El virus conocido como “Coronavirus” ha provocado que todas las alarmas del mundo se activen y que las personas, sin distinción, se mantengan preocupadas por el alto índice de contagio que tiene. Ante la crisis, los líderes evangélicos de diferentes países están enfatizando el cuidado y la prevención que el pueblo cristiano debe acatar.
Varios gobiernos han anunciado el cierre de escuelas, universidades, edificios públicos y otros lugares de reunión con la finalidad de evitar la propagación del coronavirus. Frente a este desafío en la salud, los líderes cristianos aconsejan a las iglesias que sigan las recomendaciones de las autoridades y oren por un avivamiento espiritual y social en cada país.
Pese a que el virus es especialmente peligroso para la población con enfermedades previas, la tensión aumenta a medida que el gobierno anuncia nuevas medidas. El cierre de las escuelas se ha convertido en un problema para las familias y las reuniones cristianas se dan por medio de streaming o grabaciones en línea.
Hablar con alguien en la calle o tratar con ellas es más difícil ahora. Sin embargo, una palabra de aliento y fe no debe desaparecer de un cristiano, siempre puede ser útil en momentos difíciles. Los cristianos tienen la oportunidad de transmitir calma, obedeciendo las reglas anunciadas por los gobernantes, pero continuando con la vida diaria de la manera más normal posible, mostrando la confianza y protección que Dios nos imparte por medio de Su palabra.
Muchos necesitan expresar sus miedos. No necesitan juicio, sino palabras de esperanza. Y es justo en el temor de la desesperanza que como Iglesia, necesitamos interceder por esta tierra, por nuestros gobernantes, nuestro prójimo, de los cuales los medios no dicen mucho.
Fuente: impactoevangelistico.net
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