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agosto 02, 2016

Recuperan el código Aleppo, un relato del Éxodo con más de mil años de antigüedad

El código Aleppo, un fragmento del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana, de más de 1.000 años de antigüedad, se exhibirá en el instituto Yad Ben Zvi de Jerusalén.

Un hombre guardó durante 60 años este fragmento de la Biblia de más de 1.000 años de antigüedad como un amuleto. Después de su fallecimiento, su familia felizmente ha decidido donarlo, y se exhibirá en el instituto Yad Ben Zvi de Jerusalén.

Oficiales del Instituto Yad Ben Zvi dijeron que el pergamino es parte del manuscrito más antiguo. Oficiales del Instituto Yad Ben Zvi dijeron que el pergamino es una parte del manuscrito más antiguo de la Torah Hebrea.

El llamado código Aleppo contiene versos del Libro del Éxodo, un relato de la salida de Israel desde la esclavitud en Egipto a la libertad en el desierto que está entre los libros de Génesis y Deuteronomio.

El fragmento fue encontrado en 1947 en una sinagoga en Aleppo, Siria, que había sido saqueada y quemada por alborotadores. El hallazgo del código fue realizado por el que era entonces un joven. Tras recoger el fragmento, lo guardó y lo llevó entres sus pertenencias personales como un amuleto para que le diera buena suerte por el resto de su vida.

Tras la muerte de poseedor, hace dos años, su familia decidió finalmente donarlo al Instituto Yad Ben Zvi.

Fuente: ACPress.net
julio 09, 2016

Director de Instituto de Arqueología de Tel Aviv dice que “El Éxodo no existió”

Israel Finkelstein de 57 años, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv cuestiona el origen divino de los primeros libros del Antiguo Testamento. El Pentateuco “es una genial reconstrucción literaria y política de la génesis del pueblo judío, realizada 1500 años después de lo que siempre creímos”, sostiene.

Añade que esos textos bíblicos son una compilación iniciada durante la monarquía de Josías, rey de Judá, en el siglo VII a.C. En aquel momento, ese reino israelita del Sur comenzó a surgir como potencia regional, en una época en la cual Israel (reino israelita del Norte) había caído bajo control del imperio asirio.

El principal objetivo de esa obra era crear una nación unificada, que pudiera cimentarse en una nueva religión. El proyecto, que marcó el nacimiento de la idea monoteísta, era constituir un solo pueblo judío, guiado por un solo Dios, gobernado por un solo rey, con una sola capital, Jerusalén, y un solo templo, el de Salomón.

En sus trabajos, que han marcado a generaciones de la nueva escuela de la arqueología bíblica, Finkelstein establece una coherencia entre los cinco libros del Pentateuco: el Génesis, el Exodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio.

Los siglos nos han traído esos episodios que relatan la creación del hombre, la vida del patriarca Abraham y su familia -fundadores de la nación judía-, el éxodo de Egipto, la instalación en la tierra prometida y la época de los Reyes.

Según Finkelstein, esos relatos fueron embellecidos para servir al proyecto del rey Josías de reconciliar a los dos reinos israelitas (Israel y Judá) e imponerse frente a los grandes imperios regionales: Asiria, Egipto y Mesopotamia.

En una entrevista realizada por Luisa Corradini del periodico LA NACION de Argentina el habla sobre estas interrogantes.

Durante más de veinte siglos, los hombres creyeron que Dios había dictado las Escrituras a un cierto número de sabios, profetas y grandes sacerdotes israelitas. Así es. Para las autoridades religiosas, judías y cristianas, Moisés era el autor del Pentateuco. Según el Deuteronomio, el profeta lo escribió poco antes de su muerte, en el monte Nebo. Los libros de Josué, de los Jueces y de Samuel eran archivos sagrados, obtenidos y conservados por el profeta Samuel en el santuario de Silo, y los libros de los Reyes venían de la pluma del profeta Jeremías. Así también, David era el autor de los Salmos y Salomón, el de los Proverbios y el del Cantar de los Cantares.

Y sin embargo? Desde el siglo XVII, los expertos comenzaron a preguntarse quién había escrito la Biblia. Moisés fue la primera víctima de los avances de la investigación científica, que planteó cantidad de contradicciones. ¿Cómo es posible -preguntaron los especialistas- que haya sido el autor del Pentateuco cuando el Deuteronomio, el último de los cinco libros, describe el momento y las circunstancias de su propia muerte?

Usted afirma que el Pentateuco fue escrito en una época mucho más reciente. La arqueología moderna nos permite asegurar que el núcleo histórico del Pentateuco y de la historia deuteronómica fue compuesto durante el siglo VII antes de Cristo. El Pentateuco fue una creación de la monarquía tardía del reino de Judá, destinada a propagar la ideología y las necesidades de ese reino. Creo que la historia deuteronómica fue compilada, durante el reino de Josías, a fin de servir de fundamento ideológico a ambiciones políticas y reformas religiosas particulares.

Según la Biblia, primero fue el viaje del patriarca Abraham de la Mesopotamia a Canaán. El relato bíblico abunda en informaciones cronológicas precisas. Es verdad. La Biblia libra una cantidad de informaciones que deberían permitir saber cuándo vivieron los patriarcas. En ese relato, la historia de los comienzos de Israel se desarrolla en secuencias bien ordenadas: los Patriarcas, el Exodo, la travesía del desierto, la conquista de Canaán, el reino de los Jueces, el establecimiento de la monarquía. Haciendo cálculos, Abraham debería de haber partido hacia Canaán unos 2100 años antes de Cristo.

¿Y no es así? No. En dos siglos de investigación científica, la búsqueda de los patriarcas nunca dio resultados positivos. La supuesta migración hacia el Oeste de tribus provenientes de la Mesopotamia, con destino a Canaán, se reveló ilusoria. La arqueología ha probado que en esa época no se produjo ningún movimiento masivo de población. El texto bíblico da indicios que permiten precisar el momento de la composición final del libro de los Patriarcas. Por ejemplo, la historia de los patriarcas está llena de camellos. Sin embargo, la arqueología revela que el dromedario sólo fue domesticado cuando se acababa el segundo milenio anterior a la era cristiana y que comenzó a ser utilizado como animal de carga en Medio Oriente mucho después del año 1000 a.C. La historia de José dice que la caravana de camellos transporta “goma tragacanto, bálsamo y láudano”. Esa inscripción corresponde al comercio realizado por los mercaderes árabes bajo control del imperio asirio en los siglos VIII y VII a.C. Otro hecho anacrónico es la primera aparición de los filisteos en el relato, cuando Isaac encuentra a Abimelech, rey de los filisteos. Esos filisteos -grupo migratorio proveniente del mar Egeo o de Asia Menor- se establecieron en la llanura litoral de Canaán a partir de 1200 a.C. Esos y otros detalles prueban que esos textos fueron escritos entre los siglos VIII y VII a.C.

El heroísmo de Moisés frente a la tiranía del faraón, las diez plagas de Egipto y el éxodo masivo de israelitas hacia Canaán son algunos de los episodios más dramáticos de la Biblia. ¿También eso es leyenda? Según la Biblia, los descendientes del patriarca Jacob permanecieron 430 años en Egipto antes de iniciar el éxodo hacia la Tierra Prometida, guiados por Moisés, a mediados del siglo XV a.C. Otra posibilidad es que ese viaje se haya producido dos siglos después. Los textos sagrados afirman que 600.000 hebreos cruzaron el Mar Rojo y que erraron durante 40 años por el desierto antes de llegar al monte Sinaí, donde Moisés selló la alianza de su pueblo con Dios. Sin embargo, los archivos egipcios, que consignaban todos los acontecimientos administrativos del reino faraónico, no conservaron ningún rastro de una presencia judía durante más de cuatro siglos en su territorio. Tampoco existían, en esas fechas, muchos sitios mencionados en el relato. Las ciudades de Pitom y Ramsés, que habrían sido construidas por los hebreos esclavos antes de partir, no existían en el siglo XV a.C. En cuanto al Exodo, desde el punto de vista científico no resiste el análisis.

¿Por qué? Porque, desde el siglo XVI a.C., Egipto había construido en toda la región una serie de fuertes militares, perfectamente administrados y equipados. Nada, desde el litoral oriental del Nilo hasta el más alejado de los pueblos de Canaán, escapaba a su control. Casi dos millones de israelitas que hubieran huido por el desierto durante 40 años tendrían que haber llamado la atención de esas tropas. Sin embargo, ni una estela de la época hace referencia a esa gente. Tampoco existieron las grandes batallas mencionadas en los textos sagrados. La orgullosa Jericó, cuyos muros se desplomaron con el sonar de las trompetas de los hebreos, era entonces un pobre caserío. Tampoco existían otros sitios célebres, como Bersheba o Edom. No había ningún rey en Edom para enfrentar a los israelitas. Esos sitios existieron, pero mucho tiempo después del Exodo, mucho después de la emergencia del reino de Judá. Ni siquiera hay rastros dejados por esa gente en su peregrinación de 40 años. Hemos sido capaces de hallar rastros de minúsculos caseríos de 40 o 50 personas. A menos que esa multitud nunca se haya detenido a dormir, comer o descansar: no existe el menor indicio de su paso por el desierto.

En resumen, los hebreos nunca conquistaron Palestina. Nunca. Porque ya estaban allí. Los primeros israelitas eran pastores nómadas de Canaán que se instalaron en las regiones montañosas en el siglo XII a.C. Allí, unas 250 comunidades muy reducidas vivieron de la agricultura, aisladas unas de otras, sin administración ni organización política. Todas las excavaciones en la región exhumaron vestigios de poblados con silos para cereales, pero también de corrales rudimentarios. Esto nos lleva a pensar que esos individuos habían sido nómadas que se convirtieron en agricultores. Pero ésa fue la tercera ola de instalación sedentaria registrada en la región desde el 3500 a.C. Esos pobladores pasaban alternativamente del sedentarismo al nomadismo pastoral con mucha facilidad.

¿Por qué? Ese tipo de fluctuación era muy frecuente en Medio Oriente. Los pueblos autóctonos siempre supieron operar una rápida transición de la actividad agrícola a la pastoral en función de las condiciones políticas, económicas o climáticas. En este caso, en épocas de nomadismo, esos grupos intercambiaban la carne de sus manadas por cereales con las ricas ciudades cananeas del litoral. Pero cuando éstas eran víctimas de invasiones, crisis económicas o sequías, esos pastores se veían forzados a procurarse los granos necesarios para su subsistencia y se instalaban a cultivar en las colinas. Ese proceso es el opuesto al que relata la Biblia: la emergencia de Israel fue el resultado, no la causa, del derrumbe de la cultura cananea.

Pero entonces, si esos primeros israelitas eran también originarios de Canaán, ¿cómo identificarlos? Los pueblos disponen de todo tipo de medios para afirmar su etnicidad: la lengua, la religión, la indumentaria, los ritos funerarios, los tabúes alimentarios. En este caso, la cultura material no propone ningún indicio revelador en cuanto a dialectos, ritos religiosos, formas de vestirse o de enterrar a los muertos. Hay un detalle muy interesante sobre sus costumbres alimentarias: nunca, en ningún poblado israelita, fueron exhumados huesos de cerdo. En esa época, los primeros israelitas eran el único pueblo de esa región que no comía cerdo.

¿Cuál es la razón? No lo sabemos. Quizá los protoisraelitas dejaron de comer cerdo porque sus adversarios lo hacían en profusión y ellos querían ser diferentes. El monoteísmo, los relatos del Exodo y la alianza establecida por los hebreos con Dios hicieron su aparición mucho más tarde en la historia, 500 años después. Cuando los judíos actuales observan esa prohibición, no hacen más que perpetuar la práctica más antigua de la cultura de su pueblo verificada por la arqueología.

En el siglo X a.C. las tribus de Israel formaron una monarquía unificada -el reino de Judá- bajo la égida del rey David. David y su hijo, Salomón, servirán de modelo a las monarquías de Occidente. ¿Tampoco ellos fueron lo que siempre se creyó? Tampoco en este caso la arqueología ha sido capaz de encontrar pruebas del imperio que nos legó la Biblia: ni en los archivos egipcios ni en el subsuelo palestino. David, sucesor del primer rey, Saúl, probablemente existió entre 1010 y 970 a.C. Una única estela encontrada en el santuario de Tel Dan, en el norte de Palestina, menciona “la casa de David”. Pero nada prueba que se haya tratado del conquistador que evocan las Escrituras, capaz de derrotar a Goliat. Es improbable que David haya sido capaz de conquistas militares a más de un día de marcha de Judá. La Jerusalén de entonces, escogida por el soberano como su capital, era un pequeño poblado, rodeado de aldeas poco habitadas. ¿Dónde el más carismático de los reyes hubiera podido reclutar los soldados y reunir el armamento necesarios para conquistar y conservar un imperio que se extendía desde el Mar Rojo, al Sur, hasta Siria, al Norte? Salomón, constructor del Templo y del palacio de Samaria, probablemente tampoco haya sido el personaje glorioso que nos legó la Biblia.

¿Y de dónde salieron sus fabulosos establos para 400.000 caballos, cuyos vestigios sí se han encontrado? Fueron criaderos instalados en el Sur por el reino de Israel varios decenios más tarde. A la muerte de Salomón, alrededor del 933 a.C., las tribus del norte de Palestina se separaron del reino unificado de Judá y constituyeron el reino de Israel. Un reino que, contrariamente a lo que afirma la Biblia, se desarrolló rápido, económica y políticamente. Los textos sagrados nos describen las tribus del Norte como bandas de fracasados y pusilánimes, inclinados al pecado y a la idolatría. Sin embargo, la arqueología nos da buenas razones para creer que, de las dos entidades existentes, la meridional (Judá) fue siempre más pobre, menos poblada, más rústica y menos influyente. Hasta el día en que alcanzó una prosperidad espectacular. Esto se produjo después de la caída del reino nórdico de Israel, ocupado por el poderoso imperio asirio, que no sólo deportó hacia Babilonia a los israelitas, sino que además instaló a su propia gente en esas fértiles tierras.

¿Fue, entonces, durante el reino de Josías en Judá cuando surgió la idea de ese texto que se transformaría en fundamento de nuestra civilización occidental y origen del monoteísmo? Hacia fines del siglo VII a.C. hubo en Judá un fermento espiritual sin precedente y una intensa agitación política. Una coalición heteróclita de funcionarios de la corte sería responsable de la confección de una saga épica compuesta por una colección de relatos históricos, recuerdos, leyendas, cuentos populares, anécdotas, predicciones y poemas antiguos. Esa obra maestra de la literatura -mitad composición original, mitad adaptación de versiones anteriores- pasó por ajustes y mejoras antes de servir de fundamento espiritual a los descendientes del pueblo de Judá y a innumerables comunidades en todo el mundo.

El núcleo del Pentateuco fue concebido, entonces, quince siglos después de lo que creíamos. ¿Sólo por razones políticas? ¿Con el fin de unificar los dos reinos israelitas? El objetivo fue religioso. Los dirigentes de Jerusalén lanzaron un anatema contra la más mínima expresión de veneración de deidades extranjeras, acusadas de ser el origen de los infortunios que padecía el pueblo judío. Pusieron en marcha una campaña de purificación religiosa, ordenando la destrucción de los santuarios locales. A partir de ese momento, el templo que dominaba Jerusalén debía ser reconocido como único sitio de culto legítimo por el conjunto del pueblo de Israel. El monoteísmo moderno nació de esa innovación.

Fuente: Agencia Orbita
mayo 25, 2016

En España un Imán pide que se mueran todos los judíos

El Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio (MEMRI) ha denunciado que el imán Sheik Saleheoldine El Moussaoui, hizo un sermón el viernes pasado donde pidió a Alá que mate a todos los judíos "hasta que no quede ninguno".

El imán islámico del Centro Cultural Islámico de Azuqueca de Henares (Guadalajara), afirmó que "los judíos son traidores y belicosos por naturaleza" y añadió que "la traición y las masacres son el estilo de vida de los judíos y los sionistas. Son un pueblo de enemistad y celos, son los maestros de la traición y la traición".

El imán finaliza diciendo: "Oh Alá, apoya al Islam ya los musulmanes en todas partes, y humilla el politeísmo, a la herejía y los infieles en todas partes. Oh Alá, destruye a los judíos saqueadores. Oh Alá, el más misericordioso, cuéntalos uno por uno y no dejes a ninguno de ellos".

El video original, que dura 31 minutos, fue publicado el lunes 25 de agosto en el canal de Youtube de la Comunidad Islámica de Azuqueca de Henares, creada en 1997 y en la sede se lanzó el sermón. Al día siguiente se publicó en la página de  Facebook de esta comunidad.  Los videos están en árabe ya que en ese idioma ofician sus servicios religiosos.

Fuente: entrecristianos.com
mayo 23, 2016

Amonestan a pastores evangélicos por hacer proselitismo

La medida fue tomada por una solicitud del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) en la que se acompañó con vídeo con dos eventos realizados “en marzo y agosto de 2005…”.

El gobierno mexicano amonestó hoy a cuatro pastores evangélicos que hicieron proselitismo político en favor del estatal Partido Unidos por México durante sus oficios religiosos, informó hoy la Secretaría de Gobernación.

La comisión sancionadora de ese Ministerio dictó resoluciones de apercibimiento a los pastores Roberto Frías, Gerardo Acevedo, Carlos Joaquín Quiroa y Abner López.

Gobernación indicó que esta sanción consiste en un “apercibimiento para que se abstengan de realizar proselitismo o propaganda a favor o en contra de algún candidato, partido o asociación política, y cumplan cabalmente con las leyes del país”.

Precisó que la medida fue tomada por una solicitud del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) en la que se acompañó con vídeo con dos eventos realizados “en marzo y agosto de 2005, en los que aparecen algunos ministros de culto evangélicos manifestando su apoyo al Partido Unidos por México (PUM)”.

El Gobernación aclaró que en este caso no se aplicó una sanción más severa debida a que los actos señalados se efectuaron en locales cerrados y no fue alterara la tranquilidad social ni se afectaron los derechos de terceros, además de que esta es la primera vez que participan en actos de esta naturaleza.

Advirtió no obstante que sin ninguna preferencia de cultos se mantendrá atenta para que todas los ministros religiosos cumplan con las normas legales que prohíben “realizar proselitismo político, independientemente del credo al que pertenezcan”

La Crónica
marzo 24, 2016

Un pastor evangélico podría ser el próximo presidente de Alemania

Una encuesta del Instituto Demoscópico Emnid, publicada por el diario “Bild am Sonntag”, el 42 % de los alemanes votaría por Gauck, para muchos el candidato perfecto por su histórica defensa de la libertad y la democracia y por su cariz apartidista. Una persona con una autoridad moral que puede traer sangre nueva a la vida pública alemana.

Joachim Gauck, -70 años de edad-, ha sido propuesto por socialdemócratas y verdes como candidato independiente a la presidencia federal de Alemania. Gauck, es un pastor protestante antiguo opositor del régimen de la República Democrática alemana, y se ha ganado el cariño y el respeto de su pueblo a lo largo de su incasable carrera.

Aunque es el candidato que cuenta con mayor apoyo popular, sus posibilidades de ser elegido son escasas.

Por otro lado si la presidencia federal se decidiera por sufragio universal, Gauck tendría todas las de ganar. Socialdemócratas y verdes dieron en la diana al presentar a este candidato independiente tras la dimisión de Horst Köhler.

La elección del presidente de Alemania es por medio de la votación de la Asamblea Federal, formada por los 622 diputados del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) y por otros tantos delegados, no necesariamente políticos, escogidos por los 16 estados federados.

La coalición gubernamental tiene mayoría en la Asamblea Federal por 21 puestos, pero queda por ver si sus delegados optarán por Wulff, su candidato, o por Gauck, una figura de prestigio en el país.

Mientras tanto Frank-Walter Steinmeier, jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, mantuvo que la elección del presidente alemán debe basarse en el «conocimiento y la conciencia» y no en motivos partidistas e instó a la canciller Merkel a permitir la libertad de voto dentro de las filas de las fuerzas de la federación.

Gauck dice sentirse “más contento” pues considera como hombre de fe que en la vida ocurren “sorpresas increíbles que rozan el milagro”, afirma el pastor a quien su candidatura a la presidencia ha disparado la estrella mediática de Gauck. Los influyentes semanarios Stern y Der Spiegel le han dedicado su portada, la prensa diaria se hace eco permanente de la votación del miércoles y televisiones y radios se afanan por entrevistarlo.

Una encuesta del Instituto Demoscópico Emnid, publicada por el diario “Bild am Sonntag”, el 42 % de los alemanes votaría por Gauck, para muchos el candidato perfecto por su histórica defensa de la libertad y la democracia y por su cariz apartidista. Una persona con una autoridad moral que puede traer sangre nueva a la vida pública alemana.

“Él es una figura que se asocia estrechamente con la revolución pacífica en la RDA -República Democrática Alemana- en 1989”, explicó Holger Zastrow, jefe del FDP en Sajonia. “Él luchó con valentía y sin miedo por sus convicciones… él habla desde el alma y lo que ha hecho para este país, no es algo que se olvida fácilmente”.

F: AP y AFP
enero 31, 2016

¿Qué pasaría si la Luna no existiera?


El clima y la luz de nuestro planeta experimentarían cambios drásticos a los que la vida tendría que adaptarse para no extinguirse... o para empezar a existir.
Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España, analiza en las páginas del rotativo 'El País' dos escenarios: por un lado, qué pasaría si el satélite de la Tierra desapareciera de repente, y por otro, cómo sería nuestro planeta si la Luna nunca hubiera existido.
Si de repente desapareciera la Luna...
El agua en océanos y mares se estancaría
Sin su satélite natural el clima de nuestro planeta cambiaría drásticamente, ya que al perder la fuerza de las mareas, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna, las corrientes de los mares y océanos verían modificada su dirección e intensidad. Aumentaría el nivel del mar en las costas y el agua se redistribuiría hacia los polos. La disminución de la intensidad de las corrientes y la interrupción del sistema de drenaje y limpieza natural de los mares supondría un estancamiento de las aguas. Esto tendría como resultado la inevitable pérdida de gran parte de las especies de vida marítima y de los animales y plantas que dependen de los mares y los océanos, como los que habitan en las costas.
Veranos de más de 100 grados e inviernos a 80 bajo cero
La gravitación lunar mantiene la inclinación fija del eje de rotación de la Tierra en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Si la Luna desapareciera de golpe el eje de rotación terrestre perdería su estabilidad, lo que conllevaría una alternación de las estaciones. Serían habituales veranos con temperaturas de más de 100 grados, e inviernos a 80 bajo cero, con las adaptaciones que ello implicaría para la vida animal y vegetal.
Vientos de más de 300 kilómetros por hora
El caso más extremo sería el alineamiento directo del eje de rotación de la Tierra hacia el Sol, lo que provocaría que en una parte del planeta reinaría la oscuridad completa y la otra estaría bajo la acción permanente del sol. Vientos de una velocidad extrema de más de 300 kilómetros por hora azotarían la superficie de la Tierra como consecuencia de las drásticas diferencias de temperatura.
Vida en la frontera entre dos mundos
En este caso se erradicaría casi por completo toda la vida en ambos hemisferios. Las especies solo podrían sobrevivir en el ecuador, justo en la frontera entre el mundo de la oscuridad y el de la luz eterna.
Extinciones masivas
La gran mayoría de los animales y las plantas serían incapaces de adaptarse a la nueva situación, lo que se reflejaría en extinciones masivas.
Si la Luna nunca hubiera existido...
En el mejor de los casos, la vida habría tardado más tiempo en aparecer
Unas mareas más débiles en el océano primitivo habrían dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, por lo que no se habrían dado las condiciones necesarias para que surgiera vida, o esta habría aparecido cientos de millones de años más tarde.
Fuertes vientos
El día terrestre duraría ocho horas. Debido al aumento de la velocidad de rotación de la Tierra también serían mayores los vientos que se producirían en su atmósfera, que alcanzarían por lo general velocidades de 160 o 200 kilómetros por hora.
Vida más primitiva o con biología distinta
La inestabilidad de la inclinación del eje de rotación terrestre derivaría en variaciones extremas de temperatura y provocaría un clima radicalmente diferente al que conocemos. Todo esto se reflejaría en las formas de vida terrestre, que serían totalmente distintas a las que existen en la Tierra para poder adaptarse a un mundo de extremos, o bien serían más primitivas.
La ciencia habría tomado otros derroteros
Si aceptamos que una Tierra sin la Luna pudiera estar habitada por seres inteligentes, su ciencia se hubiera desarrollado de una manera muy distinta a la nuestra, ya que muchos de los conocimientos que tenemos de campos tan distintos como la agricultura y la astronomía se deben al estudio de las fases lunares. Estas permitieron calcular la distancia entre la Tierra y la Luna, la Tierra y el Sol, las dimensiones de los cuerpos celestes y, en definitiva, hacer entender al hombre que no es más que una mota de polvo en la inmensidad del universo.

Fuente: actualidad.rt.com