Radio Milagro

La comunidad internacional ha condenado el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia el centro de Israel, que dejó heridas a 7 personas, entre ellos niños.

“Nuevamente un ataque a Israel desde Gaza. Una vez más, un cohete fue disparado contra un área metropolitana importante en Israel, que golpeó una casa causando su colapso e hiriendo a 6″, tuiteó Jason Greenblatt, enviado del presidente de EE.UU., Donald Trump, al proceso de paz israelí-palestino, mencionando una cifra inicial de heridos que luego fue corroborada.  “Condenamos esta violencia desde Gaza y afirmamos el derecho de Israel a defenderse”, agregó.

“Indignado por oír hablar de otro ataque con cohetes de Hamás dirigido a civiles israelíes”, tuiteó el embajador de EE.UU. en Israel, David Friedman. “Siete personas resultaron heridas, incluyendo un niño de 3 años y otro de 6 meses. Condenamos este acto de violencia y esperamos una pronta recuperación de los heridos “.

El embajador del Reino Unido en Israel, David Quarrey, dijo que su país “condena inequívocamente” el ataque con cohetes a la casa de una familia británico-israelí, y agregó que “no puede haber justificación de ningún tipo para este ataque, cuyas consecuencias podrían haber sido devastadoras”.

El Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia tuiteó que “Francia condena por completo el lanzamiento de cohetes que atacó deliberadamente las áreas habitadas del territorio israelí desde Gaza esta mañana”.

La embajadora de Francia en Israel, Helene Le Gal, tuiteó: “Expreso mi sincera solidaridad con la población israelí, víctima de este fuego”.

El embajador de la Unión Europea en Israel, Emanuele Giaufret, dijo que estaba siguiendo los acontecimientos “con gran preocupación” luego de que un edificio residencial en Mishmeret fue destruido por un cohete desde Gaza.

“Deseando una pronta recuperación a los heridos. El ataque indiscriminado contra civiles es inaceptable”, escribió en Twitter.

La embajadora alemana en Israel, Susanne Wasum-Rainer, tuiteó: “El gobierno alemán condena enérgicamente el ataque con cohetes al moshav Mishmeret en la región de Sharon, en el que resultaron heridas varias personas, entre ellas dos infantes. Deseamos a los heridos una recuperación completa y rápida”.

El Coordinador Especial de la ONU para el proceso de paz de Medio Oriente, Nickolay Mladenov, tuiteó en Twitter que fue “un incidente extremadamente grave”.

“El lanzamiento de hoy de un cohete desde Gaza hacia Israel, que golpeó una casa al norte de Tel Aviv e hirió a siete personas, es absolutamente inaceptable”, escribió Mladenov. “¡Este es un incidente extremadamente serio! La ONU está trabajando intensamente con Egipto y todos los lados, pero la situación sigue siendo MUY tensa”.

Un portavoz del presidente checo, Milos Zeman, también participó en Twitter para expresar su “solidaridad” con Israel. “Israel tiene derecho a una respuesta vigorosa”, escribió Jiri Ovcacek.

El embajador de Holanda en Israel, Gilles Beschoor Plug, también se unió a las condenas.

“Entristecido por otro ataque con cohetes desde Gaza que destruyó una casa familiar en Moshav Mishmeret. Les deseo a los heridos una pronta recuperación. Atacar aciviles inocentes es inaceptable y no acerca la paz”.

La embajada española en Tel Aviv “condenó enérgicamente” el lanzamiento de cohetes contra Israel, instando a “las facciones palestinas de Gaza” a que cesen estos “actos hostiles” contra la población civil de Israel.

“España reconoce el legítimo derecho de Israel a defenderse y le pide a Israel que responda con moderación”, fue uno de los mensajes publicados por la sede diplomática en su cuenta de Twitter.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico

Imagen del lanzamiento de cohete contra Israel difundida por el Estado Islámico el mes pasado

Un cohete fue lanzado desde la península egipcia del Sinaí contra el sur de Israel, durante la visita al país del presidente norteamericano, Donald Trump.

No se registraron heridos ni daños materiales, indicó el portavoz militar.

Tropas israelíes rastrillaron la zona en busca de los restos del proyectil en el Consejo Regional Eshkol, que linda con la península del Sinaí. En algunos casos, los cohetes lanzados en dirección a Israel no logran cruzar la frontera y se estrellan dentro del territorio egipcio.

Ninguna organización se atribuyó el ataque en forma inmediata; pero incidentes similares han sido reivindicados por Wilayat Sina (Vilayato Sinaí) un grupo terrorista afiliado al Estado Islámico.

El mes pasado, el Estado Islámico lanzó un cohete que hizo impacto en un invernadero de la comunidad de Yuval en el Consejo Regional Eshkol, sin que se registraran heridos. Un hombre fue evacuado en estado de conmoción.

Fuente: aurora-israel.co.il

 Pese a las advertencias, Corea del Norte detonó en enero su cuarta bomba atómica y en febrero lanzó un cohete al espacio, lo que fue considerado como una prueba encubierta de misiles y por tanto una provocación.

Las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Corea del Norte, ahora sumadas a la amenaza de la ONU de aplicar más medidas coercitivas, no frena la ambición nuclear y los ensayos con misiles del aislado e imprevisible régimen de Kim Jong-un.

Esas acciones suponen una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que hasta cuatro veces en los últimos diez años ha tratado de poner coto a las ambiciones militares de Pyongyang con sanciones comerciales y financieras.

Ante el escaso efecto de las sanciones, la vecina Corea del Sur y Estados Unidos han enfocado sus esfuerzos en cortar las fuentes de ingresos que permiten seguir a flote al régimen estalinista y a sus programas nuclear y de misiles.

Barack Obama ha ratificado una nueva ley para agudizar el bloqueo económico a Pyongyang, mientras la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, decretó el cierre del complejo industrial de Kaesong -único proyecto conjunto que mantenían ambos países- y prohibió cualquier envío a Corea del Norte, incluida la ayuda humanitaria.

La próxima vuelta a la tuerca llegará con las nuevas medidas que planea la ONU, pero que requerirán del consenso de Estados Unidos y China como miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

"Estados Unidos quiere unas sanciones fuertes, como cortar el suministro de petróleo de Corea del Norte procedente de China, pero Pekín no parece dispuesto a aceptar este extremo", afirmó a Efe el analista Lee Sang-hyun, del instituto Sejong en Seúl.

Pekín ha sido siempre un aliado del Pyongyang, pero ha criticado las últimas pruebas nucleares y de misiles. Aún así, se opone a un castigo excesivo por temor a un conflicto armado o un flujo incontrolable de refugiados en su frontera oriental.

Lo cierto, según el experto, es que Pekín está comenzando a ver a Pyongyang como "una carga" y podría buscar formas más sutiles para "presionar o enviar un mensaje de advertencia" a su histórico aliado.

"Por ejemplo, China podría aplicar de forma estricta los controles de aduanas con Corea del Norte", asegura Lee, lo que en la práctica supondría obstaculizar las actividades comerciales transfronterizas que se han convertido en una de las principales fuentes de suministros y divisas del régimen de Kim Jong-un.

Lo que parece claro es que, independientemente de la naturaleza de las sanciones, Corea del Norte no renunciará a sus programas nuclear y de misiles.

"El desarrollo de armas nucleares y misiles es una cuestión de supervivencia para el régimen" frente a la que considera una constante amenaza de EE.UU., explica a Efe el profesor surcoreano Bong Young-shik, del Instituto de Estudios Políticos Asan.

Aún así -apunta- las sanciones "pueden servir para ralentizar el desarrollo de armas atómicas y generar inestabilidad en el país al restringir los ingresos del Gobierno".

Esa posible inestabilidad preocupa muy especialmente a Corea del Sur, ya que Pyongyang podría recurrir a ataques militares.

En 2013, después de que el Consejo de Seguridad castigara sus anteriores ensayos nuclear y de misiles con una nueva resolución, Corea del Norte emprendió una campaña de amenazas sin precedentes.

El experto de Asan pronosticó que ahora Corea del Norte podría reaccionar "con protestas, ciberataques o con el lanzamiento de misiles de corto alcance, pero no con provocaciones graves que puedan generar el riesgo de conflicto".

"Corea del Norte sabe que China no le apoyaría en caso de guerra con Corea del Sur y EE.UU., por lo que tendría todas las de perder", argumentó Bong.

Aún así -y al igual que ocurrió en 2013- a las sanciones de la ONU seguirían ejercicios militares a gran escala de Seúl y Washington en territorio surcoreano, por lo que al menos hasta abril la tensión está asegurada. 

Fuente: EFE