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junio 22, 2017

Sevilla, España: partido político pide que se fomente la transexualidad en los colegios y se permita a los menores cambiar su nombre

El PP de Sevilla se une a la campaña de Cifuentes para promover la transexualidad entre menores

El PP de Sevilla ha anunciado que presentará una Proposición No de Ley en el Parlamento de Andalucía para pedir a la Junta un plan de formación sobre “diversidad sexual y de género” en los colegios sevillanos.

El cambio ideológico de Partido Popular, liderado por Cristina Cifuentes desde la Comunidad de Madrid, no hace más que afianzarse en el resto de comunidades autónomas.

Siguiendo el camino emprendido por Cifuentes, el PP de Sevilla ha anunciado que presentará una Proposición No de Ley en el Parlamento de Andalucía para pedir a la Junta un plan de formación sobre “diversidad sexual y de género” en los colegios sevillanos. Asimismo, planteará diferentes iniciativas de todos los ayuntamientos.

Tal y como ha informado el diario ABC Sevilla, miembros de la asociación Chrysallis -la responsable de los carteles que mostraban “niños con vulva y niñas con pene”-, se han reunido con el vicesecretario de Sociedad del Bienestar del PP de Sevilla, José Luis García, “para conocer de primera mano las barreras y dificultades que tienen los menores transexuales”.

Este plan de formación, que adoctrinará a los más pequeños en las escuelas y prestará especial atención “al reconocimiento y normalización de la realidad transexual en menores”, estaba incluido, según ha explicado el Partido Popular de Sevilla, “en la ley integral para la no discriminación por motivos de identidad de género, pero que no se cumplía aún”.

Los populares han defendido que es necesario formar “a toda la comunidad escolar en temas de identidad de género. No sólo a niños sino también a padres y profesores para evitar y atajar las situaciones de desigualdad en intolerancia que lamentablemente se dan todavía”.

Según ha señalado José Luis García, “la diversidad sexual y de género y la transexualidad en la infancia es un tema muy importante que requiere de un gran apoyo y formación de las diferentes administraciones para minimizar al máximo las consecuencias que la desinformación puede generar y causar a los niños que nacen con esta condición”.

Permitirán el cambio de nombre en ‘menores transexuales’

El Partido Popular ha pedido que “se habilite la posibilidad reglada del cambio de nombre del menor en la aplicación Séneca de la Consejería de Educación, que actualmente no se está llevando a cabo generando por tanto desigualdad y problemas a estos niños”.

Para la formación, es necesario acabar con “los casos de niños trans que sufren por ello acoso escolar mientras gran parte del profesorado no sabe cómo afrontar y evitar estas situaciones. Por ello es fundamental sentar las bases para un buen tratamiento de todo lo que rodea la transexualidad en la infancia”.

Fuente: Infovaticana
enero 31, 2016

¿Qué pasaría si la Luna no existiera?


El clima y la luz de nuestro planeta experimentarían cambios drásticos a los que la vida tendría que adaptarse para no extinguirse... o para empezar a existir.
Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España, analiza en las páginas del rotativo 'El País' dos escenarios: por un lado, qué pasaría si el satélite de la Tierra desapareciera de repente, y por otro, cómo sería nuestro planeta si la Luna nunca hubiera existido.
Si de repente desapareciera la Luna...
El agua en océanos y mares se estancaría
Sin su satélite natural el clima de nuestro planeta cambiaría drásticamente, ya que al perder la fuerza de las mareas, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna, las corrientes de los mares y océanos verían modificada su dirección e intensidad. Aumentaría el nivel del mar en las costas y el agua se redistribuiría hacia los polos. La disminución de la intensidad de las corrientes y la interrupción del sistema de drenaje y limpieza natural de los mares supondría un estancamiento de las aguas. Esto tendría como resultado la inevitable pérdida de gran parte de las especies de vida marítima y de los animales y plantas que dependen de los mares y los océanos, como los que habitan en las costas.
Veranos de más de 100 grados e inviernos a 80 bajo cero
La gravitación lunar mantiene la inclinación fija del eje de rotación de la Tierra en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Si la Luna desapareciera de golpe el eje de rotación terrestre perdería su estabilidad, lo que conllevaría una alternación de las estaciones. Serían habituales veranos con temperaturas de más de 100 grados, e inviernos a 80 bajo cero, con las adaptaciones que ello implicaría para la vida animal y vegetal.
Vientos de más de 300 kilómetros por hora
El caso más extremo sería el alineamiento directo del eje de rotación de la Tierra hacia el Sol, lo que provocaría que en una parte del planeta reinaría la oscuridad completa y la otra estaría bajo la acción permanente del sol. Vientos de una velocidad extrema de más de 300 kilómetros por hora azotarían la superficie de la Tierra como consecuencia de las drásticas diferencias de temperatura.
Vida en la frontera entre dos mundos
En este caso se erradicaría casi por completo toda la vida en ambos hemisferios. Las especies solo podrían sobrevivir en el ecuador, justo en la frontera entre el mundo de la oscuridad y el de la luz eterna.
Extinciones masivas
La gran mayoría de los animales y las plantas serían incapaces de adaptarse a la nueva situación, lo que se reflejaría en extinciones masivas.
Si la Luna nunca hubiera existido...
En el mejor de los casos, la vida habría tardado más tiempo en aparecer
Unas mareas más débiles en el océano primitivo habrían dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, por lo que no se habrían dado las condiciones necesarias para que surgiera vida, o esta habría aparecido cientos de millones de años más tarde.
Fuertes vientos
El día terrestre duraría ocho horas. Debido al aumento de la velocidad de rotación de la Tierra también serían mayores los vientos que se producirían en su atmósfera, que alcanzarían por lo general velocidades de 160 o 200 kilómetros por hora.
Vida más primitiva o con biología distinta
La inestabilidad de la inclinación del eje de rotación terrestre derivaría en variaciones extremas de temperatura y provocaría un clima radicalmente diferente al que conocemos. Todo esto se reflejaría en las formas de vida terrestre, que serían totalmente distintas a las que existen en la Tierra para poder adaptarse a un mundo de extremos, o bien serían más primitivas.
La ciencia habría tomado otros derroteros
Si aceptamos que una Tierra sin la Luna pudiera estar habitada por seres inteligentes, su ciencia se hubiera desarrollado de una manera muy distinta a la nuestra, ya que muchos de los conocimientos que tenemos de campos tan distintos como la agricultura y la astronomía se deben al estudio de las fases lunares. Estas permitieron calcular la distancia entre la Tierra y la Luna, la Tierra y el Sol, las dimensiones de los cuerpos celestes y, en definitiva, hacer entender al hombre que no es más que una mota de polvo en la inmensidad del universo.

Fuente: actualidad.rt.com