Otra majadera incorregiblemente homófoba…
El tema de los transexuales en los baños ha provocado la ira de los fundamentalistas religiosos. Una situación que no era molesta ni incómoda para nadie se ha convertido en una arma política para “defender” los derechos de unos ciudadanos que realmente no se sienten atacados. Y además entra en juego la tan masticada libertad de expresión norteamericana que permite a la gente decir burradas y quedarse más anchos que largos con ello.
Eso es lo que ha hecho la extremista religiosa Anne Graham, hija y hermana de otros extremistas religiosos evangélico y cuyo único objetivo en la vida es odiar a todo lo que no sean ellos mismos. En una reciente entrevista empezó con fuerza, criticándonos a todos:
“Hay enfermedades, locuras (…) Lo que pasa en Carolina del Norte, que es proteger a nuestros hijos en sus baños y vestuarios, se ha convertido en algo en lo que nos demandan a nosotros por sentido común”.
Pero la guinda del antipatriotismo y la falta total y completa de respeto llega ahora:
“Creo que Dios permite que pasen cosas malas. Creo que él permitió el 11-S para mostrarnos que le necesitamos”.
¿Hace falta más para cortar el grifo a este tipo de personas? ¿Podremos denunciar la campaña del odio que promueven y que es igual de violento que el peor de los terroristas? Sabemos que hacen falta villanos en el mundo para entender la bondad, pero lo de esta mujer es maldad infernal.
Fuente Cromosomax
El tema de los transexuales en los baños ha provocado la ira de los fundamentalistas religiosos. Una situación que no era molesta ni incómoda para nadie se ha convertido en una arma política para “defender” los derechos de unos ciudadanos que realmente no se sienten atacados. Y además entra en juego la tan masticada libertad de expresión norteamericana que permite a la gente decir burradas y quedarse más anchos que largos con ello.
Eso es lo que ha hecho la extremista religiosa Anne Graham, hija y hermana de otros extremistas religiosos evangélico y cuyo único objetivo en la vida es odiar a todo lo que no sean ellos mismos. En una reciente entrevista empezó con fuerza, criticándonos a todos:
“Hay enfermedades, locuras (…) Lo que pasa en Carolina del Norte, que es proteger a nuestros hijos en sus baños y vestuarios, se ha convertido en algo en lo que nos demandan a nosotros por sentido común”.
Pero la guinda del antipatriotismo y la falta total y completa de respeto llega ahora:
“Creo que Dios permite que pasen cosas malas. Creo que él permitió el 11-S para mostrarnos que le necesitamos”.
¿Hace falta más para cortar el grifo a este tipo de personas? ¿Podremos denunciar la campaña del odio que promueven y que es igual de violento que el peor de los terroristas? Sabemos que hacen falta villanos en el mundo para entender la bondad, pero lo de esta mujer es maldad infernal.
Fuente Cromosomax
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