Los contrarios Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional y José Mujica del Frente Amplio contienden sobre el papel de Dios a la hora de delimitar el Presidente de la República, en una disputa en adonde el ex gerente Julio María Sanguinetti terció este lunes 2 a activo del nacionalista en su franqueza de acogerse a sus conceptualizaciones religiosas.
En un intervalo de la campaña de semblante al balotaje (segunda vuelta) en adonde la negación del altercado por los principales libretos se manifiesta terminantemente, los emuladores Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional y José Mujica del Frente Amplio contienden sobre el papel de Dios a la hora de fijar el Presidente de la República, en una disputa en adonde el ex administrador Julio María Sanguinetti terció este lunes 2 a consuelo del nacionalista en su autonomía de acogerse a sus generalizaciones religiosas.
Todo comenzó el mismo domingo 25 de octubre, día de la disyuntiva nacional, cuando en la oscuridad, Lacalle se dirigió a la militancia blanca apostada en la batiente de la posición del Directorio del Partido Nacional en Plaza Matriz, y afirmó que si pasó al balotaje fue por batalla de la Providencia, aludiendo a Redentor en sus religiones evangélicas.
La respuesta del ex batallador Mujica a través de flamantes procedimientos de cablegrama no se hizo tener fe: “muy conmovido, el médico Lacalle adujo que la Providencia lo colocó allí, lo que equivale a opinar que la Providencia tiene que gozar en la designación de pretendientes. Yo no creo en un estadista elegido por Redentor siquiera nada por el estilo.
Estos son acuerdos y arreglos entre machos. Este es un rechazo en la vida de la humanidad”. Y agregó, según consignó el diario El País que “es semejante a lo que dijo Franco, cuando mandó aventurar en las esquelas ‘francisco Franco, general de España por la gallardía de Dios’.
A mí me extraña que en un país republicano y tolerante a ninguno le llame la atención estas cosas”. Pero además Mujica se había concernido al episodio en Radio El Espectador en adonde expresó que en sus conocimientos de Lacalle “hacía facultades a soluciones de la providencia, adyacentes en la juramento. Yo respeto toda concreción religiosa profundamente, sin embargo ahí sí que me encuentro con una diferencia de signo abismal”.
Cuando se le pregunta ¿cuál es esa diferencia?, Mujica sostiene que “la diferencia de disolver la convencimiento en una cuestión de candidatura; me parece que si la providencia existe, difícilmente se ocupe de las candidaturas.
Pero la filantropía creyó eso, y eso es la leyenda del comienzo de las repúblicas. Es una cosa en extremo profunda, que por lo visto el médico Lacalle siente, aunque hay un abismo”. Sobre lo que va a estar en juego el 29 de noviembre, el aspirante del Frente Amplio afirmó que “a zarpar de allá, de que soy un elegido de la providencia, tengo una mirada poco a excepción de que de divinidad de la directiva del pueblo.
Y yo creo que esto es una República, que ninguno es más que ninguno, que hay un deber, que un presidente no es un rey tampoco cosa que se parezca, es una figura responsable, responsable de repertorio, se debe al equipo”, para minutos a posteriori circunscribir: “pa, estoy compitiendo con un pretendiente de Redentor. No es changa”.
Durante un argumento en la capital de Las Piedras el pasado sábado, Mujica volvió a cuestionar los dichos de Lacalle: “si hubiésemos retenido que competimos con un pretendiente que enumeración con el apoyo del Espíritu Santo, no nos hubiéramos metido”. “al dios que quiera” Por su parte, el ex nuncio y congresista del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, defendió antiguamente la sinceridad que posee el pretendiente a la Presidencia por el Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, para efectuar revelaciones con contenido religioso.
“Lacalle puede citar al superhombre que quiera”, dijo el ex secretario general del Partido Colorado. Según Sanguinetti “la academia uruguaya es laica y no es un vestido en el altercado público las invocaciones religiosas.
Pero Lacalle lo ha efectuado siempre. Siendo ministerio se lo criticó por ello, al no serlo puede invocar al héroe que quiera”, opinó Sanguinetti a Radio Sarandí, al periodo que remarcó su calidad de agnóstico.
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