“No tengo una visión hippy de Cristo. Los Evangelios hablan de un amor que pretende mucho y que a veces divide a muchos, pero siempre es amor”, declaró el lider de U2.
En estos días, ayer y hoy, está en Buenos Aires ofreciendo su espectáculo la banda irlandesa de rock, cuya figura central es el vocalista Bono, considerado como el más grande de los grandes en la música rock.
Las grandes estrellas de la música son con frecuencia sometidas a entrevistas para que opinen sobre los temas más variados, sepan o no de qué están hablando. Su modelo será referente de millares de personas, especialmente jóvenes.
El año pasado se publicó un libro de entrevistas a Bono. La banda U2 lleva años llenando los oídos y la cabeza de mucha gente con mensajes que desafían lo “políticamente correcto”.
Pero en el libro, según lo que informa la revista española “Palabra” en su número de febrero pasado, se descubre que Bono es sinceramente católico.
Ante el escepticismo del entrevistador, Bono se despacha con frases como éstas: “Cuanto mayor me hago, más me conforta el hecho de pertenecer a la Iglesia”; “me refugio en la gracia y acepto el hecho de que Jesús tomó mis pecados sobre la cruz”; “no tengo una visión hippy de Cristo. Los Evangelios hablan de un amor que pretende mucho y que a veces divide a muchos, pero siempre es amor”.
Bono, que junto con artistas de la talla de Quincy Jones y Bob Geldorf fue recibido por un Juan Pablo II ya muy enfermo -en el contexto de la lucha por la condonación de la deuda de los países pobres- se sintió conmovido por la humildad del Santo Padre.
Aquel emotivo encuentro se cerró con una simpática anécdota relacionada con las gafas que el cantante siempre lleva y que regaló al Papa. Bono afirma que las gestiones de Juan Pablo II facilitaron muchísimo la tarea que se traían entre manos para ayudar a los países con dificultades.
El año pasado, en un concierto multitudinario para luchar contra el sida, Bono quiso interpretar junto con Beyoncé una sencilla melodía en la que se habla de la oración como medio también adecuado para hacernos samaritanos y luchar contra la epidemia.
Pero Bono sigue arrinconando a su interrogador: “La respuesta laicista a la historia de Cristo siempre dice algo así como ‘era un gran profeta, obviamente tenía mucho que decir, en la línea de los otros profetas, sean Elías, Mahoma, Buda o Confucio’. Pero la realidad es que Cristo no te permite decir eso. No te deja esa salida. Cristo dice: […] ‘Soy el Mesías”, ‘Yo soy Dios encarnado’. Así que lo que te queda es: o Cristo es quien decía que era -el Mesías-, o era un completo chiflado. La idea de que todo el curso de la civilización de medio planeta ha cambiado, que se ha vuelto al revés debido a un supuesto chiflado… para mí, eso sí que es increíble”.
Fuente: AICA/Mercadocristiano.com
Foto: La tercera
En estos días, ayer y hoy, está en Buenos Aires ofreciendo su espectáculo la banda irlandesa de rock, cuya figura central es el vocalista Bono, considerado como el más grande de los grandes en la música rock.
Las grandes estrellas de la música son con frecuencia sometidas a entrevistas para que opinen sobre los temas más variados, sepan o no de qué están hablando. Su modelo será referente de millares de personas, especialmente jóvenes.
El año pasado se publicó un libro de entrevistas a Bono. La banda U2 lleva años llenando los oídos y la cabeza de mucha gente con mensajes que desafían lo “políticamente correcto”.
Pero en el libro, según lo que informa la revista española “Palabra” en su número de febrero pasado, se descubre que Bono es sinceramente católico.
Ante el escepticismo del entrevistador, Bono se despacha con frases como éstas: “Cuanto mayor me hago, más me conforta el hecho de pertenecer a la Iglesia”; “me refugio en la gracia y acepto el hecho de que Jesús tomó mis pecados sobre la cruz”; “no tengo una visión hippy de Cristo. Los Evangelios hablan de un amor que pretende mucho y que a veces divide a muchos, pero siempre es amor”.
Bono, que junto con artistas de la talla de Quincy Jones y Bob Geldorf fue recibido por un Juan Pablo II ya muy enfermo -en el contexto de la lucha por la condonación de la deuda de los países pobres- se sintió conmovido por la humildad del Santo Padre.
Aquel emotivo encuentro se cerró con una simpática anécdota relacionada con las gafas que el cantante siempre lleva y que regaló al Papa. Bono afirma que las gestiones de Juan Pablo II facilitaron muchísimo la tarea que se traían entre manos para ayudar a los países con dificultades.
El año pasado, en un concierto multitudinario para luchar contra el sida, Bono quiso interpretar junto con Beyoncé una sencilla melodía en la que se habla de la oración como medio también adecuado para hacernos samaritanos y luchar contra la epidemia.
Pero Bono sigue arrinconando a su interrogador: “La respuesta laicista a la historia de Cristo siempre dice algo así como ‘era un gran profeta, obviamente tenía mucho que decir, en la línea de los otros profetas, sean Elías, Mahoma, Buda o Confucio’. Pero la realidad es que Cristo no te permite decir eso. No te deja esa salida. Cristo dice: […] ‘Soy el Mesías”, ‘Yo soy Dios encarnado’. Así que lo que te queda es: o Cristo es quien decía que era -el Mesías-, o era un completo chiflado. La idea de que todo el curso de la civilización de medio planeta ha cambiado, que se ha vuelto al revés debido a un supuesto chiflado… para mí, eso sí que es increíble”.
Fuente: AICA/Mercadocristiano.com
Foto: La tercera
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