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octubre 25, 2016

ME SOBRAN DEDOS


ME SOBRAN DEDOS
Por: Baltazar Peña

Ángel se mostraba muy amigo en todo momento —y de hecho creí que lo era—. Mientras se comía mis frijoles, mis tortillas, y se bebía mi sangre; pero a veces un titulo, un buen trabajo, o el dinero, nos hace cambiar. Muchos cambiamos para mal o para bien, y él optó cambiar para mal. —Digo que para mal, aunque quizás el cambio para él fue para bien—. No sé si estoy confundido, porque lo que yo entiendo por bueno y malo, va ligado a mi poco entender y quizá los que estudian más o los egresados de la universidad lo entienden mejor o de otro modo.

Resulta, que Ángel y su servidor —Servidor por cuestión de cortesía, porque a mis amigos los cuento con los dedos de una mano y me sobran más de uno—, crecimos en el mismo barrio, éramos jóvenes, aunque yo menos joven que él, los dos éramos de familia pobre, pero mis padres eran más pobres aún. Él estudiaba el cuarto año de magisterio y yo el quinto cuando tuve que dejar mis estudios. Me fui para la capital, porque mi vida corría peligro —Esa es otra historia que talvez en otra ocasión les cuente—. Dispuse buscar trabajo, no podía estar de haragán siendo carga para mi hermana y su marido. Fueron días muy difíciles, pasé muchas penas para colocarme.

Todas las mañanas compraba el periódico y leía los anuncios de empleo. Me informaba como llegar a ellos, y sin perder tiempo salía corriendo con el saco y la corbata sobre el hombro a tomar la camioneta para ser uno de los primeros en llegar.

—¡Cómo se ha de haber reído la gente al verme vestido de saco rojo!, pero era el único que me prestaba mi cuñado: el otro que tenía lo usaba todos los días—. Mi hermana me daba el dinero para el transporte. Con amor, me preparaba unas tortillas con frijoles para que no pasara hambre y me bendecía antes de salir. Con mi portafolio imaginario lleno de ilusiones me lanzaba en busca del éxito.

Me sentía Incomodo con el cuello apersogado, pues solamente usé saco y corbata para asistir a los bailes de aniversario de mi colegio y los de la feria de Chiquimula, mi pueblo. Pero así lo requerían la mayoría de las “prestigiosas” empresas que publicaban atractivos anuncios para atrapar incautos:

“Por motivos de expansión empresarial estamos contratando personal que llene los siguientes requisitos: Los interesados deberán haber completado, como mínimo, la educación secundaria, tener buenos modales, facilidad de palabra, disponibilidad para viajar, actitud para liderar personal, competencia y responsabilidad (No se requiere experiencia). Los seleccionados recibirán entrenamiento y asesoría profesional. Ofrecemos excelentes ingresos, bonos, viajes y vacaciones. Necesitamos llenar las vacantes de Promotores de instrumentales imperecederos exclusivos del arte culinario.

 ¡Esta es la oportunidad que has estado buscando! (Presentarse de saco y corbata.”

Todos los días me presentaba en las lujosas oficinas de las empresas, unos minutos antes de la hora indicada, y, casi siempre, ya habían varios en espera de ser entrevistados. La atención para todos los aspirantes era excelente, nos hacían sentir importantes. Bellas señoritas nos servían café, galletas y refrescos, mientras éramos llamados al privado del ejecutivo encargado del reclutamiento. 

 Después de unas preguntas pueriles nos informaban que nos darían el resultado al día siguiente. Al final… todos éramos aprobados, pero tenían el cuidado de separarnos en grupos para disimular que el escrutinio en privado era nada más un trámite. Después de tres días y largas horas de pláticas engañosas en las que nos garantizaban el éxito, y mostraban películas de los que habían triunfado en la empresa, sin dar pista de cómo y que habían hecho para logrado, finalmente nos hacían saber lo que sería nuestro trabajo. ¡Vender ollas y sartenes de puerta en puerta! 

 ¡Continuará!
julio 25, 2016

Lobby gay ataca a músico mexicano Kalimba por criticar Doritos “arcoíris”

Una lluvia de ataques en medios y redes sociales fue la respuesta que obtuvo el famoso músico mexicano Kalimba, tras criticar la edición de tortillas “arcoíris” (rainbow) de Doritos, lanzada para celebrar el “orgullo” gay.

“Mueren Cristianos, mujeres, judíos y niños al por mayor y no los veo haciendo Doritos nuevos para cada uno #doblemoral #purahipocresia”, publicó, la tarde del 27 de junio, Kalimba en su cuenta en la red social Twitter.

    Mueren Cristianos, mujeres, judíos y niños al por mayor y no los veo haciendo Doritos nuevos para cada uno. #doblemoral #purahipocresia
    — Kalimba (@KalimbaMX) 27 de junio de 2016

Doritos, propiedad de la compañía estadounidense Frito Lay, lanzó en Estados Unidos su sabor “arcoíris” en septiembre de 2015, al asociarse con la organización It Gets Better, que promueve la agenda gay en ese país.

Con ocasión de la marcha del orgullo LGTB (lesbianas, gay, transexuales y bisexuales) en Ciudad de México, el 26 de junio de este año, la compañía decidió lanzar su producto en México.

    La diversidad no se trata de nuestras diferencias, sino de lo que nos hace únicos #DORITOSrainbow pic.twitter.com/ka1EtFypIv
    — Doritos Mx (@Doritos_Mx) 15 de junio de 2016

Los ataques contra Kalimba por su crítica a Doritos no se hicieron esperar. “Pero si ya se hicieron los Doritos negros”, “cobarde negro ni escribir sabes”, “este negro ofendió a la comunidad gay de la cual soy parte, si él es homófobo seremos racistas”, le escribieron desde diversas cuentas en Twitter.

El músico mexicano fue acusado, a fines de 2010, de violar a una joven de 17 años. Poco tiempo después, las autoridades lo encontraron inocente.

Esto no evitó que sus agresores usaran este tema para insultarlo. “¿Y para cuándo unos Doritos para las víctimas de pederastas como tú?” y “¿qué quieres? ¿Doritos violadores como tú, negro?”, son otras respuestas que recibió el músico mexicano.

En declaraciones para ACI Prensa, Carlos Alberto Ramírez Ambriz, presidente del movimiento mexicano Dilo Bien, los ataques que recibió Kalimba “evidencian la intolerancia, racismo, y odio que promueve el lobby gay contra todo aquel que no opina o favorece su causa”.

“Este es el verdadero rostro de los que piden tolerancia, aceptación, respeto y no lo dan”, señaló.

Para Ramírez Ambriz, las críticas del músico contra Doritos “son muy acertadas”, pues “ponen en evidencia que las ‘grandes compañías’ solo apoyan a los sectores que son ‘rentables económicamente’ para ellos”.

Sin embargo, el presidente de Dilo Bien advirtió que las palabras de Kalimba no necesariamente son una defensa de los cristianos y la familia, sino que podrían buscar “impactar en otro público y tomar popularidad que en los últimos años perdió de manera abrupta”.

Aún así, Ramírez Ambriz señaló que las agresiones contra el artista mexicano deberían motivar acciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) de México contra “los líderes sociales del lobby gay que incitaron a insultar, discriminar, ofender y realizar actos racistas contra Kalimba”.

En un video publicado horas después del tuit que encendió las agresiones, Kalimba precisó que su publicación “no fue un ataque, fue un punto de vista personal al cual tengo absoluto derecho, y respeto toda las respuestas que obtuve pues también tienen derecho a rebatir mi opinión y lo respeto”.

“Amo a la comunidad gay, pero no los amo como comunidad, los amo como individuos en comunidad o no, marginados o no, los amo como personas, sean gay o sean lo que sea”, dijo.

    Espero esto les deje muy clara mi postura. Mi derecho a opinar y debatir es el que crea una Nación, no el silencio. pic.twitter.com/lpsEAV20gj
    — Kalimba (@KalimbaMX) 28 de junio de 2016

Kalimba recordó que nunca ha realizado declaraciones ofensivas “contra ningún ser humano, de ninguna comunidad, género, posición social o económica, religión o estatus”.

“Ahora, insisto y afirmo mi posición sobre usar una comunidad específica para hacer comercio. A mi parecer es justo eso lo que los margina frente a las personas con escaso raciocinio o falta de criterio, el hacer sentir como si fueran la única comunidad destruida cuando hay muchas más”, precisó.

El amor y respeto, dijo, deben ser tanto para lesbianas, gay, bisexuales y transgénero, así como “para las distintas religiones, razas, credos, costumbres y posiciones sociales. Es decir, para todos”.

“Si queremos cambiar el pensamiento y minimizar la violencia debemos señalar todas las causas de la misma”.

Kalimba pidió disculpas para quien se hubiera sentido “ofendido por mi tuit”, pero insistió en que “debemos unirnos por todas las comunidades perseguidas y la violencia y opresión sobre tantos seres humanos, comercializando o todas o ninguna”.

Fuente: Aciprensa.com