Más de 85 dirigentes evangélicos de Estados Unidos reclamaron hoy al Gobierno de EE.UU. medidas para contrarrestar el cambio climático global, con el argumento de que causar daños al medio ambiente es ofender a Dios.
“Este es el mundo de Dios y cualquier daño que hagamos al mundo de Dios es una ofensa contra Dios mismo”, afirma el grupo en un comunicado que menciona el aumento de los niveles del mar, la abundancia de sequías y oleadas de calor y el aumento de las enfermedades tropicales como síntomas del cambio climático.
Los firmantes del comunicado reclamaron al gobierno de EE.UU. que “promulgue leyes de alcance nacional que requieran suficientes reducciones de las emisiones de dióxido de carbono en toda la economía”.
Bush, quien se describe como un “cristiano renacido” y tiene una fuerte base de apoyo político entre los evangélicos, sostiene que no hay pruebas científicas de un aumento de la temperatura atmosférica debido a la actividad industrial y el uso de motores.
Uno de los primeros actos de la Administración Bush, en el 2001, fue la retirada de EE.UU. del Protocolo de Kyoto que establecía metas para la reducción de las emisiones industriales y de motores.
La Asociación Nacional de Evangélicos (NEA por su sigla en inglés), que con unos 30 millones de miembros es la mayor organización evangélica de EE.UU., indicó la semana pasada que no haría un pronunciamiento sobre el cambio climático global, porque no había llegado a un consenso sobre el asunto.
Sin embargo, en el comunicado divulgado hoy 85 dirigentes evangélicos afirman que “las consecuencias del calentamiento global golpearán más duro a los más pobres, en parte porque las áreas que probablemente serán más afectadas están en las regiones más pobres del mundo”.
Por este motivo, consideran que el cambio climático es “una oportunidad” para ofrecer “un testimonio moral sustentado en la Biblia que ayude a formular la política pública de la nación más poderosa del mundo y que, por lo tanto, contribuya al bienestar del mundo entero”.
“Si entraremos o no al debate público para ofrecer nuestro testimonio ya no es un interrogante”, añadieron. “Ya estamos en ese debate, y no vamos a retirarnos”.
Una encuesta realizada en septiembre pasado por la firma Ellison Research, de Phoenix (Arizona), mostró que el 70 por ciento de los cristianos que respondieron cree que el calentamiento global presenta una amenaza grave para las generaciones futuras.
Fuente: El Diario
“Este es el mundo de Dios y cualquier daño que hagamos al mundo de Dios es una ofensa contra Dios mismo”, afirma el grupo en un comunicado que menciona el aumento de los niveles del mar, la abundancia de sequías y oleadas de calor y el aumento de las enfermedades tropicales como síntomas del cambio climático.
Los firmantes del comunicado reclamaron al gobierno de EE.UU. que “promulgue leyes de alcance nacional que requieran suficientes reducciones de las emisiones de dióxido de carbono en toda la economía”.
Bush, quien se describe como un “cristiano renacido” y tiene una fuerte base de apoyo político entre los evangélicos, sostiene que no hay pruebas científicas de un aumento de la temperatura atmosférica debido a la actividad industrial y el uso de motores.
Uno de los primeros actos de la Administración Bush, en el 2001, fue la retirada de EE.UU. del Protocolo de Kyoto que establecía metas para la reducción de las emisiones industriales y de motores.
La Asociación Nacional de Evangélicos (NEA por su sigla en inglés), que con unos 30 millones de miembros es la mayor organización evangélica de EE.UU., indicó la semana pasada que no haría un pronunciamiento sobre el cambio climático global, porque no había llegado a un consenso sobre el asunto.
Sin embargo, en el comunicado divulgado hoy 85 dirigentes evangélicos afirman que “las consecuencias del calentamiento global golpearán más duro a los más pobres, en parte porque las áreas que probablemente serán más afectadas están en las regiones más pobres del mundo”.
Por este motivo, consideran que el cambio climático es “una oportunidad” para ofrecer “un testimonio moral sustentado en la Biblia que ayude a formular la política pública de la nación más poderosa del mundo y que, por lo tanto, contribuya al bienestar del mundo entero”.
“Si entraremos o no al debate público para ofrecer nuestro testimonio ya no es un interrogante”, añadieron. “Ya estamos en ese debate, y no vamos a retirarnos”.
Una encuesta realizada en septiembre pasado por la firma Ellison Research, de Phoenix (Arizona), mostró que el 70 por ciento de los cristianos que respondieron cree que el calentamiento global presenta una amenaza grave para las generaciones futuras.
Fuente: El Diario
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