sectas
marzo 12, 2016
Experto en sectas rechaza rito de iniciación en Carabineros de Chile
Humberto Lagos expresa que estas prácticas se mantienen en el ámbito de lo reservado porque su carácter de divertimento a veces atenta contra la dignidad de las personas.
“Somos carabineros de Fuerzas Especiales. Podrá verlo brusco, pero forma parte de un proceso. Si trabaja con lanzaaguas, con gas, y en escenarios absolutamente complejos, inestables, no verse expuesto a esa situación… no sé cómo podríamos instruir”. A través del prefecto Jorge Fernández, la policía uniformada se pronunció sobre la denuncia del cabo segundo Blas Herrera, quien acusa quemaduras graves con ácido durante una ceremonia de iniciación al terminar un curso de Fuerzas Especiales, ocurrida el pasado 22 de diciembre en Curacaví.
Según nos comentó su abogado, Alfredo Morgado, Herrera le confesó que este tipo de ceremonias con lanzaaguas “eran habituales, no así el uso de líquidos irritantes”, los que le provocaron quemaduras en cuello, cabeza, espalda y glúteo.
“El funcionario se vio afectado a lo mejor dermatológicamente o cutáneamente, él puede tener un efecto, porque el resto de los carabineros no resultó afectado”, justificó la autoridad de Carabineros.
La Fiscalía Militar inició una investigación. En ella incluso hay un polémico video presentado como material de prueba. En él, se escucha a alguien que dice a los afectados que “aguanten”.
El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, solicitó a Carabineros un informe para aclarar la denuncia y, tajante, dijo: “No se permiten actos que atenten contra la dignidad de los funcionarios”.
Algo muy similar expresó a un diario nacional el sociólogo experto en sectas Humberto Lagos. “Si bien las ceremonias de iniciación están bastante instaladas en gran parte de las instituciones donde hay una jerarquía (en los bomberos, en los grupos de scouts, en las fuerzas armadas, en los clubes deportivos), no son parte de la estructura ni la instrucción formal. Y se mantienen en el ámbito de lo reservado porque su carácter de divertimento a veces atenta contra la dignidad de las personas. Y hablamos de entidades en las que esa dignidad es parte básica de su propia función social”.
“Lamentablemente, estos sesgos que ponen fin a un período de práctica para formar parte de un grupo específico les termina por dar una cierta identidad de conjunto, por lo que erradicarlos no es sencillo”, concluyó Lagos.
Fuente Publimetro
“Somos carabineros de Fuerzas Especiales. Podrá verlo brusco, pero forma parte de un proceso. Si trabaja con lanzaaguas, con gas, y en escenarios absolutamente complejos, inestables, no verse expuesto a esa situación… no sé cómo podríamos instruir”. A través del prefecto Jorge Fernández, la policía uniformada se pronunció sobre la denuncia del cabo segundo Blas Herrera, quien acusa quemaduras graves con ácido durante una ceremonia de iniciación al terminar un curso de Fuerzas Especiales, ocurrida el pasado 22 de diciembre en Curacaví.
Según nos comentó su abogado, Alfredo Morgado, Herrera le confesó que este tipo de ceremonias con lanzaaguas “eran habituales, no así el uso de líquidos irritantes”, los que le provocaron quemaduras en cuello, cabeza, espalda y glúteo.
“El funcionario se vio afectado a lo mejor dermatológicamente o cutáneamente, él puede tener un efecto, porque el resto de los carabineros no resultó afectado”, justificó la autoridad de Carabineros.
La Fiscalía Militar inició una investigación. En ella incluso hay un polémico video presentado como material de prueba. En él, se escucha a alguien que dice a los afectados que “aguanten”.
El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, solicitó a Carabineros un informe para aclarar la denuncia y, tajante, dijo: “No se permiten actos que atenten contra la dignidad de los funcionarios”.
Algo muy similar expresó a un diario nacional el sociólogo experto en sectas Humberto Lagos. “Si bien las ceremonias de iniciación están bastante instaladas en gran parte de las instituciones donde hay una jerarquía (en los bomberos, en los grupos de scouts, en las fuerzas armadas, en los clubes deportivos), no son parte de la estructura ni la instrucción formal. Y se mantienen en el ámbito de lo reservado porque su carácter de divertimento a veces atenta contra la dignidad de las personas. Y hablamos de entidades en las que esa dignidad es parte básica de su propia función social”.
“Lamentablemente, estos sesgos que ponen fin a un período de práctica para formar parte de un grupo específico les termina por dar una cierta identidad de conjunto, por lo que erradicarlos no es sencillo”, concluyó Lagos.
Fuente Publimetro