Neftalí Aravena reemplaza en el cargo al obispo Pedro Grandón Seguel de 53 años de edad, que fue ovacionado por los asistentes cuando entregó a la asamblea su informe final e hizo un llamado a vivir de mejor manera la relación con otros organismos y denominaciones.
El obispo saliente también alertó a no “temer un nuevo avivamiento pentecostal, como lo fue el del año 1909 en Valparaíso, que terminó con una división y desde donde surgió el movimiento pentecostal más grande que Chile ha tenido hasta la fecha.
Esta es la primera Asamblea General como corporación de derecho público que la Iglesia Metodista realiza tras la publicación en el diario oficial, este fin de semana, del estatuto respectivo.
Tras conocerse los resultados, la nueva autoridad de la Iglesia Metodista, Neftalí Aravena, agradeció la confianza depositada y señaló que su labor no será tan centrada en la parte administrativa.
“Ahora, espero seguir la huella pastoral dejada por el obispo Pedro Grandón”, dijo.
La asamblea contó con la presencia de la presbítero Viviana Pinto, de Argentina, en representación del Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina, entre otros líderes metodistas.
La elección del obispo Aravena fue saludada por el Concilio de Obispos y Presidentes de la Iglesia Metodista en América Latina y el Caribe, que envió una carta de felicitación. “Que la gracia de Dios le dirija y le permita ser instrumento de bendición para la amada Iglesia Metodista Chilena. También felicitamos al obispo Pedro Grandón por su trabajo, por su testimonio y gran compromiso con la Iglesia y su Señor. Muchas bendiciones para todos”, dice el mensaje suscrito por su presidente, el Obispo Juan A. Vera Méndez.
Fuene: alc
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