Expulsan a familia de la comunidad por construir iglesia cristiana en México
En una comunidad indígena de San Andrés Yaá, se presentó un caso de persecución a una familia evangélica por construcción una iglesia para predicar el evangelio de Jesucristo.
El pastor Imeldo y su esposa Adolfina, fueron expulsados del pueblo de manera sorpresiva. Y luego del polémico desalojo, la comunidad destruyó la iglesia construida por ellos. El matrimonio se convirtieron al cristianismo cuando su hija enfermó gravemente a la edad de tres años, según el informe compartido por Christian Today.
Estaban en el hospital y los médicos no le daban esperanzas de que la pequeña sobreviva, pero en ese momento Adolfina preguntó si el pastor de su iglesia podía orar por la niña. Tras la oración su hija se curó de manera sobrenatural. Debido a esto, IImeldo y Adolfina dedicaron sus vidas a servir a Cristo predicando en su comunidad.
Desde el principio, compartieron la palabra de Dios sin ningún problemas, mucha gente recibió el mensaje de salvación, pero sólo unos pocos se entregaron a los pies de Cristo. Con esos pocos conversos, el pastor Imeldo decidió que era hora de abrir una iglesia para que pudieran reunirse.
En unas de las oportunidades, celebraron un servicio para bautizar a un niño en la iglesia que la pareja construyo. Cuando terminó el servicio, las autoridades locales impidieron que la congregación se fuera. Se le solicito al pastor Imeldo que proporcionara una prueba de permiso para realizar los servicios, algo que nunca antes se había solicitado.
Le dijeron al pastor que ya no se le permitiría realizar servicios y predicar en la ciudad. El pastor Imeldo, no obstante, no sucumbió a la presión y afirmó que los servicios continuarían.
Al paso del tiempo, comenzó a recibir fuertes amenazas. Las autoridades locales le pidieron que renunciara a su fe cristiana o afrontara las consecuencias.
Sin embargo, una noche lluviosa detuvieron al pastor, luego de esto, destruyeron su iglesia completamente. Demolieron por completo el edificio, limpiaron el desorden y borraron todo rastro de una iglesia.
Las autoridades sin conformarse con lo ocurrido, le ofrecieron al pastor otra oportunidad de renunciar a su fe, a cambio de una vida tranquila. Ante su negativa, lo expulsaron a él y a su familia de la comunidad. “No sé cómo Dios le dio fuerza a mi esposo, pero continuó”, expresó Adolfina.
Lamentablemente, Imeldo ya no podrá descubrir el resultado. Ya que hace unos meses el pastor se fue de este mundo, producto de la pandemia. No obstante, Adolfina sigue presionando por justicia. «Mi marido se ha ido. Luchó y luchó hasta el final. Ahora está descansando, pero nos dejó. Eso es lo que más me duele», declaró.
Actualmente el proceso legal continúa, los miembros de la congregación del pastor Imeldo no han renunciado a su fe. Aún se reúnen en secreto en pequeñas iglesias en las casas para que las semillas sembradas por el pastor Imeldo en San Andrés Yaa sigan floreciendo.
Fuente: tiempocristiano.com