Por Matt Slick
Dios existe porque es un ser necesario. Existe porque existe. En otras palabras, debe existir porque esa es Su naturaleza. De lo contrario, no es Dios. El Dios cristiano es, por definición, eterno e inmutable. Esto significa que no tiene fin y que no cambia. Si existiera, no sería eterno ni inmutable. Por lo tanto, Dios existe porque existe. Es como decir que Él existe porque eso es lo que hace como Dios.
Esto puede sonar filosóficamente extraño. Pero en realidad no lo es. Dios, o existe o no. Si no existe, entonces nada más puede existir porque Él es el creador del reino físico. La Primera Causa por la cual todas las cosas llegaron a existir. Tiene que haber una Primera Causa.
Si no es Posible Una Regresión Infinita de Causas, ¿Por qué Existe Dios?
¿Por qué Existe Dios?No podemos tener una regresión infinita de causas porque un número infinito de causas en el pasado significa que para llegar al «ahora» habría que atravesar una cantidad infinita de tiempo para llegar al presente. Pero esto es imposible. Una cantidad infinita de tiempo no se puede cruzar, de lo contrario, no es infinita. Entonces, ya que no podemos cruzar una cantidad infinita de tiempo para llegar al ahora, debe ser que hay una sola causa no causada que comenzó todo. Esa única causa no causada es Dios.
Otra forma de verlo sería darse cuenta de que si no hay una única causa primera de una serie de acontecimientos, entonces no puede haber un segundo acontecimiento, o un tercero, o un cuarto, etc., lo que significa que nunca seríamos capaces de llegar al ahora.
Dios es Eterno: Lo Afirma la Biblia
Además, la Biblia nos dice que Dios es eterno (Salmo 90:2). Por lo tanto, no puede ser que Él haya sido creado. Pero si Él no fue causado para venir a la existencia y como afirman los Salmos, entonces cuando preguntamos por qué existe, solo podemos decir porque así es Su naturaleza: eterna existencia. Tal vez por eso Dios dice que Su nombre es «YO SOY».
«Y dijo Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY», y añadió: «Así dirás a los israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes”» (Éxodo 3:14).
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