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julio 18, 2019

SEXTO MANDAMIENTO: «No matarás» y la donación de órganos

Vamos a explorar hoy  muy brevemente un tema muy complejo: la donación de órganos.

Hay dos tipos de donación de órganos: Cuando los órganos se toman de 1. donantes vivos y cuando se extraen de 2. donantes cadavéricos.

DONANTES VIVOS
Esta categoría incluye, por ejemplo, la donación de riñón; médula ósea y la donación de sangre.

En el pasado, muchos rabinos, entre ellos el rabino Isaac Weiss y el Rabino Eliezer Yehuda Waldenberg z»l, expresaron ciertas reservas acerca del permiso para donar un riñón, por ejemplo, porque pensaban que aunque una persona puede tener una vida normal con un solo riñón , los riesgos para el donante durante y después de la cirugía, eran demasiado altos y podían poner en peligro su vida.

En nuestros días, sin embargo, los donantes son examinados cuidadosamente física y psicológicamente, y los riesgos quirúrgicos y post-quirúrgicos de complicaciones para el donante han disminuido drásticamente, gracias a los avances de la medicina moderna. En una de sus respuesta rabínicas, el Rab Obadia Yosef z «l evalúa las objeciones del rabino Weiss y el rabino Waldenberg, y afirma que, puesto que hoy en día los riesgos involucrados en la donación de riñón son tan bajos, se considera un gran Mitsvá donar un riñón, y este acto se enmarca dentro de la Mitsvá de salvar una vida, (piquaj nefesh). La donación de un riñón para salvar una vida, sugiere el Rab, podría también ser requerida por el mandamiento de la Torá «lo ta’amod al dam re’ekha», «no te quedarás inmóvil mientras tu prójimo se desangra» (es decir, mientras se está muriendo) «.

DONANTES CADAVÉRICOS
La forma más común de donación de órganos y la que se debate entre los rabinos modernos, es la donación de órganos después de la muerte del donante. Esta es la donación de órganos que se alude en las licencias de conducir donde se autoriza o no extraer los órganos para ser trasplantados.

La donación cadavérica se relaciona en un punto crucial con el sexto mandamiento. Esto es: la definición de «muerte». Me explico:  Algunos órganos, como el corazón, por ejemplo, no pueden ser trasplantados después de que éste deja de funcionar. El corazón debe ser extraído del cuerpo del donante, mientras que todavía está latiendo. Hasta la década de los 1970s, esta operación era imposible debido a que la insuficiencia cardiopulmonar irreversible, era el único estándar para la determinación de la muerte. Pero, más adelante, los científicos desarrollaron respiradores o ventiladores médicos que mantienen la respiración, evitando que el corazón deje de latir . En una situación conocida como «la muerte irreversible de la corteza cerebral»  el cerebro podría detener por completo sus actividades vitales, mientras que el paciente todavía sigue respirando con el respirador y su corazón sigue latiendo. La pregunta entonces es: este paciente se considera muerto porque su cerebro ya está muerto, o se sigue considerando vivo  porque su corazón sigue funcionando?

Hay dos opiniones sobre este tema:
1. CORAZÓN. La opinión más estricta sostiene que mientras el corazón está latiendo y la persona está respirando, el paciente se considera vivo, incluso cuando la respiración es causada por un respirador, e incluso cuando la corteza cerebral está muerta. Y por lo tanto, extraer el corazón de este paciente sería considerado asesinato. La fuente bíblica para esta opinión es que cuando el hombre fue creado,  Dios insufló en el cuerpo de Adán un hálito de vida (respiración o nishmat jayim), y esto indica que la vida está determinada por la respiración.

2.CEREBRO. La opinión más permisiva también sostiene que la respiración es la señal inequívoca de vida. Pero explica que con el fin de ser considerada como un signo de vida, la respiración tiene que ser autónoma. El Rabinato de Israel emitió un fallo hace unos años indicando que en su opinión la muerte cerebral se debe considerar muerte, incluso si el paciente está conectado a un respirador artificial, y su corazón aún está latiendo. Explicaron que, si bien nos parece a nosotros que el paciente todavía está respirando, una vez que se determina la muerte de la corteza cerebral, el centro de control de la respiración autónomo se desactiva de forma irreversible, y se ha perdido para siempre el control sobre la respiración. La vida está conectada a la respiración cuando la respiración es autónoma, es decir, cuando todavía existe la capacidad de respirar. Un paciente con muerte cerebral que respira se podría comparar a un cuerpo decapitado  que, de alguna manera, conectado a un respirador artificial, sigue con su corazón activo. Ya que el corazón es un músculo autónomo y puede funcionar «mecánicamente» incluso cuando no es activado por la corteza cerebral . Pero, puesto que ya no existe la posibilidad de  respiración autónoma el paciente se considera muerto y en determinadas condiciones, sus órganos podrían extraerse para el trasplante.

TARJETAS de DONACIÓN DE ÓRGANOS 
En Israel (ver https://www.adi.gov.il/en/ ) y en los EE.UU.
(https://www.hods.org/)   hay dos instituciones importantes ADI y HODS que apoyan la donación halájica de órganos y le ofrecen al donante la opción de elegir entre los dos dictámenes rabínicos anteriormente mencionados. Sus sitios web tienen fuentes de información muy importantes y serias sobre este tema.

ACLARACION: La Halajá de hoy trata de cuestiones muy delicadas de vida y muerte, y se escribe sólo con fines educativos. Para cualquier cuestión práctica, por favor, consulte con el rabino de su comunidad.

Fuente: halaja.org
enero 19, 2017

Tracy Jolliffe disfruta regalando partes de su cuerpo a extraños que las necesitan

La británica Tracy Jolliffe disfruta regalando partes de su cuerpo a extraños que las necesitan.

A sus 50 años se jacta de haber donado ya un riñón, 16 óvulos y unos 45 litros de sangre. Pero además, planea donarle parte de su hígado a algún desconocido y dejar su cerebro al morir para la investigación científica.

"Si tuviera otro riñón de sobra para dar lo volvería a hacer", le dijo a la BBC.

Tracy es lo que se conoce como una "donante altruista": una persona dispuesta a regalar un órgano para salvar potencialmente la vida de un perfecto desconocido.

Su vida ha girado desde siempre alrededor de la salud: es microbióloga de profesión e hija de enfermeros.

"Cuando tenía 18 años me registré como donante de sangre y como donante de médula ósea", dice orgullosa.

Y durante las siguientes tres décadas continuó expandiendo su generosidad.

"Vivir sin un hígado"

Desde hace cinco años Tracy ha vivido con un solo riñón.

Tenía 45 cuando en 2012 se sometió a una operación quirúrgica para donar el órgano sin conocer la identidad del receptor, a quien presumiblemente le salvó la vida.

En Reino Unido el 60% de los receptores de trasplante de riñón tiene una esperanza de vida de unos 15 años. La lista de espera media para recibir un órgano es de 3 a 4 años.

"Todos los días al levantarme me recuerdo a mi misma lo que hice", dice orgullosa de su decisión.

Otras 100 personas hicieron lo mismo que ella ese año en Reino Unido. La organización caritativa Give a kidney (Dona un riñón), anima a más gente a seguir sus pasos.

Pero esa no es una decisión que se tome de la noche a la mañana. La donación de un riñón es un proceso en el que tienes que estar muy involucrado.

Sólo las pruebas de idoneidad tardan tres meses en completarse. Y en el camino hacia el trasplante hay muchos exámenes que incluyen rayos X, pruebas de corazón, de sangre y del funcionamiento de los riñones.

"No es recomendable si le tenés miedo a las agujas", bromea.

Afortunadamente, los riesgos asociados a la donación de riñones son relativamente bajos para quienes se consideran lo suficientemente sanos como para seguir adelante con el proceso.

La tasa de mortalidad en Reino Unido es de 1 por cada 3.000 casos, aproximadamente la misma que para una extirpación de apéndice.

Tracy le contó a la BBC que estuvo en el hospital cinco días después de la operación pero que tardó unas seis semanas en "volver a la normalidad".

3 familias nuevas

Gracias a los 16 óvulos que Tracy donó, tres parejas pudieron tener niños.

Esa, según le dijo a la BBC, sí fue una decisión fácil.

"Yo no tengo deseo de tener hijos, así que pensé. Estoy sana, ¿por qué no?", cuenta.

Pero ahí no queda la cosa. En su lista de futuros proyectos está donar parte de su hígado, de nuevo, a alguien que no conoce.

Desde los 18 años Tracy calcula que ha donado unos 45 litros de sangre.

Pero esa "es una operación mucho más arriesgada que la de donación de riñón", dice.

En Reino Unido el índice de muerte para quienes donan el lóbulo derecho del hígado es de 1 de cada 200. Para el izquierdo es de 1 de cada 500.

Pero muchos donantes disfrutan de una vida larga y saludable ya que ese órgano "tiene una capacidad increíble de regeneración", le dijo a la BBC.

Cuando los cirujanos extraen una parte del hígado del donante, en cuestión de días la parte que queda en el donante vuelve a crecer hasta su tamaño original, en un proceso conocido como hipertrofia, que continúa hasta las ocho semanas, aproximadamente.

Y también el cerebro, cuando ya no lo necesite

El tejido cerebral es un recurso muy valioso para la investigación médica.

Con tanta generosidad en vida no sorprenderá que Tracy quiera seguir donando órganos una vez que muera.

"Ya me registré para donar mi cerebro a la ciencia cuando me vaya", comenta.

Las operaciones de donación de cerebro se suelen hacer antes de transcurridas 24 horas después de la muerte. El propósito es poner ese órgano al servicio de investigaciones médicas de enfermedades como la demencia, por ejemplo.

La motivación que lleva a Tracy a donar "en serie" es muy sencilla.

"Creo que es parte de mi naturaleza, mi oportunidad de hacer algo bueno", dice.

Pero la diferencia que este tipo de decisiones puede tener para los demás es gigantesca.

Fuente: lanacion.com.ar