El Tribunal del Distrito de Jerusalén, presidido por la juez Judith Tsur, en un fallo sin precedentes, ha conminado al municipio, que preside un alcalde de la comunidad ortodoxa, Uri Lupoliansky, a brindar su ayuda a los homosexuales.
La organización beneficiada por este fallo lleva el nombre de Casa Abierta, un centro de encuentro para gays, lesbianas y transexuales, donde se ofrecen servicios sociales e incluso religiosos.
La directora del centro, Noah Satat, informó hoy del fallo del tribunal, que condenó la negativa del municipio a ayudar económicamente a Casa Abierta -contrariamente a lo que hace con otros centros de mismas características- por ‘criterios que atentan contra la igualdad, la tolerancia y el pluralismo’.
Para contrarrestar ese ‘acto de discriminación’, dijo Satat, la juez ordenó al Ayuntamiento ofrecer a la Casa Abierta la suma de 350.000 ‘shékels’, equivalentes a unos 70.000 dólares.
Según la directora, la asociación hasta ahora se valía de donativos, de fondos estadounidenses y del pago de las cuotas de sus afiliados, unos 200, para financiar sus actividades.
En declaraciones a la radió pública, Satat dijo que ‘la mayoría de los que utilizan nuestros servicios son, precisamente, judíos ortodoxos, motivo por el cual el alcalde Lupoliansky tendría que tomarnos en cuenta al distribuir la ayuda municipal’.
Centenares de homosexuales, lesbianas y transexuales, agregó, acuden habitualmente a la Casa, entre ellos judíos y palestinos de las comunidades musulmana y cristiana, religiosos y laicos.
La entidad que los agrupa en Israel está organizando para agosto próximo la ‘Marcha Internacional del Orgullo Gay’, vista como una provocación por dignatarios de las tres religiones monoteístas para las que Jerusalén es una Ciudad Santa.
Los homosexuales tenían previsto celebrar el año pasado esa marcha, respaldada por el comercio y la hostelería pues se calcula que atraerá a decenas de miles de turistas al país.
Pero la manifestación se canceló debido a que coincidió con la operación de desalojo de los asentamientos judíos del territorio palestino de Gaza, lo que requirió la participación de gran parte de los efectivos policiales de Jerusalén, entre otros.
En un desfile de homosexuales de la ciudad hace dos años, un extremista de la comunidad ortodoxa atacó e hirió con arma blanca a tres de los participantes.
Según el antiguo Levítico de las Sagradas Escrituras, la homosexualidad es un desvío que debe ser castigado con la muerte.
Fuente: Terra
La organización beneficiada por este fallo lleva el nombre de Casa Abierta, un centro de encuentro para gays, lesbianas y transexuales, donde se ofrecen servicios sociales e incluso religiosos.
La directora del centro, Noah Satat, informó hoy del fallo del tribunal, que condenó la negativa del municipio a ayudar económicamente a Casa Abierta -contrariamente a lo que hace con otros centros de mismas características- por ‘criterios que atentan contra la igualdad, la tolerancia y el pluralismo’.
Para contrarrestar ese ‘acto de discriminación’, dijo Satat, la juez ordenó al Ayuntamiento ofrecer a la Casa Abierta la suma de 350.000 ‘shékels’, equivalentes a unos 70.000 dólares.
Según la directora, la asociación hasta ahora se valía de donativos, de fondos estadounidenses y del pago de las cuotas de sus afiliados, unos 200, para financiar sus actividades.
En declaraciones a la radió pública, Satat dijo que ‘la mayoría de los que utilizan nuestros servicios son, precisamente, judíos ortodoxos, motivo por el cual el alcalde Lupoliansky tendría que tomarnos en cuenta al distribuir la ayuda municipal’.
Centenares de homosexuales, lesbianas y transexuales, agregó, acuden habitualmente a la Casa, entre ellos judíos y palestinos de las comunidades musulmana y cristiana, religiosos y laicos.
La entidad que los agrupa en Israel está organizando para agosto próximo la ‘Marcha Internacional del Orgullo Gay’, vista como una provocación por dignatarios de las tres religiones monoteístas para las que Jerusalén es una Ciudad Santa.
Los homosexuales tenían previsto celebrar el año pasado esa marcha, respaldada por el comercio y la hostelería pues se calcula que atraerá a decenas de miles de turistas al país.
Pero la manifestación se canceló debido a que coincidió con la operación de desalojo de los asentamientos judíos del territorio palestino de Gaza, lo que requirió la participación de gran parte de los efectivos policiales de Jerusalén, entre otros.
En un desfile de homosexuales de la ciudad hace dos años, un extremista de la comunidad ortodoxa atacó e hirió con arma blanca a tres de los participantes.
Según el antiguo Levítico de las Sagradas Escrituras, la homosexualidad es un desvío que debe ser castigado con la muerte.
Fuente: Terra
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