Sólo
hay una persona en el mundo que puede afirmar que ha vivido casi tanto
como ella. La italiana Emma Morano, que vino al mundo cuatro meses más
tarde que Susannah Mushatt, una centenaria americana de 116 años que se
crió en una granja de Alabama y que ostenta en la actualidad el título
de más longeva del mundo.
Susie,
como la llaman cariñosamente en su entorno más cercano, nació el 6 de
julio de 1899 y fue la tercera de los once hijos que tuvo María Mushatt.
Según recoge la revista New York Magazine, la anciana todavía recuerda
como su madre cocinaba pan de maíz y carne con el agua extraída del pozo
que tenían cuando eran niños.
Cuando
le preguntan por lo más destacado de su vida, recuerda los episodios
más negativos de la Guerra de Secesión, pero también repasa momentos
importantes como su primer trabajo en 1922 como niñera de una familia de
Nueva Jersey, donde no duró más de un año, o el día de su boda en 1928,
con un hombre llamado Henry Jones, aunque cuenta que se separó al poco
tiempo de él.
Esta
centenaria ha pasado gran parte de su vida viviendo en un apartamento
en Harlem en Nueva York, dedicándose a trabajos domésticos, hasta que
dejó de trabajar en 1965, fue entonces cuando regresó a la granja
familiar de Alabama pero sólo por un tiempo, porque para la fecha, la
ciudad que nunca duerme la había seducido perdidamente. Es allí donde
vive, en el cosmopolita barrio de Brooklyn, rodeada de familia y amigos,
aunque ya no cuenta con sus hermanos, puesto que todos ellos han
fallecido. Y aunque todos ellos bebían demasiado, según cuenta, la
mayoría vivieron bastante, de hecho, uno de ellos, alcanzó la edad de 92
años.
Cuando
Jones tenía alrededor de 80, es decir, hace 35 años, se mudó a una
residencia de la tercera edad en Canarsie, en la parte sureste del
distrito de Brooklyn donde ha estado cocinando hasta cumplir los 100,
pero tuvo que dejar de hacerlo cuando empezó a padecer de cataratas.
El secreto de la longevidad
Pero,
al margen de todo lo vivido, realmente hay una pregunta que planea por
la mente de todos las que tienen el gusto de conocerla. y a la que la
anciana contesta con mucha naturalidad. Jones confiesa que el secreto
para vivir tantos años es dormir mucho y desayunar bacón a la plancha
todas las mañanas. «Todavía tengo mucho apetito», asegura la centenaria.
Otra de las cosas que le gusta hacer es masticar chicles de menta. Al
parecer, aquello de la soltería que alegó la italiana no le ha servido a
esta anciana, en su caso son las horas en compañía de Morpheo y la
dieta lo que le han valido para alargar tanto la vida.
Secretos
que seguramente le sirvan para volver a soplar las velas dentro de
medio año, y quién sabe, lo mismo puede volver a presumir de tener una
felicitación personalizada del mismísimo presidente de Estados Unidos.
¿La felicitará Obama otra vez? Tendremos que esperar para saberlo
todavía siete meses más.
Fuente: ABC
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