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julio 12, 2020
IGLESIA CANCELA DEUDAS DE PERSONAS AFECTADAS EN PANDEMIA
Más de 6400 llamadas telefónicas. Más de 10 000 intercesores orando todo el tiempo. Cientos de vehículos formando una caravana de oración por la ciudad. Estas son algunas de las actividades espirituales que una iglesia en Las Vegas ha realizado durante la pandemia, pero, además, llevaron alimentos y pagaron las deudas de personas en extrema necesidad.
Los pastores Guillermo y Dinora Jiménez, han sido líderes de la iglesia Águilas CFC desde 2002. "Sabía que el Señor quería hacer algo en Las Vegas", dice Guillermo, de 52 años, a AG News. “Esta no es la capital mundial del pecado. Hay algo más. Oramos y clamamos por un mover de Dios, y para que el Espíritu Santo haga milagros”.
En enero, esta iglesia comenzó una nueva serie de sermones sobre el libro de los Hechos, abordando temas como la hermandad y unidad de la iglesia primitiva. En febrero, la pandemia golpeó a Las Vegas: las enseñanzas habían preparado a los miembros para los próximos meses.
"Compartieron la Palabra, la Comunión y las oraciones, y se cuidaron mutuamente", dice Guillermo. "Vimos la bondad de Dios y una explosión de compasión y generosidad".
El pastor dice que cuando el templo cerró, los funcionarios de la iglesia accedieron a la base de datos de más de 6400 nombres y comenzaron a llamar a cada número. La acción involucró pastores, líderes e incluso niños, que llamaron para ver cómo podían ayudar a las personas.
"Se ha invertido decenas de miles de dólares para ayudar a comprar alimentos, pagar el alquiler o la factura de la electricidad", dice el pastor. “Todos se cuidan unos a otros. Hubo personas que oraron por alguien en el hospital, que hornearon un pastel y se lo llevaron a su vecino. Vimos sanidades”.
Una de las células de la iglesia recaudó más de $ 3000 y decidió donarlo a seis familias, después de buscar la guía de Dios. “Han bendecido a estas familias de diferentes maneras, según sus necesidades”, dice Guillermo.
Erika Sánchez, la pastora juvenil de Águilas, dice que muchas llamadas telefónicas llegaron en el momento adecuado. Un caso fue una abuela que no tenía dinero para comprar leche para sus nietos y una niña que planeaba suicidarse. “La gente comenzó a cuidarse unos a otros. La gente llevaba canastas de comida a las puertas de personas que ni siquiera conocían”, añade Guillermo.
Ella dice que escuchó varios testimonios de personas que transfirieron dinero a cuentas bancarias de alguien que Dios había puesto en sus corazones.
Fuente: impactoevangelistico.net