El vil asesinato de la pastora Inés López de Jesús, que conmovió esta comunidad en junio del año pasado, cuando puso su cuerpo como escudo para recibir las balas que iban dirigidas a su hijo, desviado por mal camino, habían rendido fruto cuando el joven decidió declarar contra los asesinos, que eran sus compinches.
Sin embargo, William (Willie) Rosario López, que lloró amargamente arrepentido en julio cuando señaló a varios de los autores del asesinato de su madre, volvió al camino del mal y su última fechoría la ejecutó en la noche del sábado cuando asesinó a un joven hermano de uno de los acusados por la muerte de la pastora.
Willie, de 20 años de edad, llegó acompañado de al menos dos individuos en motoras tipo scooter, al barrio Quebrada Huertas, y se acercó al joven Julio Bracero Torres, de 19 años, que se encontraba bregando en una motocicleta en la calle 13, en el sector Estancias del Mar, y le dio un balazo en la cara.
Julio, hermano de Cristopher (Pen) Bracero Torres, uno de los acusados por el asesinato de la pastora, cayó al piso y Willie lo remató dándole siete balazos en la espalda.
El teniente Israel Cantre, director del CIC en Fajardo, sostuvo que Willie se ha convertido en el delincuente más buscado en el Area Policiaca, y lo señaló como sospechoso del asesinato el pasado 12 de diciembre de Richard de Jesús Walker, que aconteció en Quebrada Huertas, hecho que también está relacionado con la venganza por el asesinato de su madre.
Willie fue condenado en ausencia por un caso de robo domiciliario del que estaba acusado junto a Efraín Feliciano Caraballo, acusado por la muerte de la reverenda que dirigía una iglesia pentecostal en Ceiba. También se emitieron órdenes de arresto por desacato cuando no compareció a los procesos contra los acusados por la muerte de su madre, Bracero Torres, Feliciano Caraballo y Abner Maldonado Ruiz.
Aunque por el asesinato de la pastora López de Jesús habían sido acusadas tres personas, se cree que fueron más los que participaron y que Willie los conoce. Los asesinos que usaron rifles de asalto AK-47, querían silenciar a Willie cuando se regó que el joven era “chota” de la Policía, y que los iba a delatar en una serie de fechorías y de actividades de trasiego de drogas.
El sábado en la noche Willie actuó frente a varios testigos. Su víctima fue llevado al Hospital San Pablo del Este, donde fue declarado muerto.
La agente Dimaris Figueroa, de la División de Homicidios, junto a un grupo de investigadores, trabajaban en la pesquisa y Willie era buscado por cuanto rincón se conoce de este municipio, para tratar de evitar que continúe con su violenta venganza.
Fuente: El Vocero
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