vacio
abril 04, 2016
La New Age se cuela silenciosamente entre los españoles
“Quien no sabe hacia donde va, cualquier transporte le sirve”, este dicho antiguo sirve para ilustrar a las personas que buscan llenar su vacío espiritual a través de lo fácil, los españoles cada vez más se dejan seducir a través de la New Age.
En la década de los noventa del Siglo XX comenzó el boom de la llamada Nueva Era o también conocida como New Age. Este movimiento, de una manera muy sutil ha comenzado a colarse en la vida cotidiana de los españoles, haciéndose llamativa hasta para cristianos que no conocen su trasfondo sino que sólo observan lo superficial y no lo que está detrás del telón.
El movimiento de la New Age es un sincretismo de religiones orientales, por ello aun no se le califica como secta, en él, se busca obtener una paz interior, una armonía en el ambiente donde se trabaja o vive, una armonía personal a través de músicas, olores, sensaciones, lo que conocemos como Reiki, Feng Shui, música con sonidos del mar y aves, por otro lado, pero en el mismo sentido, se le une la proliferación de quiromancia, cartomancia y toda clase de pitonisas haciendo augurios a distancia tan corta como una llamada de teléfono, ahorrándole así a las personas la vergüenza que sentirían si tuviesen que ir a un local de brujería, santería y otros , y ser visto por otras personas e incluso conocidos.
Este movimiento se ha vuelto tan fuerte y se ha introducido de forma tan sutil que no se puede reconocer en qué momento comenzó a formar parte de la sociedad; es muy fácil encontrarlo en los gimnasios, tiendas, centros comerciales, hospitales y hasta en los polideportivos, seguro que usted los ha escuchado en otros lugares inclusives.
Ahora, se puede preguntar ¿Por qué buscan satisfacer sus necesidades espirituales a través de las prácticas de la New Age? ¿Qué le hace tan llamativo? Y la respuesta es tan sencilla como que sienten un vacío tan profundo en sus vidas que no saben cuál es la pieza que le falta a su vida para que esté completa y feliz, y lo llamativo por la facilidad de acceder a ello si comprometerse a nada. La práctica de estas actividades le traen felicidad momentánea, una felicidad que podría escribirse hasta con letras minúsculas, sin embargo, cuando se hace la decisión correcta que es llenar ese vacío con Jesucristo, se pasa a vivir una felicidad mayúscula y una fe que trae paz y sosiego.
Fuente: Galicia.es
En la década de los noventa del Siglo XX comenzó el boom de la llamada Nueva Era o también conocida como New Age. Este movimiento, de una manera muy sutil ha comenzado a colarse en la vida cotidiana de los españoles, haciéndose llamativa hasta para cristianos que no conocen su trasfondo sino que sólo observan lo superficial y no lo que está detrás del telón.
El movimiento de la New Age es un sincretismo de religiones orientales, por ello aun no se le califica como secta, en él, se busca obtener una paz interior, una armonía en el ambiente donde se trabaja o vive, una armonía personal a través de músicas, olores, sensaciones, lo que conocemos como Reiki, Feng Shui, música con sonidos del mar y aves, por otro lado, pero en el mismo sentido, se le une la proliferación de quiromancia, cartomancia y toda clase de pitonisas haciendo augurios a distancia tan corta como una llamada de teléfono, ahorrándole así a las personas la vergüenza que sentirían si tuviesen que ir a un local de brujería, santería y otros , y ser visto por otras personas e incluso conocidos.
Este movimiento se ha vuelto tan fuerte y se ha introducido de forma tan sutil que no se puede reconocer en qué momento comenzó a formar parte de la sociedad; es muy fácil encontrarlo en los gimnasios, tiendas, centros comerciales, hospitales y hasta en los polideportivos, seguro que usted los ha escuchado en otros lugares inclusives.
Ahora, se puede preguntar ¿Por qué buscan satisfacer sus necesidades espirituales a través de las prácticas de la New Age? ¿Qué le hace tan llamativo? Y la respuesta es tan sencilla como que sienten un vacío tan profundo en sus vidas que no saben cuál es la pieza que le falta a su vida para que esté completa y feliz, y lo llamativo por la facilidad de acceder a ello si comprometerse a nada. La práctica de estas actividades le traen felicidad momentánea, una felicidad que podría escribirse hasta con letras minúsculas, sin embargo, cuando se hace la decisión correcta que es llenar ese vacío con Jesucristo, se pasa a vivir una felicidad mayúscula y una fe que trae paz y sosiego.
Fuente: Galicia.es