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julio 14, 2019

¿En qué consiste la felicidad?

והיה כעץ שתול על פלגי מים אשר פריו יתן בעתו ועלהו לא יבל

En este salmo, el primero de Tehilim, David HaMelej explica en qué consiste la felicidad para un Yehudí.

» … como un árbol plantado sobre corrientes de agua,  que dará frutos en su tiempo y sus hojas jamás se marchitan, y en todo lo que emprenda, prosperará «

PLANTADO:

David HaMelej compara al hombre feliz con un árbol. ¿Por qué? En primer lugar, debido a que ambos crecen. Probablemente no hay frustración más grande para un ser humano que darse cuenta de su propio estancamiento. Si nos quedamos en el mismo lugar año tras año, seguramente nos vamos a deprimir. La felicidad consiste en saber que estamos creciendo y avanzando.   Cuando estudiamos Torá, dice el Rey David, estamos en un constante crecimiento. Intelectual y emocional.   El agua alimenta constantemente las raíces de este árbol.  El árbol crece y se fortalece. Es tan fuerte que resiste la embestida de los vientos destructivos que lo quieren mover de sus principios.  El Yehudí que absorbe constantemente las aguas de la Tora, permitiendo que las palabras de HaShem nutran su alma, adquiere principios morales muy sólidos, que no son fáciles de mover.

FRUTOS

El árbol también da frutos. Los «frutos» son la mayor recompensa en la vida de una persona virtuosa. Los frutos son los hijos de este hombre, que continuarán en el camino de HaShem. A diferencia de los sentimientos de estancamiento e improductividad de los que viven una vida intrascendente, cuando un hombre ve sus frutos/hijos se da cuenta que su camino va a continuar, aún después de que él se haya ido de este mundo.

HOJAS

A diferencia de los frutos, beneficiosos para la continuidad del árbol, las hojas producen sombra que disfrutan los demás. La felicidad del hombre no consiste sólo en asegurar su propia perpetuidad y la continuidad de sus creencias y principios. Un individuo no puede sentirse realizado a menos que sea también generoso y productivo con los demás. Como un árbol que ofrece libremente su sombra a todo el que lo precise, la buena persona de Am Israel practica el Jesed, ofrece su ayuda a todos los que la necesiten.

Para David HaMelej, el hombre feliz es el que se nutre de la Torá, creciendo y desarrollando principios muy sólidos; ve a sus hijos siguiendo el camino correcto y es generoso con los que necesitan su ayuda. Esa persona  «…prosperará en todo lo que emprenda » .

SHABBAT SHALOM








marzo 01, 2017

¿En qué consiste la felicidad?

En este salmo, el primero de Tehilim, David HaMelej explica en qué consiste la felicidad para un Yehudí.

” … como un árbol plantado sobre corrientes de agua,  que dará frutos en su tiempo y sus hojas jamás se marchitan, y en todo lo que emprenda, prosperará “

PLANTADO:

David HaMelej compara al hombre feliz con un árbol. ¿Por qué? En primer lugar, debido a que ambos crecen. Probablemente no hay frustración más grande para un ser humano que darse cuenta de su propio estancamiento. Si nos quedamos en el mismo lugar año tras año, seguramente nos vamos a deprimir. La felicidad consiste en saber que estamos creciendo y avanzando.   Cuando estudiamos Torá, dice el Rey David, estamos en un constante crecimiento. Intelectual y emocional.   El agua alimenta constantemente las raíces de este árbol.  El árbol crece y se fortalece. Es tan fuerte que resiste la embestida de los vientos destructivos que lo quieren mover de sus principios.  El Yehudí que absorbe constantemente las aguas de la Tora, permitiendo que las palabras de HaShem nutran su alma, adquiere principios morales muy sólidos, que no son fáciles de mover.

FRUTOS

El árbol también da frutos. Los “frutos” son la mayor recompensa en la vida de una persona virtuosa. Los frutos son los hijos de este hombre, que continuarán en el camino de HaShem. A diferencia de los sentimientos de estancamiento e improductividad de los que viven una vida intrascendente, cuando un hombre ve sus frutos/hijos se da cuenta que su camino va a continuar, aún después de que él se haya ido de este mundo.

HOJAS

A diferencia de los frutos, beneficiosos para la continuidad del árbol, las hojas producen sombra que disfrutan los demás. La felicidad del hombre no consiste sólo en asegurar su propia perpetuidad y la continuidad de sus creencias y principios. Un individuo no puede sentirse realizado a menos que sea también generoso y productivo con los demás. Como un árbol que ofrece libremente su sombra a todo el que lo precise, la buena persona de Ama a Israel practica el Jesed, ofrece su ayuda a todos los que la necesiten.

Para David HaMelej, el hombre feliz es el que se nutre de la Torá, creciendo y desarrollando principios muy sólidos; ve a sus hijos siguiendo el camino correcto y es generoso con los que necesitan su ayuda. Esa persona  “…prosperará en todo lo que emprenda ”.

Fuente: halaja.org
enero 05, 2017

Orar en momentos de dolor


 TEHILIM # 3: Nuestra Tefila, en momentos de dolor


En este salmo David HaMelej le reza a Dios para que lo salve de la mano de sus enemigos.

ה ‘מָה – רַבּוּ צָרָי רַבִּים, קָמִים עָלָי.

David reconoce que “Sus enemigos son muchos; demasiados” para que él pueda liberarse de ellos por su cuenta. Y sus enemigos son completamente conscientes de que superan en número a David y a su ejército.

Y es por eso que ellos proclaman:


רַבִּים, אֹמְרִים לְנַפְשִׁי אֵין יְשׁוּעָתָה לּוֹ בֵאלֹ- הִים סֶלָה

“La vida de David, no tiene más esperanza”  Los enemigos creen que: “Ahora, ni siquiera Dios puede salvar al rey David”.


וְאַתָּה ה ‘מָגֵן בַּעֲדִי כְּבוֹדִי וּמֵרִים רֹאשִׁי

David, sin embargo, sabe que “Tú HaShem, Tú eres mi escudo”. Tú me proteges contra mis enemigos incluso antes de que yo te pida Tu protección. Algunas veces, no soy consciente de que fuiste Tú quien me salvó. Y mientras proteges mi vida, “No dejas que mis enemigos me humillen”. Mientras salvas mi vida “Sostienes en alto mi cabeza”, protegiendo también mi dignidad.

  אֲנִי שָׁכַבְתִּי, וָאִישָׁנָה הֱקִיצוֹתִי כִּי ה ‘יִסְמְכֵנִי

Y sabiendo que Tú estás de mi lado “me acuesto en mi cama y soy capaz de dormir”. Porque sé que durante la noche Tú estás despierto, cuidándome. Y “cuando me despierto” por la mañana, me siento seguro y confiado para empezar mi día, porque sé que “Tú me sostienes” durante el día.

  לֹא – אִירָא מֵרִבְבוֹת עָם אֲשֶׁר סָבִיב, שָׁתוּ עָלָי

Sabiendo que Tú estás a mi lado, “¿Por qué habría de tener miedo de mis enemigos?” Tú me cuidas, “¿Por qué habría de tener miedo, incluso cuando millones de enemigos brutales me rodean por todos lados.?”

לה ‘הַיְשׁוּעָה

“La salvación”, la decisión de quién va a ser victorioso y quién caerá derrotado en la batalla, “es Tu decisión”.  Tenemos nuestro ejército, nuestros maravillosos y valientes hijos / soldados que están dispuestos a luchar y, si es necesario, sacrificar sus vidas para proteger a nuestro pueblo. Pero sabemos que al final la “salvación” está en Tus manos.

עַל – עַמְּךָ בִרְכָתֶךָ סֶּלָה

Nuestros enemigos son muchos. Demasiados para que podamos salvarnos nosotros mismos. Ellos nos superan en gran número. Literalmente, son 100 contra 1. Para ellos es obvio que el final de Israel es inevitable. Incluso cuando están ocupados peleando entre ellos y matándose unos a otros, seguimos siendo su más anhelado objetivo. El resto del mundo, la mayor parte del mismo, se divide en dos: aquellos que tienen miedo de nuestros enemigos y nunca actuarán en nuestra defensa, y los que no tienen miedo de nuestros enemigos, sino que por el contrario,  coinciden con la idea que Israel no merece vivir en paz.

Tú eres nuestra esperanza. Nuestra única esperanza. HaShem, “danos Tu berajá (bendición)” de victoria y paz. Para “Tu pueblo”. Para Tus hijos.

לע”נ אייל יפרח, נפתלי פרנקל וגיל-עד שאער ה’יד


Fuente: Halaja.Org