Solo éxitos cristianos anunciando la venida de Jesucristo

Post Top Ad

Mostrando entradas con la etiqueta Fatah. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fatah. Mostrar todas las entradas
julio 10, 2017

La histórica obsesión de las Naciones Unidas contra Israel

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se reunió una vez más el 20 de marzo para debatir el “Agenda Item 7”, tema obligatorio de debate desde junio de 2006, el único cuya meta es condenar sistemáticamente a la democracia israelí por crímenes cuya existencia aún deben ser probada.

La agenda, oficialmente diseñada para evaluar la situación humanitaria en los territorios palestinos, a la luz de los informes presentados por Fatah, la OLP y varias ONG, es parte de una campaña más amplia, llevada a cabo por países como Libia, Argelia, Kuwait, Arabia Saudita, Irak, Sudán y Yemen. 

Israel es, por tanto, el único país del planeta que se beneficia del privilegio dudoso de ser escudriñado en la menor de sus acciones, a través de una agenda decidida por sus enemigos.

Si se tratara sólo de expresar esta obsesión, nacida de una vieja costumbre de las dictaduras árabe-musulmanas de convertir al Estado hebreo en chivo expiatorio, responsable de todas las desgracias que asolan sus sociedades, Agenda Item 7 sería una mera extravagancia, especialmente porque la sesión es regularmente boicoteada por la mayoría de los países occidentales y sistemáticamente por los Estados Unidos.

Pero desafortunadamente, esta fobia a Israel se ha estado extendiendo a través de las Naciones Unidas. En 1948, cuando Israel fue reconocido oficialmente como un estado soberano por prácticamente todas las democracias occidentales, había repelido la agresión genocida de cinco países vecinos y cientos de miles de judíos huían de la opresión de las dictaduras árabes, la ONU dio a luz a la UNRWA, una organización diseñada para ayudar exclusivamente a los refugiados palestinos. Todo esto a pesar de que ya existe un programa para los refugiados en la ONU, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El mandato de la UNRWA era para un año. Setenta años después, la organización, ahora un programa de lujosos puestos de trabajo de la ONU, sigue funcionando dentro de los territorios palestinos y los países vecinos, con un presupuesto anual de cerca de mil millones de dólares. Parte de eso cubre sueldos y fondos de pensiones para 25.000 a 27.000 empleados (incluyendo muchos miembros de Hamás); escuelas en las que los descendientes de descendientes de “refugiados”, en los suburbios o en los pueblos llamados “campamentos”, se les dice erróneamente que Tel Aviv y Haifa les habían pertenecido y que debían ser devueltos y donde el mito de un imposible “derecho de Retorno” continúa manteniendo a las nuevas generaciones de palestinos como rehenes e incitando al odio de Israel y de los judíos.

Como Said Aburish, uno de los biógrafos de Yasser Arafat y ex asesor de Saddam Hussein, le dijo a este autor:

“A fin de conservar las raciones del UNRWA, los palestinos se habían acostumbrado a enterrar a sus muertos por la noche, de modo que nadie murió en los campamentos, excepto cuando era posible acusar a Israel de ello. Con la complicidad pasiva del UNRWA, ya que su presupuesto anual depende del número de almas de las que son responsables”.

Cabe recordar que entre 1981 y 1986, cuando Israel estableció un programa social para rehabilitar a los refugiados árabes radicados en Gaza, la única respuesta de la ONU, bajo la presión del presidente de Fatah, Yasser Arafat, fue condenar al Estado hebreo por su iniciativa, concluyendo cada una de sus resoluciones con esta angustiosa orden: “Devuelvan a los refugiados a los campamentos.”

Tampoco es necesario volver a 1975, para recordar la infame Resolución 3379 de la ONU, “El sionismo es una forma de racismo”, bajo su secretario general: un ex nazi, Kurt Waldheim, una semana después de que el brutal Idi Amin de Uganda recibiera una triunfante recepción en la sede de la ONU.

No obstante, basta con referirse a la Asamblea General del 21 de diciembre de 2016 para constatar que Israel, una vez más, fue condenada 20 veces mientras todos los trágicos acontecimientos del planeta, las masacres en Siria, las amenazas norcoreanas, la crisis de Crimea y los malos tratos infligidos a mujeres y minorías tanto en Irán como en Arabia Saudita fueron penalizados casi a regañadientes por una media docena de resoluciones.

La lista de las injusticias cometidas con el estado judío por una organización supuestamente para preservar la paz en el mundo, es tan larga que se necesitarían varios volúmenes de una enciclopedia para exponerlas.

Ninguna, sin embargo, ha hecho tanto ruido o provocado tanto rechazo en la escena internacional como la decretada por la UNESCO el 26 de octubre de 2016, seguido de un texto similar el 29 de abril de 2017, el mismo día en que Israel celebraba su 69º aniversario de su independencia.

Presentado por Argelia, Egipto, Líbano, Marruecos, Omán, Qatar y Sudán, este texto, ratificado por la mayoría árabe automática y beneficiándose de la abstención de casi todos los países europeos, incluida Francia, ofreció una nueva y sorprendente reescritura de la historia negando cualquier conexión entre el judaísmo y el Monte del Templo de Jerusalén, incluyendo el Muro Occidental, descrito en cada párrafo por sólo sus nombres árabes, el Haram Al Sharif y el muro de Al Buraq. La contrafactualidad de esta resolución llevó al nuevo Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a contradecirla, mediante una declaración de que la Autoridad Palestina rechazó, junto con una disculpa.

Aunque puede parecer escandaloso dirigirse sistemáticamente al estado hebreo, el marco de la ONU lo permite. En primer lugar, la composición de la preponderancia de los miembros antidemocráticos de las Naciones Unidas, así como los desafíos planteados por el martillo terrorista y el yunque de petróleo.

Por otra parte, ¿por qué la UNESCO, cuya función prescrita es precisamente la preservación de la historia y la preservación de la paz, participa en una farsa cuya conclusión, en sentido estricto, sería que Jesús persiguió a los mercaderes de la “Explanada de las mezquitas” siglos antes del nacimiento del Islam?

En cuanto al contexto religioso, Jerusalén -especialmente la Ciudad Vieja y el Monte del Templo- son lugares sagrados para los tres monoteísmos. Cuando estaban en la posesión de Jordania, de los que se había apoderado ilegalmente en 1948 hasta que los israelíes los liberaron en 1967, todos los judíos fueron expulsados de la parte controlada por Jordania de la ciudad; sus bienes y pertenencias tomadas, y sus lugares sagrados profanados.

El objetivo de los palestinos, apoyado por el mundo musulmán, sería dar el nombre de la mezquita de Al Aqsa a todo el Haram Al Sharif (Monte del Templo) para que el acceso a él fuera definitivamente prohibido para cualquier no musulmán, como lo son La Meca y Medina en Arabia Saudita.

Ahora es hora de que Francia y la Unión Europea reconozcan que si quieren conservar la vislumbre de credibilidad que todavía tienen como participantes en cualquier proceso de paz, deberían dejar de demonizar a Israel al mismo tiempo que aceptan todas las demandas, incluido el uso del terrorismo, las amenazas del terrorismo y los salarios a los terroristas de la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbás.

Ya es hora de que una organización tan tóxica sea desfinanciada. Las agencias consideradas útiles, como la Organización Mundial de la Salud, pueden ser financiadas por separado.

Fuente: Gatestone
mayo 31, 2017

Desean vivir en Israel

Muchos palestinos sienten que ni Fatah ni Hamas han hecho lo suficiente para aliviar su sufrimiento. Muchos líderes de Fatah que robaron miles de millones de dólares de las donaciones internacionales. Hamas, por otra parte, prefiere gastar millones de dólares en la compra [y contrabando] de grandes cantidades de armas. Por Khaled Abu Toameh

Muchos palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza tienen un sueño: trabajar o vivir en Israel. Algunos, incluso, dicen que están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero para obtener la ciudadanía israelí. Otros pagan un montón de dinero a traficantes palestinos y judíos que los ayudan a eludir los puestos de control para entrar en Israel en busca de trabajo y una buena vida. Estos no son palestinos que se odian a sí mismos. Tampoco son "traidores proisraelíes" que apoyan al movimiento sionista.

Muchos palestinos sienten que ni Fatah ni Hamas han hecho lo suficiente para aliviar su sufrimiento. Muchos líderes de Fatah que robaron miles de millones de dólares de las donaciones internacionales destinadas a los palestinos, han invertido sus fortunas en hoteles, centros turísticos y empresas de bienes raíces en occidente. Hamas, por otra parte, prefiere gastar millones de dólares en la compra [y contrabando] de grandes cantidades de armas, incluyendo cohetes y municiones.

Es una vergüenza para los dictadores árabes y musulmanes, especialmente aquellos que ganan miles de millones de dólares por la venta de petróleo, que sus representados tengan que buscar trabajo y refugio en Israel y Occidente. También es una vergüenza para Fatah y Hamas, el que miles de palestinos no puedan encontrar empleo o una buena vida en los dos estados palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza.

Los regímenes árabes e islámicos están gastando miles de millones de dólares en la construcción de nuevas mezquitas y madrasas, mientras que casi la mitad de su población es analfabeta y vive bajo la línea de pobreza. Los graduados universitarios en esos países se ven obligados a buscar trabajo en occidente debido a las malas condiciones de trabajo y la falta de oportunidades.

La ausencia de un buen gobierno, de transparencia, de rendición de cuentas y de democracia, en estos países, está llevando a los árabes y musulmanes a buscar trabajo y una vida mejor, no sólo en América del Norte y Europa, sino incluso en lugares como Israel.

Un árabe rico prefiere gastar millones de dólares en un zoológico privado que en la construcción de un hospital o una universidad. ¿Por qué habría de hacerlo, cuando él y los miembros de su familia podrían viajar en cualquier momento que deseen para recibir tratamiento médico en la Clínica Mayo o estudiar en la Universidad de Harvard?

En muchos sentidos, estos palestinos no son diferentes de los inmigrantes africanos que tratan de infiltrarse en Israel, todos los días, a través de Egipto. Los inmigrantes proceden de Sudán, Etiopía, Eritrea, Nigeria y otros países africanos.

Al igual que los palestinos, los africanos están dispuestos a pagar un montón de dinero para entrar a Israel. Los traficantes egipcios cobran hasta 1.000 dólares por cada inmigrante.

Pero para los inmigrantes africanos, el viaje es también muy peligroso. En los últimos tres años, guardias fronterizos egipcios les han disparado y matado a decenas de hombres y mujeres africanos que intentaban cruzar la frontera con Israel.

La semana pasada un hombre sudanés de 23 años de edad, fue baleado fatalmente por las tropas egipcias, mientras trataba de entrar en Israel. Otros cuatro buscadores de asilo fueron detenidos.

Mientras que los egipcios están matando a los inmigrantes africanos, Israel les está proporcionando, a los afortunados que consiguen cruzar la frontera, con puestos de trabajo, así como también servicios médicos y sociales.

Es cierto, Israel no es 100% perfecto. Pero un africano musulmán o cristiano, sigue prefiriendo a Israel que a países como Egipto, Jordania, Siria, Arabia Saudita e Irán. Como explicó un "refugiado" de Darfur, Sudán, que ahora vive en Tel Aviv: "Me siento más seguro en el estado judío que en Sudán o en cualquier país árabe o islámico".

Para muchos palestinos, es más fácil encontrar un trabajo en Israel y Canadá que en cualquier país árabe o islámico, la mayoría de los cuales les imponen estrictas restricciones para viajar y trabajar. Los palestinos no pueden entrar a la mayoría de los países árabes e islámicos sin una visa.

Se puede entender por qué un palestino necesita un visado para ingresar a EE.UU. o a cualquier país europeo. Pero ¿por qué necesita un palestino una visa para visitar a sus parientes en Siria, Líbano y Egipto?

Muchos palestinos de la Margen Occidental que visitan países árabes, frecuentemente se encuentran arrojados en centros de detención durante semanas, meses y años, sin juicio. Cientos, si no miles, de palestinos se cree que languidecen en cárceles por todo el mundo árabe, especialmente en Siria y Egipto.


Fuente: Guysen News