Radio Milagro

En el intento de mostrar amor por el prójimo y buscar el diálogo con quien está “fuera”, algunas iglesias promueven eventos que acaban generando polémica, como las fiestas rave o campeonatos de MMA dentro de los tiempos.

Sin embargo, la Iglesia de Cristo de la ciudad de Aimes, Iowa (EEUU), está recibiendo una lluvia de críticas por haber ido demasiado lejos. blogger Cristiano Elizabeth Johnston, más conocida como Mama activista informó que en la víspera de Halloween de esta iglesia decidió promover un evento llamado “Drag-o-ween”.

Como el nombre sugiere, la idea es que todos los jóvenes se vistieran como si fueran del sexo opuesto, en el mejor estilo drag. La idea, aparentemente, sería atraer a la iglesia a los jóvenes de la comunidad LGBT de la ciudad.

“Hay muchas cosas sucediendo aquí, y todas ellas están equivocadas”, escribió Johnston en su blog días antes del evento. “El sitio de la iglesia muestra que están abiertos y apoyan a la comunidad LGBT desde 2000, y claramente parecen que sus jóvenes se unen a este estilo de vida”, disparó.

El drag-o-ween tenía todavía la elección del rey y de la reina drag de la noche.

“Las iglesias deberían llevar a la gente a Cristo y conducir a los niños por el mismo camino. En vez de eso, esta iglesia apóstata está orientando adultos y niños hacia la dirección opuesta a Cristo ya un estilo de vida formado por el mundo “, criticó.

“Una cosa es mostrar preocupación por alcanzar a los homosexuales, y otra muy diferente es promover ese estilo de vida y convencer a los demás que es consistente con el cristianismo, que predica exactamente lo opuesto”, enfatizó Johnson.

A partir de la denuncia de la Mamá Activista, que tiene más de 300 mil seguidores en las redes sociales, la iglesia pasó a ser criticada por los cristianos conservadores, que no concuerdan con ese tipo de acción, contraria a la Biblia.

El tema tomó grandes proporciones en la pequeña Aimes. Un periódico local llegó a cubrir el evento y dijo que el ambiente era seguro, ya que había la supervisión de adulto. Sin embargo, reveló también que había niños participando.

De acuerdo con el registro de Des Moines , la iglesia promueve una serie de eventos que ‘crédito’, la comunidad LGBT. Hay, incluso, una bandera con los colores del arco iris, símbolo del movimiento, sobre el altar.

La pastora Eileen, que lidera la congregación, usó las redes sociales para reclamar de lo que llamó cyberbulling, y decidió llamar a la policía para ofrecer seguridad en la puerta del templo durante la fiesta, afirmando temer represalias. También no permitió que fueran divulgadas fotos del Drag-o-ween.

Fuente: joeirizarrynoticiascristianas.com

Es muy importante para los cristianos mostrar amor y ser piadosos con personas que incluso no comparten los mismos valores que ellos, sin embargo, no se supone que apoyen cosas que Dios prohíbe, incluso si la sociedad impone que sea así.

Por esta razón, la bloguera Cristiana Elizabeth Johnston, conocida como Activist Mommy, se enojó al saber que la iglesia Aimes United Church of Christ de Iowa llevó a cabo un evento llamado “Drag-o-ween” a finales de octubre, el cual tenía la intención de atraer a jóvenes de la comunidad “LGBTQIA”.

“Hay muchas cosas ocurriendo aquí, y todas ellas están mal”, escribió Johnston en su blog. “La iglesia Aimes United Church of Christ se jacta en sus pancartas que el evento muestra que son abiertos y apoyan a la comunidad LGBTQIA desde el año 2000, y claramente quieren asegurarse de reclutar bastantes jóvenes más para unirse a este estilo de vida”.

Los participantes fueron alentados a vestirse con ropa de mujer, e incluso eligieron y coronaron al rey y la reina travesti. La iglesia dijo que adultos brindaron supervisión durante el evento, pero Johnston cuestionó su supervisión bíblica.

“Las iglesias tienen como fin dirigir a las personas hacia Cristo y conducir a los niños por el mismo camino. En cambio, esta iglesia apóstata está guiando a los adultos y a los niños juntamente en dirección contraria a Cristo y a un estilo de vida dirigido y formado por el mundo”, disparó.

Johnston agregó que no hay nada de piadoso en llevar a cabo un concurso para niños y adolescentes en el cual los hagan vestirse como miembros del sexo opuesto, dado que dichas prácticas normalmente son reservadas para “clubes nocturnos con tendencias sexuales”.

“Una cosa es ser misericordioso con los homosexuales, y otra muy distinta es promover completamente su estilo de vida y convencer a otros que están buscando a Dios que dicho camino es completamente consistente con la cristiandad, lo cual es completamente opuesto”, explicó.

“Como cristianos, es nuestro deber hablar contra a aquellos que guían y lideran a niños alejándolos de Cristo y del conocimiento de la Biblia”

Fuente: Christian Today

Desde la infancia, a Bertony le gustaba vestirse de niña, jugar y tener amistades con niñas. Él creció pensando que eso era algo normal.

El lugar en donde vivía era un ex templo de umbanda, en el cual oía voces y veía sombras. A los cinco años fue abusado sexualmente por un vecino, y los abusos se tornaron frecuentes.

A partir de los doce años, comenzó a tomar hormonas femeninas, y así ocurrieron algunos cambios en su cuerpo. Comenzó a salir, a ir frecuentemente a fiestas y a consumir alcohol.

Tras una decepción sentimental, conoció la Universal a través de la radio, del programa. Comenzó a frecuentar la Iglesia e incluso se tornó candidato a obrero. Pero después de algún tiempo, se enfrió en la fe, dejando de leer la Biblia, de ayunar, de cumplir con sus propósitos, de ser fiel, y acabó perdiendo el temor a Dios.

El día en que había sido marcada su entrevista para ser obrero, no se presentó. Se apartó, no lograba ir más a la Iglesia y volvió a las antiguas prácticas. Por una invitación de una amiga que era travesti, dejó su ciudad natal, Belém do Pará, para ir a San Pablo.

Fue entonces cuando comenzaron las transformaciones en el cuerpo. Con la aplicación de silicona, comenzó a tomar hormonas, entró a la prostitución y estuvo en esa vida siete años. Durante ese periodo vivió con una persona violenta que lo agredía. Sufrió de depresión, insomnio, opresión, angustia y consumió drogas.

Bertony estaba sintiéndose muy oprimido, pero había una voluntad, algo muy fuerte que lo llamaba a volver a la Iglesia. Decidió ir al Templo, a una reunión de viernes con el obispo Clodomir. Y fue como estaba, vestido de mujer.

Después de ver en internet un testimonio de un extravesti que había cambiado tras ser bautizado en las aguas, decidió bautizarse. Notó los primeros cambios en su cuerpo y también comenzó a frecuentar la Cadena del Rescate, a la cual asiste hasta los días de hoy.

A los 33 años, Bertony está transformado, liberado, y es un nuevo hombre.

Fuente: http://blogs.universal.org/