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marzo 12, 2019

Misionera construyó iglesia y todo un pueblo se convirtió a Cristo en Alaska

Una misionera llegó un pueblo remoto de Alaska, donde pasó años de su vida predicando el Evangelio, logrando que todos los habitantes se conviertan a Cristo.

La historia de Alice Green, es un ejemplo del amor por los perdidos. Originaria de Denver comenzó a trabajar como misionera presbiteriana desde muy joven en Alaska, pasando 72 años compartiendo el Evangelio.

Al inicio de su labor misionera, sirvió a las congregaciones presbiterianas compuestas principalmente por nativos de Alaska y coreanos, en Anchorage. También trabajó en el centro médico como capellán.

Tal vez el mayor impacto que tuvo fue en Savoonga, una de las aldeas más pequeñas y remotas de la isla San Lorenzo, Alaska, de acuerdo con CBN News.

Green vivía en una casa de 4 por 5 metros cuadrados. Tuvo que usar un trineo y perros para viajar y compartir el Evangelio. También predicó en funerales y organizó juegos para los niños de la aldea en su casa. Logró construir una iglesia en el pueblo y los 250 aldeanos entregaron su vida a Cristo.

Jenny Alowa asistió de niña. Ella dice que Green era una mujer muy cercana a la comunidad.

"Ella nos formó y era parte de nosotros. No había una línea de color ni nada. Porque su corazón estaba en el lugar correcto", dijo Alowa en una entrevista.

Green dijo que la vida allí era simple pero buena. Ella dice que la gente allí se valoraba mucho. "La razón por la que me gustó tanto fue porque eran personas muy buenas", dijo.

Finalmente tuvo que retirarse y abandonó el pueblo en 1982 cuando ella cumplió 65 años.

Ella siguió sirviendo incluso después. Dirigió los estudios bíblicos en una iglesia local y no se detuvo hasta hace dos años, cuando su visión comenzó a fallar.

Green desde entonces ha hecho de su campo de misión su hogar. Ella vive en Anchorage, Alaska.

Franklin Graham. comentó la historia de la misionera y dijo: "Hacer una diferencia en la vida de una sola persona es significativo. Nuestras vidas tienen significado y propósito. Algunos pueden pensar que esto significa impactar miles de vidas o ser conocido por muchos, pero eso no es cierto", dijo. 
Fuente:AcontecerCristiano.Net









julio 29, 2017

¿Cómo sería una guerra con Corea del Norte?

En la península de Corea ya hubo una guerra. Fue en 1950, cuando el entonces líder norcoreano, Kim Il-sung -el abuelo del actual mandatario Kim Jong-un- decidió invadir a su vecino del sur.

Estados Unidos intervino para repeler la invasión y el conflicto, que duró tres años, causó grandes pérdidas materiales y humanas.

Hoy, más de seis décadas después, las tensiones en la península son más fuertes que nunca.

Kim Jong-un continúa desafiando a la comunidad internacional con sus pruebas nucleares.

A principios de este mes, Pyongyang declaró que había lanzado con éxito un misil balístico intercontinental capaz de llegar a Alaska y este viernes volvió a lanzar un proyectil similar que cayó en el mar de Japón.

Algunos expertos creen que Corea del Norte podrá, dentro de los próximos tres años, disparar un misil capaz alcanzar la ciudad de Los Ángeles, en California.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha advertido que existe la posibilidad de un "gran, gran conflicto" con Corea del Norte.

¿Cómo sería hoy en día un enfrentamiento en la península cuando las mayores potencias nucleares del planeta tienen intereses en la región?

La primera invasión

La guerra coreana comenzó en 1950, cuando las entonces superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, se estaban dividiendo el mundo después de la Segunda Guerra Mundial.

Los soviéticos se habían quedado con el control de la parte norte de la península, los estadounidenses con el sur.

El 25 de junio, Corea del Norte, apoyada por la Unión Soviética y China, invadió al Sur. Y Estados Unidos envió a sus fuerzas para ayudar a Corea del Sur a repeler "la invasión de los comunistas".

Con la ayuda de Washington, Seúl, la capital surcoreana, fue recuperada en dos meses.

Pero entonces China, alarmada con la decisión de Estados Unidos de movilizar a sus fuerzas hacia el norte para perseguir la reunificación de la península, intervino en el conflicto.

Entonces todas las partes comenzaron a hablar de usar armas atómicas y bombas nucleares.

Pronto, lo que empezó como una batalla para reunificar Corea amenazó con convertirse en una tercera guerra mundial nuclear.

Tres años después, el conflicto llegó a un callejón sin salida y, sin ningún acuerdo, lo único que quedaba en la región era una enorme destrucción.

"Hubo unos tres millones de coreanos muertos, 100.000 huérfanos, unos diez millones de desplazados y una completa devastación", le dice a la BBC Sue Terry, exanalista de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) de asuntos de Corea y profesora de la Universidad Nacional de Seúl.

"Pyongyang quedó totalmente destruido. Ni un solo edificio quedó en pie", agrega.

El 27 de julio de 1953, las dos partes deciden firmar un armisticio diseñado como medida temporal para asegurar el cese total de las hostilidades.

Hoy, 64 años después, ambos países siguen técnicamente en guerra.

Con las crecientes hostilidades en la región, y las tensiones entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, algunos expertos creen que bastaría un error de cálculo para reanudar esta guerra.

"La zona desmilitarizada (que divide a ambas Coreas) es una de las áreas más fuertemente armadas del mundo", le dice a la BBC David Maxwell, coronel retirado del ejército de Estados Unidos y analista del Centro de Estudios para la Seguridad de la Universidad de Georgetown.

"El Norte tiene un ejército con 1,1 millones miembros en servicio activo y el 70% de las fuerzas están desplegadas entre Pyongyang y la zona desmilitarizada", explica Maxwell, quien ayudó a planear una respuesta estadounidense para una potencial segunda invasión de Corea del Norte al Sur.

El Ejército norcoreano, dice el experto, es enorme. "Tienen unos 6 millones de miembros en sus fuerzas de reserva".

"Creo que es el cuarto ejército más grande del mundo".

Error de cálculo

Maxwell considera que las recientes pruebas nucleares de Corea del Norte y sus lanzamientos de misiles incrementan cada vez más las probabilidades de un ataque preventivo de Estados Unidos.

"Si Kim Jong-un piensa que se está preparando uno de estos ataques en su contra, podría ordenar a sus comandantes que inicien una guerra".

"Los comandantes norcoreanos tendrían órdenes de desatar todo el fuego de su artillería y provocar el mayor daño y destrucción posibles en Corea del Sur".

"En las primeras horas habría cientos de miles de disparos de proyectiles y lanzamientos de misiles contra el Sur, principalmente dirigidos a Seúl", dice el experto.

Y sólo tomaría unos minutos para que esos proyectiles llegaran desde el norte hasta Seúl.

Con 25 millones de personas en la capital y el área metropolitana no sería una tarea fácil movilizar a los habitantes hacia áreas protegidas.

"Las proyecciones de víctimas al inicio del combate indican que podría haber 64.000 muertos sólo el primer día de una guerra", dice David Maxwell.

"El nivel de sufrimiento que esto provocaría es algo que no podemos imaginar", agrega.

El objetivo de Pyongyang, tal como hicieron en los 1950, sería movilizar sus fuerzas hacia el sur y obligar al gobierno en Seúl a firmar la paz y permitir la unificación de la península bajo control del Norte.

Ese fue su objetivo en 1950, cuando no esperaban que Estados Unidos acudiera a ayudar a Corea del Sur.

Esta vez, sin embargo, no hay duda de que Washington está totalmente dispuesto para intervenir de inmediato en el conflicto para apoyar a Seúl.

Los refuerzos

"Estados Unidos no permitiría en absoluto que los norcoreanos tomaran el control de Seúl", le dice a la BBC el profesor Bruce Bechtol, del Departamento de Estudios para la Seguridad y Justicia Criminal de la Universidad de Angelo State, en Texas, Estados Unidos.

"En la primera semana del conflicto nuestros pilotos no van a poder dormir mucho", afirma Bechtol, quien fue uno de los principales analistas de asuntos del noreste de Asia del Pentágono.

"Nuestra tarea inicial sería utilizar toda nuestra potencia aérea para impedir que (los norcoreanos) avancen, mientras esperamos que llegue el armamento pesado a la región".

Los aviones de combate, explica, se encargarían de bombardear a las fuerzas norcoreanas mientras se redoblan los refuerzos de la maquinaria militar estadounidense en la región.

Según Bechtol, en los primeros minutos del ataque norcoreano, se enviaría a la zona el vasto arsenal estadounidense que está diseminado por el mundo.

Desde Japón hasta Texas se enviarían barcos de guerra cargados con tanques, camiones, vehículos blindados, artillería pesada y todo el material de guerra que se necesitaría para la misión.

Reunir todo este equipo militar en la península coreana podría tomar hasta tres semanas, y ese sería un momento decisivo en el conflicto.

"Los norcoreanos sólo tienen entre dos y tres semanas de suministros, como municiones, alimento, combustible, etc., para librar una guerra", asegura Bechtol.

Así, explica el experto, el plan de guerra norcoreano debe ser cumplir todos sus objetivos en ese corto período de tiempo, porque después de eso se les acabaría el sustento, incluidos los alimentos para más de un millón de soldados norcoreanos.

Una vez que el arsenal estadounidense llegara a la región, su misión sería repeler a las fuerzas norcoreanas.
Esta no será una tarea fácil, dice Bruce Bechtol. El ejército norcoreano hoy en día es 11 veces más grande de lo que era durante la guerra de 1950.

Pero aún así, no existe ninguna duda de quién saldría victorioso.

Sin embargo, una vez que las unidades norcoreanas comenzaran a colapsar bajo el ataque de las fuerzas estadounidenses, las cosas podrían tornarse desastrosas. La guerra podría convertirse en un conflicto nuclear.

"Cuando Kim Jong-un y sus cerca de 5.000 allegados de la elite norcoreana que lo rodea se den cuenta de que tienen poco tiempo para salir del país, no tendrían ninguna razón para no usar misiles nucleares y eliminar a varios cientos de miles de estadounidenses".

"Y ese es el escenario más probable en el que usaría el tipo de misil que los norcoreanos probaron hace unas semanas", asegura el experto de la Universidad de Angelo State.

El uso de armas nucleares sería el comodín en esta guerra. Pero incluso si no se utilizan, una guerra convencional en esta región no tendría precedentes.

Y veríamos una enorme pérdida de vidas.

"Te voy a dar las cifras probables: entre 300.000 y 400.000 muertos en la primera semana, tanto civiles como militares", dice Bruce Bechtol.

"Y quizás unos 2 millones de muertos después de tres semanas".
Pero este no sería el final. Porque en un escenario semejante, no se le permitiría al régimen norcoreano continuar y, a diferencia de la primera guerra, en este conflicto se buscaría la reunificación de la península.

La transición

Pero el período más complejo y caótico en este conflicto, afirma Balbina Hwang, profesora de política y economía asiática de la Universidad de Georgetown, sería la etapa de transición.

"Y no podemos saber si Corea del Sur, por sí misma, podría ser capaz de manejarla", afirma la experta, que trabajó en el Departamento de Estado estadounidense y ha estado analizando las consecuencias inmediatas de una guerra.

"Estamos hablando de entre 60 y 70 millones de personas que intentarían movilizarse. Recordemos que la mitad de los 50 millones de surcoreanos viven actualmente en Seúl y su áreas metropolitana".

"El instinto humano es huir de los bombardeos y los proyectiles. Y a eso hay que añadir los cerca de 20 millones de norcoreanos que supuestamente serían 'liberados' y que también estarían desplazándose hacia el sur".

"Entre ellos habrá gente desesperada, hambrienta y aquéllos que han sido entrenados para combatir y que estarán dispuestos a cualquier forma a sobrevivir".

Por supuesto que, como se vio tras la guerra de 1950, ambas Coreas fueron reconstruidas. Y Corea del Norte, bajo el régimen más hermético del mundo, ha logrado sobrevivir.

Balbina Hwang cree que, a largo plazo, sería posible que ambos países lograran la reunificación. Lo que es más preocupante, dice, son los efectos a corto plazo.

"El niño promedio surcoreano de 5 años es 9 cm más alto que el niño promedio norcoreano de 5 años", afirma la experta.

"No hay duda de que habría enormes diferencias: los norcoreanos son más bajos, más delgados, pero lo que es más importante, es que la malnutrición afecta el desarrollo, tanto físico como mental y emocional".

"Así que no sólo estamos hablando de medidas, estamos hablando de 20 millones de personas que durante 70 años no han logrado desarrollarse tanto como sus vecinos del sur".

Y la experta concluye: "Esto tendría inmensas consecuencias en el momento de tratar de reunificar a estos dos pueblos que alguna vez fueron una sola cultura y una sola sociedad".

Este escenario, por supuesto, no incluye la posibilidad de que China o Rusia, decidieran intervenir en esta guerra.

De manera que, ante la pregunta de cómo sería una nueva guerra en la península coreana, sólo una cosa es cierta: sería espeluznante.

Fuente: bbc.com
junio 19, 2017

Israel probará la batería antimisiles Jetz 3 en Alaska

Israel probará su avanzada batería antimisiles Jetz 3 (Flecha o “Arrow”, en inglés) en Alaska, por primera vez, en 2018.

El gerente general de la Corporación Aeroespacial de Alaska, Craig Campbell, manifestó que la prueba está incluida en un contrato, de cinco a seis años, por 80,4 millones de dólares entre su empresa y la Agencia de Defensa Antimisiles de EE.UU., que fue firmado el verano pasado.

El interceptor será lanzado desde un sitio de pruebas en la isla Kodiak.

“Es uno de los mejores lugares para hacer la prueba y nuestro plan es llevarla a cabo el año próximo”, dijo el contralmirante James Syrring, un alto oficial de la Armada norteamericana.

El sistema antimisiles Jetz fue desarrollado por la Industrial Aeroespacial de Israel (IAI) junto con Boeing, y está en gran parte administrado por el Ministerio de Defensa de Israel y la Agencia de Defensa Antimisiles de Estados Unidos.

El desarrollo del sistema, en los últimos años, incluyó una serie de lanzamientos de prueba de misiles e interceptores en el espacio. La Administración para el Desarrollo de Infraestructura Tecnológica y Armas del Ministerio de Defensa entregó los interceptores la Fuerza Aérea de Israel (FAI), en el mes enero pasado. Consiguientemente, la Fuerza Aérea integró el sistema, que ya está en funcionamiento.

La batería antimisiles Jetz 3 se ha sumado al sistema de defensa aérea de tres niveles que ha construido Israel. Este sistema de tres capas incluye también a las baterías antimisiles Cúpula de Hierro, para interceptar cohetes de corto alcance, y al sistema antimisiles Honda de David, listo para ser usado contra cohetes pesados de alcance medio y aviones no tripulados (drones) enemigos. Todo este sistema se encuentra actualmente en una fase avanzada de integración en vísperas de entrar en funcionamiento. Además, Israel cuenta con el sistema antimisiles Jetz 2, capaz de derribar misiles balísticos de largo alcance.

Fuente: Aurora Israel