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julio 15, 2020

Pon todo lo que hagas en Manos del Señor y tus Planes tendrán Éxito

Proverbios 16: Proverbios sobre la vida y la conducta

Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.

Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.

Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.

Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.

Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Mejor es lo poco con justicia. Que la muchedumbre de frutos sin derecho.

El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.

Oráculo hay en los labios del rey; En juicio no prevaricará su boca.

Peso y balanzas justas son de Jehová; Obra suya son todas las pesas de la bolsa.

Abominación es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será afirmado el trono.

Los labios justos son el contentamiento de los reyes, Y éstos aman al que habla lo recto.

La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el hombre sabio la evitará.

En la alegría del rostro del rey está la vida, Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.

Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata.

El camino de los rectos se aparta del mal; Su vida guarda el que guarda su camino.

Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.

Mejor es humillar el espíritu con los humildes. Que repartir despojos con los soberbios.

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado.

El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber.

Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad.

El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.

Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.

Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte.

El alma del que trabaja, trabaja para sí, Porque su boca le estimula.

El hombre perverso cava en busca del mal, Y en sus labios hay como llama de fuego.

El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.

El hombre malo lisonjea a su prójimo, Y le hace andar por camino no bueno.

Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve sus labios, efectúa el mal.

Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.

Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella.

Fuente: tiempocristiano.com





diciembre 23, 2018

La envidia afecta la salud de la persona

Introducción: La Biblia nos muestra en diversos pasajes la relación estrecha que hay entre la condición emocional y espiritual de la persona con su estado de salud física.

Cuando hay aflicción del alma el cuerpo físico se ve afectado, por eso es tan importante la salud emocional y por eso Jesús también vino a sanar a los quebrantados de corazón…

La envidia afecta la salud de la persona.

Proverbios 14:30 “El corazón apacible es vida de la carne; más la envidia es carcoma de los huesos”.

Éste versículo nos muestra cómo la envidia afecta la salud física de la persona que la padece. La envidia es aquel deseo de quitar al otro lo que tiene. La envidia es un sentimiento de enojo o disgusto al ver o escuchar la prosperidad de otros.

Una persona puede tener envidia por el vehículo que otro tiene o adquirió. Puede tener envidia por la esposa que el otro tiene, o incluso tener envidia de la familia que tiene. Puede haber envidia por el puesto que otra persona tiene en la empresa, etc.

Puede haber envidia por los dones que otro hermano(a) tiene, o por su liderazgo, o por su servicio diligente y esmerado a Dios (como le sucedió a Coré, Datan y Abiram contra Moisés y Aarón). Una persona puede tener envidia por cosas sencillas, como el vestido que otra persona lleva puesto.

Por lo general la envidia se hace evidente porque la persona se molesta o enoja al ver la bendición del otro(a), sus comentarios son negativos hacia la bendición de la otra persona, es decir hay murmuración. La envidia se convierte entonces en un enojo escondido, y como dice la Biblia, es “carcoma de los huesos”.

La palabra “carcoma” desde el idioma hebreo indica pudrición o descomposición, decaimiento (como corroído por gusanos). Desde el punto de vista natural “carcomas” es el nombre común que reciben las larvas de los insectos que perforan la madera, la cual dañan produciendo aserrín.

La envidia da lugar a la acción demoníaca que afecta la salud de los huesos, dice la Biblia. Aunque no estamos diciendo que es la única fuente de enfermedad en los huesos, sin duda es un factor que promueve y afecta la salud del sistema óseo humano.

Podemos considerar aquí afectaciones del sistema óseo como la osteoporosis (enfermedad silenciosa), tumores óseos, osteomalacia (ablandamiento de los huesos), etc.

En Job 5:2 “Es cierto que al necio lo mata la ira, y al codicioso lo consume la envidia?” aquí la palabra “consume” se traduce del término hebreo “mut” que además quiere decir: hacer morir, cadáver, perder la vida.

La envidia entonces atenta contra la vida natural que el Creador nos ha dado, y contra la vida espiritual que en Cristo recibimos. La envidia poco a poco ahoga la vida que Dios en abundancia mediante Cristo Jesús nos ha venido a dar.

De hecho lo vemos en el caso de Raquel cuando le dijo a Jacob, según Génesis 30:1 “Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero”.

Es interesante recordar aquí que David dijo: “Mientras callé, se envejecieron mis huesos” hablando del pecado que había cometido con Betsabé y Urías, y eso dice la Biblia estaba afectando sus huesos.

Cuando David confesó su pecado delante de Dios, vino la restauración de su corazón y de todo su cuerpo. Cuando guardamos cosas malas en nuestro corazón, éstas terminan afectando el resto de nuestro ser, incluso nuestra salud.

Conclusión: Gracias a Dios que su palabra dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad”, entonces lo que debemos hacer es reconocer nuestras faltas y pedirle perdón a Dios y permitir la obra del Espíritu Santo en nuestro ser transformando nuestro corazón.

Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.

Otros versículos acerca de la envidia:
Proverbios 23:17
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo.

Tito 3:3
Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y diversos placeres, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros.

1 Pedro 2:1
Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia,

Filipenses 1:15
Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; y otros también de buena voluntad.

Proverbios 27:4
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?

Romanos 1:29
estando atestados de toda iniquidad, fornicación, malicia, avaricia, maldad; llenos de envidias, homicidios, contiendas, engaños, malignidades;

Gálatas 5:19-21
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios.

1 Timoteo 6:4
está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas,

1 Pedro 2:1-2
Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia, desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis;

Fuente: tiemposprofeticos.org