valiente
mayo 23, 2020
“Dios me Ayudó a Superar mis Complejos y a Perdonar a quienes me Señalaban”, afirma Lizzie Velásquez
Lizzie Velásquez es un ejemplo de superación para miles de personas con su historia de vida.
“Cuando era joven, pensé que mi vida no tenia más sentido. No podía hablar con nadie sobre lo que me estaba pasando, nadie lo sabia, me sorprendió mucho lo que sucedió ”, aseguro.
La valiente Lizzie vino a este mundo con dos condiciones extrañas: el síndrome de Marfan y la lipodistrofia, que provoca una apariencia envejecida e impide el aumento de peso. Con tan solo 28 años, mide 1,57 y pesa unos 27 kilos.
Los padres de la joven se destacan por ser amorosos, Lizzie no se dio cuenta de que parecía distinta del resto hasta que comenzó sus estudios y se convirtió en el blanco de sus compañeros de escuela. Creciendo en la adolescencia, pero ella nunca estuvo sin la ayuda de su familia.
“Lo primero que me enseño mi padre es perdonar a las personas que me hacían mal. Al principio me costó mucha oración para que no exista tal sentimiento en mi vida ”, asegura Lizzie.
Como forma de superación, la joven combatió su enfermedad de manera distinta. Estudio y se graduó en Comunicación de la Universidad Estatal de Texas y fundó su propio canal de YouTube para hacerse conocer a nivel mundial.
A pesar que ella no culpa a Dios por su apariencia, ella sabe que la verdadera belleza que Dios le dio es mucho mas grande. “Dios es la razón principal por la que estoy aquí delante de ustedes. Recibí la mayor bendición de mi vida, que es mi síndrome. Mi fe en Cristo es lo mejor que me pudo haber pasado. Cuando mi día es malo, sé lo entrego a Dios, porque sé que Él me ayudará a superar cualquier cosa”, destaco.
“Me di cuenta que había un propósito en mi vida. Debería pasar por ese proceso y fui muy bendecida por todas estas luchas de pequeña, no solo para fortalecerme, sino para enseñarme muchas lecciones de vida que ahora puedo compartir con el mundo ”, afirma la joven.
Actualmente, la valiente Lizzie es una oradora y líder del movimiento cibernético contra los que causan malestar en las escuelas.
“Comparto mi testimonio con las personas que tienen dificultades”, asegura la joven. “Me pasaron cosas extrañas, pero aún estoy firme, sonriente y se feliz.
Fuente: tiempocristian.com