan popular que podría tener una conexión con los jóvenes.
Le reunión fue aprobada y la estrella del rock and roll llegó a la Casa Blanca escoltado por sus dos amigos.
Sin embargo, Elvis le llevaba de regalo a Nixon una pistola automática Colt 45, en un estuche de presentación, incluyendo las balas.
"Por supuesto, le dijeron que agradecían mucho la gentileza pero que no podía llevar tal regalo al Salón Oval.
Aunque parecían individuos muy distintos, Nixon y Elvis se entendieron a las mil maravillas: entendían como pocos la soledad del poder. Eso los conectó inmediatamente.
Elvis lo deslumbró con algunas teorías insólitas, Por ejemplo, fue directo en decirle que había realizado un estudio profundo sobre técnicas comunistas para el lavado del cerebro.
"Continúa con eso, no podemos permitir mucha gente cayendo en el lavado del cerebro comunista'", le dijo el presidente, gratamente asombrado.
Pero lo que Elvis realmente quería era la insignia de la Oficina Antinarcóticos y se la pidió directamente.
El mandatario no tuvo dudas después de escuchar la estrella de cine y del rock que debía tener una placa de la DEA y ordenó a sus asistentes que le dieran una.
Elvis atesoró el trofeo el resto de su vida y ahora está expuesta con todos sus trofeos en su mansión Graceland, que está convertida en un museo.
Nixon se sintió tan satisfecho e identificado que hasta permitió que los dos acompañantes de Elvis, Jerry Scherring y Sonny West, también entraran a la Oficina Oval a saludarlo.
"Mi momento preferido de ese día fue cuando Elvis me abrió la puerta de la Oficina Oval", relató Scherring. "Me empujó adentro con una risa y me dijo: 'No tengas miedo, Jerry, no es más que el presidente'".
Este es el trailer del film "Elvis & Nixon" protagonizado por Michael Shannon como el cantante y Kevin Spacey como Nixon.
En 1970, el rey del rock Elvis Presley y el presidente Richard Nixon tuvieron un insólito encuentro en el que el cantante le pidió una placa de la agencia antidrogas DEA para convertirse en agente encubierto.
Nixon consideró el pedido para obtener una foto con el gran Elvis en la casa Blanca, justo en momentos en que si popularidad comenzaba a caer en picada, el preámbulo de la debacle de Watergate cinco años más tarde.
La anecdota es recogida por una nueva película de esreno "Elvis & Nixon" y las fotos de ambos juntos por primera vez es el documento más pedido en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.
En la Oficina Oval se encontraba un tercer hombre, el funcionario gubernamental Bud Krogh, que luego fue encarcelado por su papel en el escándalo de Watergate.
Según Reuters, Krogh ahora se encuentra en la Escuela de Ética Global y Liderazgo, en Washington, y habló con la BBC sobre la inusitada visita del roquero a la Casa Blanca.
"Cuando recibí la carta escrita a mano por Elvis en un avión con destino a Washington DC, sonaba muy sincera pero tenía que verificar esa sinceridad reuniéndome con dos de los acompañantes de Elvis para confirmar que se trataba de una solicitud seria", expresó Krogh.
Para entender cómo dos hombres aparentemente tan diferentes sostuvieron una reunión tan disparatada hay que conocer un poco del contexto.
En ese entonces, eran dos de los individuos más famosos del mundo. Nixon, el presidente del país más poderoso, Elvis un cantante con una popularidad que atraía a millones.
Nixon enfrentaba violentas protestas universitarias contra la guerra en Vietnam.
Elvis Presley, por su parte, llevaba unos cuantos años sin un éxito de cartelera y su imagen de ídolo rebelde había sido rebasada por una juventud atraída por las corrientes del hipismo, el amor libre, el pacifismo y las drogas psicodélicas
Según Jerry Schilling, uno de los amigos más cercanos del cantante, a Elvis le encantaba la ley y el orden. Estaba fascinado con la policía y tenía una gran colección de armas.
Elvis quería convetirse en agente encubierto, una fantasía que tenia desde mucho antes.
Con las cartas a la vista su intención resultaba más disparatada todavía, porque en lo años posteriores presley se convirtió él mismo en una victima -insostenible- de los fármacos.
Esta situación le costó la vida a los 42 años, aunque paradójicvamente no consideraba su abuso de sustancias un problema de drogas.
A Elvis no le gustaba la música que promovía las drogas, tipo los Rollings, The Beatles o Los Doors, bandas que no escondían su posición favorable a la experimentación.
Nixon también consideraba el flagelo de las drogas como uno de los más graves problemas de la juventud estadounidense.
Bud Krogh recomendó al presidente que sería importante que el público lo viera con una figura tan popular que podría tener una conexión con los jóvenes.
Le reunión fue aprobada y la estrella del rock and roll llegó a la Casa Blanca escoltado por sus dos amigos.
Sin embargo, Elvis le llevaba de regalo a Nixon una pistola automática Colt 45, en un estuche de presentación, incluyendo las balas.
"Por supuesto, le dijeron que agradecían mucho la gentileza pero que no podía llevar tal regalo al Salón Oval.
Aunque parecían individuos muy distintos, Nixon y Elvis se entendieron a las mil maravillas: entendían como pocos la soledad del poder. Eso los conectó inmediatamente.
Elvis lo deslumbró con algunas teorías insólitas, Por ejemplo, fue directo en decirle que había realizado un estudio profundo sobre técnicas comunistas para el lavado del cerebro.
"Continúa con eso, no podemos permitir mucha gente cayendo en el lavado del cerebro comunista'", le dijo el presidente, gratamente asombrado.
Pero lo que Elvis realmente quería era la insignia de la Oficina Antinarcóticos y se la pidió directamente.
El mandatario no tuvo dudas después de escuchar la estrella de cine y del rock que debía tener una placa de la DEA y ordenó a sus asistentes que le dieran una.
Elvis atesoró el trofeo el resto de su vida y ahora está expuesta con todos sus trofeos en su mansión Graceland, que está convertida en un museo.
Nixon se sintió tan satisfecho e identificado que hasta permitió que los dos acompañantes de Elvis, Jerry Scherring y Sonny West, también entraran a la Oficina Oval a saludarlo.
"Mi momento preferido de ese día fue cuando Elvis me abrió la puerta de la Oficina Oval", relató Scherring. "Me empujó adentro con una risa y me dijo: 'No tengas miedo, Jerry, no es más que el presidente'".
Este es el trailer del film "Elvis & Nixon" protagonizado por Michael Shannon como el cantante y Kevin Spacey como Nixon.
Fuente: subrayado.com.uy