Varias Iglesias cristianas en Egipto han decidido suspender una serie de actividades en lo que resta del mes de julio y agosto, tras ser advertidos de la existencia de amenazas reales contra ellas provenientes de terroristas del Estado Islámico.
Según informa AP, la decisión se tomó el jueves 13 de julio y esta incluye la suspensión de peregrinaciones, conferencias y algunas celebraciones.
La suspensión se decidió tras una reunión que sostuvieron representantes de las Iglesias esta semana con comandantes de las fuerzas del orden egipcias en la ciudad de Assiut en el norte del país.
En dicha reunión se les aseguró además que varios lugares cristianos contarán con seguridad especial.
“La Iglesia ha decidido suspender todos los viajes y conferencias para darle a las agencias de seguridad la oportunidad de realizar sus obligaciones sin distracciones”, dijo el representante católico Hany Bakhom a un sitio de noticias cristianas el jueves.
La Iglesia Copta Ortodoxa, que reúne a la mayoría de los más de 9 millones de cristianos en Egipto, también decidió la suspensión de actividades, como parte de las recomendaciones de las fuerzas de seguridad del país.
Mientras tanto la Iglesia anglicana canceló un paseo a la playa que se iba a realizar del 17 al 21 de julio a la localidad de Hurghada. “Unámonos en oración por la seguridad y estabilidad de nuestro país”, escribió el pastor Mohsen Naeem.
Por su parte, el pastor Andrea Zaki, líder de la Egyptian Evangelical Church, dijo a AFP que “nos referimos a conferencias y viajes para eventos religiosos por tres semanas, porque tenemos información en cooperación con los responsables de las agencias (de seguridad) que se han detectado amenazas de ataques”.
Los ataques contra la comunidad cristiana en Egipto han hecho que muchas familias dejen sus hogares en la región del norte del Sinaí
Los ataques contra la comunidad cristiana en Egipto han hecho que muchas familias dejen sus hogares en la región del norte del Sinaí.
A fines de mayo de este año varias decenas de cristianos coptos fueron asesinados por el Estado Islámico después de que el autobús en el que viajaban en la provincia egipcia de Menia fuera atacado.
En abril, exactamente en el Domingo de Ramos, el Estado Islámico atacó también dos iglesias coptas en las que murieron al menos 36 personas, lo que llevó a que estos cristianos suspendieran diversas actividades y a la declaración del estado de emergencia en el país.
En diciembre del año pasado, el Estado Islámico perpetró un atentado contra la Catedral copta de San Marcos, en el que murieron 26 personas que asistían a un servicio religioso.
El 12 de febrero de 2015, 21 cristianos coptos egipcios fueron decapitados en las playas de Libia, entonces sumida en el caos tras la caída del régimen del dictador Muamar Al Gadafi. Fue el primer gran atentado contra cristianos egipcios desde la llamada “primavera árabe” de 2011.
En su visita a Egipto a finales de abril de 2017, el Papa Francisco resaltó que “es indispensable excluir cualquier absolutización que justifique cualquier forma de violencia. La violencia, de hecho, es la negación de toda auténtica religiosidad”.
“Estamos obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios: su nombre es santo (…). Por tanto, solo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre”, dijo Francisco en la Universidad de Al-Azhar.
*Este artículo ha sido publicado originalmente por Walter Sánchez en ACI Prensa.
Según informa AP, la decisión se tomó el jueves 13 de julio y esta incluye la suspensión de peregrinaciones, conferencias y algunas celebraciones.
La suspensión se decidió tras una reunión que sostuvieron representantes de las Iglesias esta semana con comandantes de las fuerzas del orden egipcias en la ciudad de Assiut en el norte del país.
En dicha reunión se les aseguró además que varios lugares cristianos contarán con seguridad especial.
“La Iglesia ha decidido suspender todos los viajes y conferencias para darle a las agencias de seguridad la oportunidad de realizar sus obligaciones sin distracciones”, dijo el representante católico Hany Bakhom a un sitio de noticias cristianas el jueves.
La Iglesia Copta Ortodoxa, que reúne a la mayoría de los más de 9 millones de cristianos en Egipto, también decidió la suspensión de actividades, como parte de las recomendaciones de las fuerzas de seguridad del país.
Mientras tanto la Iglesia anglicana canceló un paseo a la playa que se iba a realizar del 17 al 21 de julio a la localidad de Hurghada. “Unámonos en oración por la seguridad y estabilidad de nuestro país”, escribió el pastor Mohsen Naeem.
Por su parte, el pastor Andrea Zaki, líder de la Egyptian Evangelical Church, dijo a AFP que “nos referimos a conferencias y viajes para eventos religiosos por tres semanas, porque tenemos información en cooperación con los responsables de las agencias (de seguridad) que se han detectado amenazas de ataques”.
Los ataques contra la comunidad cristiana en Egipto han hecho que muchas familias dejen sus hogares en la región del norte del Sinaí
Los ataques contra la comunidad cristiana en Egipto han hecho que muchas familias dejen sus hogares en la región del norte del Sinaí.
A fines de mayo de este año varias decenas de cristianos coptos fueron asesinados por el Estado Islámico después de que el autobús en el que viajaban en la provincia egipcia de Menia fuera atacado.
En abril, exactamente en el Domingo de Ramos, el Estado Islámico atacó también dos iglesias coptas en las que murieron al menos 36 personas, lo que llevó a que estos cristianos suspendieran diversas actividades y a la declaración del estado de emergencia en el país.
En diciembre del año pasado, el Estado Islámico perpetró un atentado contra la Catedral copta de San Marcos, en el que murieron 26 personas que asistían a un servicio religioso.
El 12 de febrero de 2015, 21 cristianos coptos egipcios fueron decapitados en las playas de Libia, entonces sumida en el caos tras la caída del régimen del dictador Muamar Al Gadafi. Fue el primer gran atentado contra cristianos egipcios desde la llamada “primavera árabe” de 2011.
En su visita a Egipto a finales de abril de 2017, el Papa Francisco resaltó que “es indispensable excluir cualquier absolutización que justifique cualquier forma de violencia. La violencia, de hecho, es la negación de toda auténtica religiosidad”.
“Estamos obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios: su nombre es santo (…). Por tanto, solo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre”, dijo Francisco en la Universidad de Al-Azhar.
*Este artículo ha sido publicado originalmente por Walter Sánchez en ACI Prensa.
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