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Pareja prefirió rezar a llevar a su hija al médico cuando enfermó: la beba murió

Sarah (25) y Travis Lee Mitchell (22) fueron hallados culpables de "homicidio por negligencia y maltrato criminal" por una corte de Oregon, Estados Unidos, y condenados a seis años y ocho meses, luego de que la pareja prefirió rezar por la salud de su beba recién nacida de forma prematura, en vez de llevarla al médico.

El 5 de marzo de 2017, la pequeña Ginnifer Mitchell nació en la casa a las 32 semanas y sus padres nunca la llevaron al pediatra, ni siquiera vio una enfermera. Esto tiene que ver porque pertenecen a la Iglesia de los Seguidores de Cristo, de unos 1000 miembros fundada por el abuelo de Sarah, que rechaza la atención médica y cree en la sanación por medio de la fe. Si alguien muere, es por voluntad divina.

Según The Washington Post, Sarah ignoraba que esperaba mellizas y que llevaba adelante un embarazo de riesgo, por lo que jamás se realizó una ecografía ni vio a un ginecólogo. Cuando las bebas nacieron de forma prematura, comenzaron a tener problemas para respirar, pero en vez de llamar al médicos, sus padres pidieron ayuda a decenas de feligreses, que se juntaron para acompañarlos con oraciones. En vano, cerca de las 7 una de ellas, Ginnifer murió.

El que le salvó la vida sin darse cuenta a Evelyn, su hermanita, fue el responsable de la iglesia que llamó a las autoridades para avisar de una muerte. Tras constatar el deceso de la bebé, que pesaba solo 1,5 kilos, por "complicaciones por ser prematura", el médico Eric Tonsfeldt dijo que tenía que llevársela para realizarle una autopsia. Fue entonces cuando le advirtieron que tenía una hermanita.

Tonsfeldt la encontró en el baño, rodeada de seguidores de la iglesia que estaban rezando. El médico les aconsejó llevarla a un hospital debido a su bajo peso, pero solo le solo le agradecieron por su ayuda. Al salir de la casa, el médico llamó a la policía y finalmente Evelyn fue internada. 

Fuente: The Oregonian.

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