La fe es don de Dios, pero la religión es el sepulcro de la fe.
Y, desafortunadamente, el mundo está completamente involucrado con la religiosidad.
La religiosidad es lo que usa el diablo para paralizar la fe del ser humano, con la religión somos presa fácil de todo el mal que está debajo de los cielos.
La religión cauteriza la mente del religioso, no le permite ver la verdadera fuerza de ejercer la fe pura y verdadera. Pero, cuando logramos liberarnos de la religiosidad, estamos libres para alcanzar todas las promesas que Dios nos ha prometido.
¡Dios nos bendiga!
Pedrito Ávila
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