Varios expertos en el estudio de la Biblia considera que Judas fue “víctima de un libelo teológico que ayudó a crear el antisemitismo”.
Por 30 monedas vendió Judas Iscariote a Jesucristo, al que identificó como tal ante los soldados romanos en el jardín de Getsemaní, lo que llevó a su detención y posterior crucifixión, según el relato de la Biblia. Esa delación, considerada por san Lucas como fruto de una “posesión satánica”, podría haber sido simplemente “su papel a la hora de que se cumpliera el plan de Dios”.
Así lo afirman los promotores de una campaña, liderada por el religioso Walter Brandmuller, que apuestan por rehabilitar la figura de Judas.
Brandmuller, director del Comité Pontifical de Ciencia Histórica, ha instado a sus colegas del Vaticano a “releer” la historia de Judas. Cuenta con el respaldo del escritor especializado en temas católicos Vittorio Messori, cercano tanto al anterior papa, Juan Pablo II, como al actual, Benedicto XVI; este autor que cree la rehabilitación de Judas “resolvería el problema que entraña la aparente falta de caridad por parte de Jesús hacia uno de sus colaboradores más cercanos”.
Según informa el diario británico The Times, varios expertos en el estudio de la Biblia considera que Judas fue “víctima de un libelo teológico que ayudó a crear el antisemitismo”, generando a su alrededor la imagen de un “villano siniestro” dispuesto a la traición a cambio de dinero.
Esta campaña coincide con la futura publicación de un supuesto evangelio según Judas, que aunque no fue escrito por éste si parece reflejar la creencia extendida entre los primeros cristianos (y que ahora gana terreno en el Vaticano) de que, al facilitar la crucifixión de Cristo, Judas estaba permitiendo que se cumpliera el plan de Dios.
Sin embargo, algunas voces dentro del Vaticano han mostrado su preocupación por la rehabilitación de Judas. El teólogo Giovanni D’Ercole ha afirmado que es “peligroso revisar el papel de Judas y ensuciar la narración de los Evangelios con textos apócrifos. Podría generar confusión entre los creyentes”.
Fuente: Agencia Orbita
Por 30 monedas vendió Judas Iscariote a Jesucristo, al que identificó como tal ante los soldados romanos en el jardín de Getsemaní, lo que llevó a su detención y posterior crucifixión, según el relato de la Biblia. Esa delación, considerada por san Lucas como fruto de una “posesión satánica”, podría haber sido simplemente “su papel a la hora de que se cumpliera el plan de Dios”.
Así lo afirman los promotores de una campaña, liderada por el religioso Walter Brandmuller, que apuestan por rehabilitar la figura de Judas.
Brandmuller, director del Comité Pontifical de Ciencia Histórica, ha instado a sus colegas del Vaticano a “releer” la historia de Judas. Cuenta con el respaldo del escritor especializado en temas católicos Vittorio Messori, cercano tanto al anterior papa, Juan Pablo II, como al actual, Benedicto XVI; este autor que cree la rehabilitación de Judas “resolvería el problema que entraña la aparente falta de caridad por parte de Jesús hacia uno de sus colaboradores más cercanos”.
Según informa el diario británico The Times, varios expertos en el estudio de la Biblia considera que Judas fue “víctima de un libelo teológico que ayudó a crear el antisemitismo”, generando a su alrededor la imagen de un “villano siniestro” dispuesto a la traición a cambio de dinero.
Esta campaña coincide con la futura publicación de un supuesto evangelio según Judas, que aunque no fue escrito por éste si parece reflejar la creencia extendida entre los primeros cristianos (y que ahora gana terreno en el Vaticano) de que, al facilitar la crucifixión de Cristo, Judas estaba permitiendo que se cumpliera el plan de Dios.
Sin embargo, algunas voces dentro del Vaticano han mostrado su preocupación por la rehabilitación de Judas. El teólogo Giovanni D’Ercole ha afirmado que es “peligroso revisar el papel de Judas y ensuciar la narración de los Evangelios con textos apócrifos. Podría generar confusión entre los creyentes”.
Fuente: Agencia Orbita
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